Psycho Pass: Hermoso Plástico Mundo

Tortura

Mis ojos empezaron a abrirse poco a poco, el aire frío acariciaba mi rostro, estaba increíblemente adolorida, había sangre de un lado de mi cabeza, quemaba. A medida que abría más y más y mis ojos note que....mis dos manos estaban encadenadas y estaban encadenadas hacia arriba de manera que si me levantarán un poco más estaría colgada...mis brazos dolían por la posición de las cadenas.

Mi cabello ya no estaba recogido en una coleta de caballo, sino suelto. Me quitaron mi chaleco antibalas y mis armas.....esto va a doler....pero no me puedo rendir....no ahora..

Pasaron horas, aún me preguntaba que iban a hacerme, el lugar era sombrío, era amplió, toda la estructura hecha de metal, y una muy pequeña apertura en el techo, las cadenas venían del techo y parecían imposibles de romperse, después mis pensamientos fueron interrumpidos por una voz....

"Eres estúpida, Tachibana Natsume..." - dijo Rutaganda entrando

"¿Que quieres?" - le pregunté haciendo puños en mis manos encadenadas y moviendo un poco mis brazos que estaban hacia arriba por las cadenas

"Solo quiero una respuesta muy simple, ¿cual es el plan para destruir al sistema sybil y cuando pasará?" - me preguntó caminando alrededor mío

"Pudrete!" - le grité. Él solo me miró, sacó un arma y me disparó en mi pierna derecha. Un grito de dolor se escuchó, mi grito fue muy fuerte, la sangre corría y yo sentía la bala adentro de mi pierna.

Entonces Rutaganda se acercó a mi y pusó sy mano mecánica alrededor de mi cuello, otra vez..

"Si quisiera, te partiría como un mondadientes ahora mismo, pero necesito que me digas esas dos cosas" - y luego me soltó bruscamente. Retrocedió un poco y empezó a golpearme brutalmente, sentí que mis costillas se quebraban, como la sangre corría por todo mi cuerpo, el dolor de todos los golpes....

"Basta Rutaganda!!! Este no es el modo de interrogar a una persona!" - entró Akane junto con Ginoza, gritándole..

"Bueno, este es el modo en que interrogamos en Shambala Float..." - dijo Rutaganda. Yo ni levanté la mirada, estaba demasiado adolorida como para levantar la mirada, quería que se acabará, ni siquiera podía sostenerme parada...sino fuera por las cadenas yo ya hubiera colapsado en el piso...

"No me importa!! Sigue siendo nuestro caso!!" - le gritó Gino. Ahi es donde Kagari entró muy violento y gritando y detrás de él estaba Kougami tratando de sostenerlo, pero él gritaba muy fuerte, mucho más al ver lo que me había hecho...

"Maldito!! Eres un......Déjala en paz!! Sueltala!!" - le gritó Kagari a Rutaganda muy enojado

"Cállate un rato Kagari!!" - le gritó Kougami

"Bien." - dijo Rutaganda. Estaba alejándose y de pronto se dio la vuelta bruscamente y me golpeó en mi estomago, lo que me hizo agonizar en dolor. Kougami reaccionó sacando a Kagari de ahi, sino iba a pasar algo malo. Después todos salieron dejándome encerrada en esa inmensa habitación.

Rutaganda no iba a darse por vencido....volvió después de unas horas...

"Me vas a decir..¿si o no?" - me preguntó, esta vez tenía un cuchillo grande en su mano..

"Vete al diablo.." - le respondí con las pocas fuerzas que me quedan. Él agarró su cuchillo y empezó a destrozar mi chaqueta, la desgarró hasta despegarla por completo de mi cuerpo, después me desgarró la malla, dejandome sólo con mi bra, fue atrás mío y sentí el frío y filoso cuchillo en mi espalda...

"Me vas a decir ¿si o no?" - me volvió a preguntar.

Yo no le respondí sólo cerré mis ojos....y después sentí el cuchillo que rozó mi espalda extremadamente rápido, dejandome una herida larga que me hizo agonizar.

Rutaganda después se dirigió hacia mi frente y vio el collar que Kagari me dió, seguía colgado alrededor de mi cuello, se acercó y lo tomó en sus manos...

"Que lindo collar....debe ser una persona especial la que te dió esto para que lo sigas usando aún cuando eres una convicta miserable..."

"N...no!"

"Entonces no te importará que me llevé" - me dijo y bruscamente lo arrancó de mi cuello y se dirigió a la salida

"No!! Devuelvemelo!!! Que me lo devuelvas!!! Detente!!!" - le grité, pero ya era demasiado tarde, Rutaganda se fue y las lágrimas empezaron a caer de mis ojos. En un susurro yo dije...

"Devuelvemelo...."