Capítulo dos

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"Si está muy lejos, salta"

---Ahhh.

Era el noveno bostezo de la clase por parte de Luffy, otra clase que le llenaba de aburrimiento. ¿Cómo le sería de ayuda saber de unos tipos viejos que murieron hace años? Historia, la segunda peor materia.

Desde su asiento, encontrándose en el fondo, era poco visible para los profesores que daban su clase desde el pizarron. Allí podía comer ligeramente a gusto sin ser descubierto y lo mejor era que estaba justo al lado de la ventana apuntando al patio de educación física.

Solía ver la planta baja desde el primer piso donde se encontraba su salón de clases, si estaba aburrido veía una que otra ave pasar.

Ese día fue distinto.

Tal y como lo pensó ayer, el primer día de clases fue de lo más común y un poco decepcioncionante por no encontrar a ese hombre que una vez vió desde abajo. Pero hoy, segundo día, se llevaría más de una sorpresa.

Con una mano apollando mejilla y sus dientes presionando un lápiz barato, dirigió su vista a la ventana ya mencionada. En el patio una clase de un curso que desconocía se encontraban realizando sus clases de actividad física, sólo pudo reconocer al profesor que los dirigía. El profesor Smoker, de quien había escapado varias veces para saltarse su clase.

Sin embargo, mientras miraba sin mucha atención la partida de volleyball, un extraño sujeto se le hizo muy familiar.

Achinó un poco los ojos para poder observar más a detalle a esa persona que llamó su atención, su cabello oscuro, su piel blanca, su barba y aunque podía costar de mirar, sus ojos.

Dejó caer el lápiz entre sus dientes, el sonido seco del lápiz tocando el suelo alarmó al salón de clases que se encontraba en ligero silencio. Y aunque nadie se molestó de dar media vuelta para ver el proveniente sonido, la profesora de Historia vio a su alumno para encontrar algún inconveniente.

---¿Pasa algo Monkey?

Pensó rápido.

---Profesora Tashigi, ¿Puedo ir al baño?

---Am... claro.

No necesitó escuchar más nada para salir de ese salón casi corriendo, de verdad... ¿Había visto bien? ¿Su mente le jugó una broma?

Su camino dio paso hacia las escaleras, a mitad de estas se contaba otra ventana que también apuntaba a ese mismo patio pero está vez más de cerca.

Buscó con la mirada a ese tipo y no tardó mucho, sus ojos casi podían ver destellos de felicidad, una sonrisa lo enmarcó justo allí, no quería dejar de verlo. Su remera azul de mangas largas por el frío, pantalones de Jean elástisados que le permitía moverse cuanto quisiera, sus manos impactando contra la pelota anotando un punto y, por Dios, cuando lo escuchó gritar una maldición, esa voz era la que quería escuchar siempre.

---Oe ¡Luffy! ¿Qué haces aquí? ---Detrás de él apareció Usopp confundido---.Te estabas tardando demasiado y la profesora me mandó a ver si tenías algún malestar ---con un tono de queja.

¿Cuánto rato estuvo parado allí?

---¡USOPP! ¡¡LO ENCONTRÉ!! ¡TE JURO QUE LO ENCONTRÉ!

---¿EH? Oe baja un poco la voz y dime a qué te refieres.

---¡¡Del que me ayudó aquella vez!! ---Lo tomó de los hombros---. ¡Está allí abajo!

---¿¡EHHHH?! ¿EN SERIO?

---¡¡Que sí!! Esta justo ahí --- Apuntó al patio de la escuela.

Usopp miró por la ventana, para su suerte más de la mitad de los estudiantes se retiraban del patio, su clase había terminado.

---Ya no hay casi nadie Luffy.

---¡¿EH!? ---Asomó su cabeza--- ¡¡Tengo que alcanzarlo!!

---EH P-pero Luffy tenemos que volver a clases.

---Tiene que ser ahora, cuida mi mochila ---Prosiguió a salir corriendo.

---Ahora qué le digo a la profesora...

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Como se mencionó antes, no era la primera vez que se saltaba una clase o que escapara de la escuela. Un adolescente como él tenía sus métodos para escabullirse sin ser descubierto.

Dejaban las puertas abiertas un par de minutos para que todos los alumnos de tal clase pueda salir, pues tenían permitido ir al baño una ves terminaba la clase, Luffy aprovechó ese momento.

Una vez fuera lo buscó con la mirada, ese sombrero Blanco con manchas negras que traía, tenía que ser él. Estaba al menos a una cuadra y media de distancia, apresuró el paso esquivando a los otros alumnos que se reunían en la salida.

Se detuvo en seco ni bien puso un pie en el paso peatonal, en frente de él sólo pasaban autos sin freno. Comenzó a dar pasos rápidos en el mismo lugar mientras esperaba a que  el semáforo cambiase de color.

¿Por qué me odias Universo?

15 segundos después, los suficientes para alejar aún más a su objetivo, el semáforo finalmente toma el color verde para darle paso rápido al azabache.

Por fin te encontré.

Hubo unas personas en frente que tuvo que esquivar deteniendo un poco su ritmo. Estaba ahí en frente a unos metros.

Tengo que conocerte.

cuando por fin se liberó del grupo de gente alargó dos pasos para en el tercero saltar con fuerzas sobre aquel tipo que estaba buscando.

---¡OYE TÚ, DETENTE!

Trafalgar había tenido una mañana regular, molestias comunes por parte de su amigo Eusstas Kid y solo quería llegar a su casa para alimentar a su mascota, un gato blanco nombrado Bepo a quien rescató hace poco más de una semana. ¿Pero por qué el destino sería tan considerado?

---¡OYE TÚ, DETENTE!

Volteó por instinto, o eso creía, no había nada que garantizaba que era que él a quien se referían, pero simplemente lo hizo y grande fue su sorpresa al ver como en cuestión de segundos, un muchacho se tiraba sobre él, impactandolo, tomando su cintura como si ese fuese su objetivo desde el principio.

Cayeron al suelo, Law se llevó la peor parte al ser aventado hacia atrás cayendo sobre su espalda baja y con un peso extra de parte de dicho muchacho causante del incidente. Luffy solo recibió raspones en sus rodillas pues solo la parte superior de su cuerpo, la que mantenía abrazando la cintura de Law, se encontraba sobre este último.

---Tsk.

Se quejó del dolor esperando unos segundos para aliviar el impacto de su cuerpo contra el suelo. Posteriormente frunció el ceño mirando al intruso sobre su cintura.

---¡Oe, ¿Que demonios te pasa?!

El menor temió por un momento, sosteniendo fuertemente el abrigo de ese hombre elevó su mirada, observándolo nuevamente desde abajo. Observó su rostro, sus ojos, su barba, cabello y labios, definitivamente ya no le quedaba ninguna duda.

---¡Eres tú! ¿¡Me recuerdas!?

...

---¿Eh?

Relación DiscretaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora