Capítulo 3

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regresé a mi casa cansado de esto, le dije a los niños que me acompañaran a la ciudad, así lo hicieron, pero a media calle ellos estaban muy nerviosos, los dejé en un orfanato, la encargada me preguntó que porqué los llevaba si podía adoptarlos yo mismo, le dije que no, que aún no estaba listo para cuidar a alguien, pues carecía de dinero suficiente para cuidar a otras 2 personas, pero en realidad temía que aquellos niños pudiese hacerme algo, pues ya iban 2 veces en las que sospechaba que ellos podría estar volviéndome loco, salía a la puerta, cuando me dí la vuelta para irme los ví y me dio una enorme nostalgia, ya que desde la puerta del orfanato me veían con unos ojos tristes y llenos de lágrimas dijo: “Por favor… no me dejes…” pero después del infierno que había pasado con aquellas alucinaciones… me veía fijamente… decidí irme lo más rápido que pudiera, al llegar a mi pequeña casa, estaba un poco feliz de quitarme la preocupación, tomé mi teléfono móvil, pero me enteré de que recibí un mensaje de un número desconocido;
“[Número Desconocido] 18;09 p.m: Porqué lo hiciste? Confiábamos en ti..! Nos dejaste cuándo más te necesitábamos!!  ÁNGEL JACK Y ÁNGEL VOICE…”
pensé que se trataba de un estafador, así que lo ignoré y puse mi celular sobre la mesa de  pero al darme la vuelta para ir a mi cocina, ví a los niños que había dejado en el orfanato, cómo habían llegado ahí?! Cómo tan rápido?! Estaban llorando, traté de consolarlos, pero estaba tan asustado y confundido, no sabía que hacer, con una voz débil y triste me dijeron:
“Porqué nos dejaste?! Cuando más necesitábamos tú ayuda nos dejaste solos!! Pensábamos que no serías cómo los demás…”
De un momento a otro la voz se les hizo sombría, cosa que me asustó, pero de la nada las lágrimas se convirtieron en sangre, y esa sangre empezó a tener un color negro y empezó a hacerse más espesa, algo que me tumbó al suelo del miedo no sabía que hacer, iba a llamar a la policía, pero cuando busqué un poco mi celular escuché que me dijeron:
“E-es… e-est-to… lo que-e b-bus-cas…?”
ellos tenía mi celular, de dónde diablos lo había sacado?! No entendía nada, se empezaron a reír un poco, y con la misma débil y quebrantada voz dijeron:
“Creo que ya sabes nuestro pequeño secreto, fue en el cementerio dónde te enteraste… no…?”
Cómo demonios supieron lo del cementerio?! Cómo si ellos no estaban ahí?! La esclerótica de sus ojos poco a poco se tornaron negras, con iris roja, algo que me quitó casi el aliento. Pero mi inhalador me regresó el aliento, los chicos empezaron a flotar, una especie de anillo enorme flotando arriba suyo, y un par de enormes alas blancas salían de su espalda, eran Ángeles, o al menos en eso se habían convertido, caminaban lentamente hacia mí, trataba de huír de ellos, pero era en vano, me acorralaron a una pared, y de repente…

Demonios con Disfraces de ÁngelesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora