Mami SuHo

XVIII

Después de ese día no podía verle a la cara, lo evitaba todo lo que podía y su relación se había vuelto demasiado tensa, pero a veces lo tomaba por la cintura y lo besaba cuando estaba en público, con los niños...

Salían como "una familia" eso era lo que había cambiado, salían más que nada al parque que estaba dentro de la zona residencial, los niños solían jugar entre ellos y no con los demás.

-¿Por qué no van a jugar con los demás niños? - YiFan se atrevió a preguntar. -Nosotros cuidariamos de Minseok.

-Porque aquellos niños no quieren jugar con Kyungsoo.

Ese fue el único comentario mordaz que Kris obtuvo de ZiTao, más noche le confesó a él, que lo habían empujado y solo pudo abrazarlo con todo el amor que tenía, aguantando las lágrimas que clamaban por salir de sus ojos.

-Quiero a papá Yixing de vuelta, Kris no me agrada...
Su pequeño le suplicó entre lloriqueos y un puchero, con su voz gangosa y apenas entendible como todo niño de tres años.
Él también quería de vuelta a Lay, aunque su corazón se estrujara con fuerza sintiéndose culpable de la infidelidad que cometió a pesar de no recordar.

-Pronto Taozi, faltan dos semanas puedes ir contando las y cuando llegue un día antes preparamos una fiesta de bienvenida.

Trataba de animarlo y al parecer eso había funcionado pues su carita se iluminó y asintió con fuerza.

-¿Y nos podremos ir de aquí? No me gusta hay muchas personas que me ven...

Su voz había salido temblorosa mirando directamente hacia una de las pinturas costosas que estaban colgadas en esas paredes.
Una pintura verdadera hermosa de una mujer y supuso que se refería a esas personas a las que le tenía miedo, siempre había sido un niño un tanto miedoso con aquellas cosas.

-Te lo prometo.

Río y le dio un beso sonoro en su mejilla de bebé y lo dejó ir con sus hermanitos.

Para ser sinceros, él también extrañaba a Lay, pero su corazón se apretujaba al recordar esa noche de año nuevo que pasó con YiFan y aun que no lo recuerda con exactitud al estar tan borracho esa noche, el recordar que esa noche le fue infiel hacía el hombre que lo ha acompañado todos estos años junto a él y que lo hizo sentirse... Bonito. Pero también su tan sola presencia lo hacía sentirse feliz y completo como en esas canciones de amor, tenían sus peleas como toda pareja pero siempre uno daba su brazo a torcer y se arreglaban, lo extrañaba tanto ¿Ya lo había dicho?

Este día tenía que confrontarlo, tenía que dejarle en claro a YiFan que él no tenía intenciones de tener una relación amorosa con él.
Caminó por todo el largo pasillo, lleno de aquellos retratos "aterradores" Que le hacían sentir como si varios pares de ojos clamaban su mirada en su espalda cuando pasaba haciéndolo sentir incómodo y un tanto asustado.
Tocó con suavidad la puerta de madera fina hasta que oyó un "adelante" Que lo invitaba a pasar.

—No tienes que tocar la puerta para entrar, cariño.

Entró con cuidado y se plantó frente a él.

—YiFan...
—Se a lo que veniste, pero seguramente lo haces por ese otro hombre.

Sus labios se fruncieron con fuerza al igual que sus manos y volvió a abrir sus labios para confrontar lo pero de nuevo, fue interrumpido.

— Pero me temo que eso no va a ser posible, a menos que tú quieras que le cuente que es lo que hicimos esa noche.

Sus ojos se abrieron de sobre manera y sus piernas temblaron ¿era tan cruel?
Su mirada sostuvo la del contrario sin decir nada, Kris se levantó y caminó hasta posicionarse detrás suyo, pasando sus manos por sus caderas. Un sentimiento de incomodidad llegó y recuerdos de insultos hacia su persona lo atacaron. Definitivamente no se sentía como el toque amable de Yixing que lo hacía sentirse amado y hermoso, que lo enseñó a amarse a sí mismo.
Con sus manos retiró las del contrario, sin ser demasiado brusco y siguió viéndolo de forma desafiante.

—Me lo suponía— la sonrisita y aquel tono burlón le instaba tanto a romperle la cara para quitarle aquella sonrisa que se burla de él. Se sentía como aquel chico de hace tres años que podía ser manipulado y pisoteado por él.

—El hecho que te llame cariño  no quiere decir que realmente te considere como tal.
Con esas últimas palabras salió del despacho, cerrando la puerta con cuidado, aunque en el fondo habria querido salir azotando la puerta y que resonara por toda aquella ridícula casa.
Sonrió por pura satisfacción al escuchar un golpe seco en el escritorio de madera.

Caminó con tranquilidad aunque en su mente no dejaba de rondar aquellos pensamientos de esa noche, escenas borrosas, nada concretas y después nada, no recordaba absolutamente nada que le ayudará a saber si realmente se había enredado con YiFan. Se frotó en rostro ya con lágrimas en los ojos.

—Omma, ¿por qué estás llorando? — su pequeño Chen le miraba con aquellos ojitos y sus labios de gatito, preocupado.

—Prometo ser bueno, ya no llores omma— y sus bracitos rodearon su cintura y ya no pudo contener sus lágrimas, abrazó a su pequeño. Acariciando sus cabellos castaños.

—No mi amor, ustedes son tan buenos—besó su frente y tomó las mejillas del infante para limpiar sus lagrimillas.

—Omma está feliz por el regreso de papá que no pudo contener sus lágrimas.

Y su corazón se sintió aliviado por ver aquella sonrisa de gatito con un diente faltante. Tendría que ser fuerte y afrontar lo que llegara.
JongDae salió corriendo feliz gritando que saldrían al parque, sus risas resonaban por toda aquella mansión.
Fue detrás del niño y en el cuarto observó como es que entre todos ellos gritaban emocionados que es lo que llevarían en sus mochilas de niño explorador, que aventuras podrían encontrarse en esa salida.
Los dejó solos, cerrando la puerta con cuidado y se fue a la cocina para preparar un picnic para impresionarlos.

Reviví ;-; espero les guste