Me preocupa Adam

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Adam es una persona sencible y suele estar mal seguido pero nunca lo había visto así. De verdad me siento mal por lo que sucedió y lo unico que quiero hacer es llamarlo y hablar con él pero se que no me va a contestar el teléfono.

Solo quería ver a dom y contarle lo que pasó, solo quería que hable con Adam y que todo esté bien, así que agarré mi abrigo y caminé hasta la casa de mi chico.

Caminaba por las calles de mi ciudad con un nudo en la panza, sentía una molestia y se perfectamente el motivo, nervios.
el frio era abundante, o tal vez yo estaba mas sensitiva que nunca.

Llegué a la casa de Dominic, no quise tocar el timbre por vergüenza así que le envié un mensaje, solo hablamos lo necesario por ese medio asi que solo envié "estas en tu casa? estoy en la puerta".
A los minutos bajó a abrime.

-Hola preciosa, entra, no te quedes ahí congelandote.- me miró y extendió su mano para que yo pase, entonces hice lo que me pidió.-

-¿estás solo?- derrepente el frio se había ido, me sentí cómoda, invitada.

-Sip, ven, siéntate.- yo ascentí con la cabeza y me senté en su sofá gris.

La casa era preciosa, estaba adornada con tonos rojizos y tenía una chimenéa preciosa.

-oye, quiero hablar contigo.- allí fue cuando me miró asustado y se sentó a mi lado.

-dime, ¿pasó algo?-

-Adam- contesté.

-¿Adam?-

-Sí, ¿tu sabías algo de él?-

-¿Algo como qué?- pregunta confundido.

-Estoy preocupada.- confiezo y al instante él se acerca un poco más a mi solo para mirarme a los ojos.

-Puedo sentir tu preocupación cariño, ¿qué es lo que te agobia?- dice y pone su mano en mi hombro en demostración de apoyo.

- Me preocupa Adam-

Cuando esas palabras salieron de mi boca miles de lagrimas comenzaron a caer de mis ojos eliminando toda angustia acumulada y todo nervio por las cosas nuevas que me estaban sucediendo. Sentí un poco de alivio y Dominic me abrazó, pero actuaba raro.

-Está bien cariño ¿que pasó?- me pregunta acariciandome la mejilla.

-Hoy lo encontré en un parque donde solíamos ir de pequeños, tenía la mirada perdida, la cabeza gacha y estaba muy triste- dominic me escuchaba atentamente.
-Entonces decidí acercarme y hablar con él, y entre tantas cosas me confesó algo.-

-¿Qué cosa?-

-Adam me confesó de que le gusto.-

-pero... ¿cómo?- sus acciones no parecían igual de confundidaa que sus palabras, pareció no molestarle.
-Muy bien, Emma. Mira, nosotros no elegimos de quién enamorarnos ¿si?-yo asciento. -tranquila, Adam va a poder superar todo esto. - Dominic actuaba demasiado sospechoso y me estaba poniendo incomoda, ya quería irme.

-Tienes razón... em... bueno debo irme ¿espero tus cartas?-

-De hecho... tengo algo para ti.- extiende su mano y me da un sobre.- abrelo en tu casa.

-Está bien.-

Aquel sobre me intrigaba demasiado asi que salí corriendo hasta mi casa.


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