ᴅᴇᴍᴏɴ ⎯ ʏᴜᴡᴏᴏ

彡 10 彡

Final

—Papi, ¿qué historia me contarás hoy? — preguntó el pequeño niño.

—Una historia muy especial, sé que te gustará-su joven padre sonrió hacia su hijo. Le acaricio su cabello y dejo un besito en su frente para después arroparlo y sentarse a un costado en una pequeña mecedora.

—¿Tendrá dragones y guerreros?

—No, será aún más fantástica-su padre acarició la linda cabellera dorada de su hijo—. La historia cuenta sobre un ángel que fue condenado por amar, convirtiéndose en un demonio, bañado en venganza y remordimiento por aquel ser que le quitó la vida a quien más amaba. Decían que su corazón era tan sincero y leal como ningún otro, lleno de amor y nobleza, pero que poco a poco se fue consumiendo por la tristeza de lo que un corazón y alma rota constituían. Aquel demonio vivía solo, volaba al cielo casi todo el tiempo para vigilar lo que un día fue su hogar, sin embargo, otro era su principal propósito. Vigilaba y cuidaba a un ángel de mechones naranjas.

—Así como tú, papi.

—Sí, mi amor, así como yo. Seguiré contando la historia, solo con la condición de que cierres esos hermosos ojitos y trates de dormir.

—Ya mismo papi.

El mayor sonrió al ver los ojitos de su hijo cerrarse, forzando sus ojitos a cerrarse por impulso.

—Aquel ángel era juzgado por todos en el paraíso, no tenía padres ni a su hermano junto a él, estaba completamente solo. Y, aunque no se diera cuenta, el ángel no estaba completamente solo, tenía a un demonio de alas oscuras como la noche y mirada rojiza observando sus pasos.

>>El demonio no podía hacer nada cuando juzgaban al ángel, tan solo observaba y dejaba que su furia lo gobernara. Pero llegó el momento en la ira lo gobernó, y fue cuando encerraron injustamente al ángel. Lo llevo consigo al Inframundo, le dijo que lo protegería y lo amaría con todas sus fuerzas, y así paso por una noche que parecía ser eterna, pero cuando acabo, el solitario ángel quería regresar con los suyos.

—Pero no podía, ellos se querían así como tú y papi —el niño reclamo haciendo un pequeño puchero hacia su padre.

—Xion, que dijimos sobre tus ojitos. Siempre cerrados para que papi pueda contarte la historia.

Xion cerró los ojos y los tapo con sus manos-Ya está, papi. Ahora sigue, por favor.

—Aquel ángel tuvo que hacerlo, sus creencias no le permitían quedarse con un supuesto enemigo, era un demonio. Y a pesar de que ambos estén unidos por una marca que los unía de por vida, tanto en cuerpo como en alma. Al parecer ese escape fue su peor decisión, inmediatamente después de regresar al cielo lo arrestaron y juzgaron frente de todos, como un traidor e impuro. Aquel demonio era testigo de todo, como maltrataban y humillaban al ángel que la noche anterior había prometido proteger. No podía hacer nada, porque no era el lugar donde pertenecía, y moriría inmediatamente alguien se dé cuenta de su presencia.

>>Cortaron las alas del pequeño ángel y dejaron que su cuerpo de desangre, fue uno de los castigos más crueles vistos en el paraíso. El demonio lo llevo en sus brazos con la promesa de protegerlo y hacerlo feliz.

El padre del menor sonrió cuando vio los pequeñitos ojos de su hijo cerrados. Dejo un beso en su frente y se paró para retirarse de la habitacion del menor.

—Papi... ¿Ellos fueron felices?—la dormida voz de su hijo se hizo notar en la oscuridad de su habitación.

—Sí, lo fueron. Encontraron un mundo donde lo inmortal no existia, los años eran contados y la felicidad era la búsqueda del tesoro - el mayor sonrio —. Ahora sí, a dormir.

—Les das un besito a papi Yuta por mí.

—¿Y para mí no hay uno?

Xion rio-Para ti hay millones, papi Woo.

Jungwoo regreso a su habitación, aquella que compartía con el ser que más amaba. Su cuerpo se sentía más liviano, y, a pesar de que los años hayan pasado, el sentimiento de extrañes todavía se podía sentir. Jungwoo toco su espalda, rozo con sus dedos y por encima de la tela de su camiseta de dormir, la gran cicatriz que un día fue protagonista de grandes pesadillas.

Pero eso quedo atrás, así como dolor, las ganas inhumanas de morir, y la deshonra en su ser. Y cuando vio ese inusual cabello negro y hombros anchos sonrió regocijado.

—Te demoraste, ángel. Por un momento me sentí abandonado por ti-Yuta paso un brazo por la cintura de Jungwoo acercándolo más a él.

—Le estaba contando una historia a Xion, ya sabes que es muy terco para dormir.

—¿Así como tú en las noches? —Jungwoo arrugo su nariz con molestia y algo de diversión—. Desde que no tengo alas, se me hace más difícil dormir. Ser un humano es desastroso y sé que tú tampoco puedes hacerlo.

Jugwoo asintió. Acomodo mejor su cuerpo a la cama y rodeo con sus brazos la espalda del mayor.

—Tus ojos siguen siendo hermosos a pesar de no ser dorados. Sigues siendo hermoso a pesar de que tus alas ya no estén aquí — Yuta toco su espalda—. Eres demasiado divino para volver a pisar ese lugar y aunque ya no seamos seres mágicos y con una inmortalidad plena, te seguiré hasta que nuestros cuerpos sean polvo.

—Al fin soy feliz y no me importa cuántos años nos queden en este mundo mortal, te seguiré amando como el ser que me enseño que todo lo perfecto no es lo que parece. A veces me pregunto qué hubiera pasado si no hubieras regresado a salvarme, seguramente estaría muerto, no estaría contigo y nuestro hijo.

—Encontraría la manera de encontrarte, ¿y sabes por qué?-susurro sobre los labios de Jugwoo-. Porque todo demonio siempre saldrá del infierno en busca de su ángel.

Nunca fuiste un impuro, más bien, una maravilla en un infierno llamado paraíso.

Siempre supe que no entendías que eras un misterio. De tus anhelos de las ausencias lemurias de aquellos profundos laberintos para encontrar lo perfecto.

La vida, amor mío, no es sino el arte del reencuentro en diferentes escenarios y nosotros Dioses, humanos descifrando abrazándonos al eterno momento que conecto tu vida y la mía.

Ahora somos felices. Tú siendo un ángel y yo un demonio, sin poder alguno, viviendo en el paraíso mundano.

Nuestra vida desde ahora será mortal, tan normal como cualquier humano.

Y te amaré hasta nuestra eternidad.

Aunque lo que hagamos sea un pecado para los ojos de los que dicen ser perfectos.

-Fin....