MY FAMILY STARTS WITH YOU

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Astrid trataba de dormir a su pequeño hijo meciéndolo entre sus brazos mientras él sólo la miraba fijamente con sus enormes ojos verdes como los de su padre mientras que Zephyr había caído dormida hacia media hora en la cuna de su hermano, pues ella quería dormir con él para cuidarlo. Los niños eran la alegría de la mansión Haddock Hofferson.

Zephyr, la mayor, ya tiene 3 añitos y es una mini copia de Astrid, tiene el cabello de Hiccup, la cara y los ojos de su madre. Era muy imperactiva, tenía muchas cosas de Astrid, pero a la misma vez que Hiccup, era un torbellino en el día y en la noche caía rendida.

Por otra parte el pequeño Nuffink, es el menor de la familia, tiene 5 meses de nacido, el cabello de su madre y el rostro y los ojos de Hiccup. Como todo bebé necesita de atención y cuidados, duerme mucho en el día y por eso se le hace tan difícil a Astrid dormirlo en la noche.

-Vamos, Nuff, ya es hora de dormir.- dijo Astrid meciendo a el pequeño  entre sus brazos mientras el niño seguía sin llorar, pero tampoco sin pegar el ojo- Vamos, cariño, mira tu hermana ya está dormida, ¿no quieres acompañarla?- trató de convencerlo.

A la rubia le sorprendía como la simple mención de su otra hija causaba tal especie de convencimiento en él, pero aun así, el pequeño Nuffink, no daba señales de caer rendido pronto, así que Astrid uso su último recurso.

-Ok, no quería hacer esto, pero... Voy a tener que cantarte.- dijo la rubia comenzando a tararear para luego comenzar la canción de cuna.

"Duerme mi niño, duérmete ya, duerme y sueña, y mañana me contarás, sobre esos sueños lindos, que hoy soñaras" Astrid seguía cantando este verso mientras que Nuffink poco a poco se quedaba dormido en los brazos de la ojiazul. Cuando el pequeño bebé estuvo dormido, Astrid lo recostó al lado de su hermana en la cuna para después voltearse y encontrarse con Hiccup recargado en el marco de la puerta sonriendo de forma dulce.

-¿Qué?-preguntó Astrid cruzándose de brazos.

-Te ves linda cuando estás en tu modo maternal.- dijo Hiccup atrapando a Astrid por la cintura y besando su frente.

-¿Y cuando no estoy en mi modo maternal como me veo?- preguntó ella en un susurro abrazando a Hiccup por el cuello.

-Depende, si estas de buen humor te ves encantadora.- respondió pegando su frente con la de su esposa.

-¿Y si estoy de malas?- preguntó la rubia frunciendo el ceño.

-Te ves sexy.- contestó el castaño susurrándole al oído para luego morderle ligeramente la oreja haciendo reír a Astrid.

-Ahora no, Hiccup, estoy algo cansada.- le dijo la ojiazul recargándose sobre su pecho- Nuestro pequeño hijo se está volviendo muy difícil de dormir.- suspiró.

-Terco como su madre.- dijo Hiccup besando los labios de Astrid.

-¿Disculpa? Yo no soy la única terca de la familia.- contestó ella besando los labios de el Haddock de vuelta.

Ambos se separaron del beso y se acercaron a la cuna para ver a sus pequeños, Zephyr vestía una pijama púrpura y Nuffink un mameluco verde, dormían uno cerca del otro, casi abrazados, desde siempre se habían acomodado así. Hiccup posó sus brazos por la cintura de Astrid abrazándola por la espalda y posando su cara en el hombro de ella para quedar aún más cerca.