El día 14 de febrero había paso demasiado rápido entre crema batida, chocolate y adornos de colores que variaban desde rosas hasta los rojos más intensos con palabras de amor o de amistad en el local de la repostería de la señora Park, el lugar era demasiado concurrido en esas fechas especiales, por un pastel o los diminutos panquesitos que él mismo preparaba, por eso mismo era uno de los pocos días que asistía en persona al local que en pocos años se había hecho famoso que estaba a la par del restaurante principal de los Park.
Las miradas que estaban sobre él de los demás empleados eran comunes cada vez que se aparecía, los novatos le veían con admiración, casi podía asegurarse que lo hacían como si él fuera una estrella de kpop; mientras que los profesionales lo hacían con respeto que no estaba seguro que se merecía.
Sus pequeños habían llegado al local una horas después, comían chocolate que recibieron en el intercambio de su escuela donde daban chocolates a sus amiguitos, hablaban entre ellos balbuceando y diciendo palabras inentendibles si no le ponías realmente atención.
Cuando ya fueron los últimos pasteles del trabajo de mañana y de ese mismo día se dedicó a mirar por una de las ventanas de la cocina hacía las mesas, observando como varias parejas se veían con amor, compartiendo un postre. Mordió sus labios extrañando a Lay, antes él solamente se atrevía a regalarle flores y sus chocolates favoritos, lo hacia de forma tan amable que no le incomodaba a pesar que se sentía culpable; sentía que aún le debía fidelidad a YiFan.
Sintió un leve jaloncito en su delantal, de inmediato su vista bajó topándose con sus pequeños con sus boquitas llenas de crema pastelera rosa, alrededor de ellas también; entre sus manitas, los tres, sostenían un pedazo de hoja arrugado y lleno de colores deslumbrantes, vivos.
-Esto es para omma -. Estiraron sus manitas, entregándosela. En el centro de lo que parecía ser una tarjeta de día del amor y la amistad, había un corazón deforme, de contornos trazados con crayola roja, el relleno apenas eran unos cuantos rayones hechos con la misma, en el centro de el gran corazón estaban letras sacadas de periódicos y revistas formando la palabra "te amo".
Sus ojos se inundaron de lágrimas de felicidad que preocuparon a sus bebés, quienes de inmediato se aferraron a sus piernas, frotándose como pequeños cachorros.-Ya no llores omma, nosotros estamos aquí.
--Sí, tal vez mañana Xingxing estará aquí con nosotros y nos dará besitos-- Sus niños se habían dado cuenta que últimamente estaba algo decaído y decidieron hacer esa carta con letras escritas torpemente al revés de donde se encontraba el "te amo"; aquellas lo hicieron soltar un pequeño sollozo, el dibujo debajo de ellas era su familia junta, sus tres diablillos, Yixing y él.
Se puso de cuclillas abrazando sus cuerpecitos, que de inmediato saltaron hacia el abrazo grupal, no le importó que parte de su ropa se ensuciara del betún rosa que estaba en sus boquitas.
Terminó de acomodar a sus hijos dentro del coche, se incorporó de su posición tan incomoda que había adoptado, sus ojos enfocaron sus rostros durmientes, sus mejillas regordetas y sonrosadas, sus ojitos rasgados, una sonrisa afloró en sus labios, los amaba y no dudaba que él movería montañas para mantenerlos a salvo, de tenerlos a su lado.
Suspiró con pesadez al sentir detrás de él una presencia ya conocida, imponente y que irradiaba autoridad; se sentía de la misma manera que hace cuatro años cuando lo amaba tanto que no se daba cuenta del miedo que le tenía, que ocultó su verdadero ser y cambiando para complacer al hombre que decía amar.
-YiFan, no es muy propio de ti festejar esta fecha- su voz sonó como un reclamo, un reclamo que había guardado durante bastante tiempo en su corazón, que ya le estaba haciendo daño más al ver que entre los brazos del otro hombre se encontraba un ramo de rosas rojas con un papel rosa pastel y estampado de corazones.
-Lo sé, pero esta vez es especial... Este año quiero hacerlo bien, iniciar de nuevo, nosotros dos junto con nuestros hijos.
Su sonrisa arrogante lo estaba matando, creía que solamente traer un ramo de rosas, de los que tanto deseo que le regalara durante su noviazgo, cuando vivían juntos y aquellas palabras de amor lo iban a arreglar todo, pensaba que era el mismo chico tonto que se conformaba con un simple beso en los labios, unas cuantas caricias para perdonarle cualquier humillación publica.
Negó con la cabeza varias veces, con lágrimas en los ojos, deslizándose suavemente por sus mejillas. Su lengua se estaba negando a responderle adecuadamente, de mandarlo al diablo como se merecía.
Dio media vuelta, un fuerte apretón en su mano lo detuvo de ir a la parte del conductor de su auto, no fue capaz de volver a mirarlo.
El silencio era ensordecedor, dolía cada vez más.
-Por favor, YiFan...
Suplicó con voz trémula, su cuerpo débil, sus labios temblando aun cuando ya no pronunciaban palabra alguna. Con lentitud la mano que se aferraba a la suya se deslizaba hasta ya no sentirla; sus piernas reaccionaron, corriendo para refugiarse en la calidez del auto.
Estando a solas en su habitación, sentado y envuelto en sus sábanas trataba de calmar su adolorido corazón. Lloró todo lo que no había podido llorar estando solo y embarazado. Cuanto había esperado en el pasado que ese hombre llegara a él pidiendo disculpas, limpiandole las lágrimas, susurrando a su vientre que lo perdonaran, pero nada de eso había pasado. Otro hombre llegó y se mantuvo a su lado, ayudando a superar a volver a construirse a sí mismo para ser fuerte por sus hijos, lo esperó pacientemente sin realmente reclamarle algo a cambio; ese alguien que amo cada parte de su cuerpo, cada imperfección, que no le exigió cumplir los estandares de belleza estrictos y que ahora, sabía, amaba tal cual era.
He vuelto muy tarde sjsjssj ay :c perdonenme si no escribo como esperaban, pero me cuesta mucho expresarme y ultimamente quise adoptar esto para mejorar. Espero y les guste. Canciones en español porque poque puedo :C
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Mami SuHo
FanfictionDespués de su divorcio con Kris, la vida no es fácil para Suho y mucho menos cuando se entera que será madre de tres hermosas criaturitas, por las cuales él es capaz de entregar su vida entera.