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Después de un año de amistad con Jaehyun, decidió invitarlo a su casa para hacer tareas juntos, aunque el pelicastaño iba un año delante. El pelirrojo estaba muy emocionado porque por fin podría invitar a alguien a su casa, mas que todo porque ese día su madre no estaría.

Que equivocado estaba.

Taeyong dejo pasar a Jaehyun a su casa, pero grande fue su sorpresa cuando encontró latas de cerveza tiradas por todo el suelo de la cocina, se supone que su madre no estaría ahí, un sentimiento de miedo e incomodidad  invadió su pecho.

-¡Taeyong!-grito su madre desde la cocina-¿Por que vienes tan tarde?

-Mamá... Pensé que no estarías-dijo con nerviosismo viendo a su madre que estaba hecha un desastre.

-Pues resulta que si estoy, niño estúpido-escupe con odio la mujer.

Taeyong no podía sentir mas vergüenza, Jaehyun estaba presenciando toda la escena, las ganas de llorar aparecieron, pero tenia que ser fuerte.

-Traje a un amigo...-dijo con voz suave el pelirrojo.

-Si si, como sea-espetó haciendo un gesto con su mano de  desinterés- Iré a dormir, limpia todo esto y no me molestes, detesto escuchar tu voz-la mujer se levanto dejando basura en todos lados, encaminándose a su habitación con una botella de alcohol en sus manos.

Jaehyun estaba perplejo, nunca imagino que la madre de su amigo lo tratara de es manera, quiso hacer algo al respecto pero sentía miedo de meterse en donde no lo habían llamado.

-Oye... si quieres puedes subir a mi habitación, es la segunda al subir las escaleras, subiré en un momento-le dijo a Jaehyun con una sonrisa, como si no pasara nada.

Luego de eso, agarró una bolsa plástica color rojo y empezó a limpiar la cocina, recogiendo cada cosa que había en el suelo y en la mesa del comedor, todo era muy desastroso, incluso había una montaña de platos sin lavar.

Jaehyun dobló las mangas de su camisa del uniforme, dejó su mochila a un lado y se dirigió al lava trastes.

-No es necesario que lo hagas, ya casi termino de limpiar para hacer eso-dijo Taeyong con un poco de vergüenza.

-No te preocupes, hago esto casi todos los días-le sonríe al menor con amabilidad.

De alguna forma, Jaehyun quiso mostrarle apoyo, le parecía increíble que su amigo a sus cortos trece años su mama lo tratara de esa forma, totalmente contrario a el que su madre le daba mucho amor. Por eso se propuso a estar para el cada día de s vida, para darle el cariño que no recibía de su familia.

Al terminar de limpiar todo, ambos subieron a a habitación del pelirrojo con comida chatarra en sus manos, Jaehyun se acomodó en la cama, mientras que Taeyong simplemente se quedó parado frente a la puerta, tratando de retener la tristeza que estaba sintiendo.

-Tae, ¿vienes?-dijo Jaehyun palmeando el espacio vacío a su lado- Tu habitación es realmente bonita, limpia y ordenada. No como la mía, es un desastre- ríe el castaño.

Taeyong se gira hacia su amigo y ríe junto a el, sintiéndose  un poco mas calmado.

Se quitó sus zapatos y se sentó junto a Jaehyun que ya se encontraba comiendo unos dulces. Estuvieron en silencio por un tiempo, simplemente escuchando música del reproductor del pelirrojo. Jaehyun aun se sentía mal por su amigo, así que pensó en una mejor manera de animarlo.

[The club boy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora