Stan Uris estaba de mal humor de nuevo. Rich lo estaba mirando y lo había estado haciendo durante un tiempo; por otro lado, Mike Hanlon estaba leyendo algo con bastante diligencia, pero Richie estaba seguro de que estaba prestando atención. Después de todo, ¿quién no lo estaría?
Sin embargo, finalmente Rich no pudo soportarlo más.
—Está bien, escucha, Stan the man. Tengo tres pasos para conseguir que Bill se case contigo—.
Tal como pensaba, las puntas de las orejas y los pómulos de Stan ardieron de un rosa claro —¡No quiero que él! —
—¡Cállate y escúchame un segundo!— Rich habló sobre él y se quedó en silencio. —Paso uno: juega a la verdad o al reto—
Stan se cruzó de brazos, y fue aproximadamente el momento en que Mike miró hacia arriba, mitad interesado y mitad divertido. También por una buena razón: conocía a Rich lo suficientemente bien como para saber adónde iba.
—Paso dos,—Richie lo siguio hablando.—Espera a que elija el reto—.
—Deja de hablar.—
—Paso tres—, finalizó Richie.—Retarlo a que se case contigo—.
—... sabes que en realidad podría funcionar— comenzó Mike, antes de que Stan empezara a perseguirlos