Capítulo 41. "Tú me tienes. Eso nunca cambiará"

1.1K 33 0
                                    

Narra Selena.

Derrumbándome dentro del coche, ni siquiera me preocupe en ponerme el cinturón de seguridad mientras ponía mi cabeza contra el frío cristal.

—¿Largo día en la Universidad? —Spencer me miró a sabiendas, compartiendo una mirada comprensiva mientras el sostenía el volante firmemente.
—No tienes ni idea—Bostezando, cubrí mi boca antes de mirarle—¿Donde esta Justin?
—Él tenía que terminar de hacer algo, así que me envió para buscarte—Parando en la señal de stop, el miró en ambas direcciones antes de continuar su camino por el sendero que conducía a la salida.
—Arqueando una ceja, fruncí mis labios, mi ritmo de atención crecía—¿Qué quieres decir con que él tenía cosas que acabar? ¿Qué está haciendo él exactamente?
—Eso es... para que tú lo descubras—Pretendiendo comprimir sus labios, el esquivó mi mano mientras yo me acercaba y trataba de golpearlo.
—Spencer—Advertí, dándole la mejor mirada feroz que pude reunir—Él no está lo suficientemente en forma como para volver a trabajar—Riendo profundamente, puse mi pelo hacia atrás—Eso no es tan divertido. Casi me diste un ataque al corazón.
—Te das a ti misma ataques al corazón por nada—Spencer articuló—Necesitas relajarte un poco. ¿Siempre fuiste así de nerviosa cuando se trataba de él?
—Mientras yo iba a decir algo, me di cuenta de que no sabía exactamente el que—¿Puedes culparme por ser tan nerviosa? El acaba de salir del hospital; solo estoy preocupada porque el vuelva a los negocios antes de lo que él debería.
—Justin es un chico grande, Selena. Él puede cuidar de sí mismo—Aflojando en una parada una vez que él vio la luz del semáforo volverse verde, él se volvió hacia mí—No es lo suficientemente estúpido como para arriesgar su vida después de ganar una batalla cercana a la muerte.
—Sé que no lo es... yo simplemente, sé que el extraña ser capaz de hacer algo... cualquier cosa y eso es lo que me asusta que en el momento de que una oportunidad se abra, él la tomará sin pensar—Mordiendo el interior de mi mejilla, miré hacia mis manos, mi estómago cayó ligeramente.
—Puede que no haya estado aquí desde el comienzo pero puedo verlo en su cara cuando te mira, él te ama y arriesgaría su vida para asegurarse de que tu estas bien. Sé que él sabe que esto te está matando. Cualquier chica que tenga que ver a su novio luchando por su vida tiene todo el derecho para preocuparse en mi libro, pero, maldita sea Selena, acabarás en una habitación de hospital si no paras esto ahora mismo. El pensar demasiado las cosas, la ansiedad, todo ello, no es saludable para ti—Lamiendo su labios, el suspiró, disminuyendo su voz a un sordo susurro—Sé que no has estado comiendo...
—Levantando mi cabeza rápidamente, le miré a él con los ojos abiertos completamente, mi boca se estaba secando—¿De que estas hablando?
—Te has puesto más menuda a lo largo de las dos últimas semanas, Selena... no voy a sacar conclusiones, pero no puedes hacer esto más. Tienes que volver a tu camino, ¿vale? Si Justin se entera de que no has estado comiendo porque estabas tan absorta en asegurarte de que él se recuperaba, él... —Sacudiendo su cabeza, el negó con su cabeza, apartando sus ojos de la carretera mientras el empezaba a conducir de nuevo—Él nunca se perdonará a sí mismo.
—Reprimiendo las lágrimas que amenazaban con caer, me forcé a mí misma para mirar adelante—No sé de qué estas hablando.
—Selena…—Spencer murmuró, desinflado—Yo…
—Estoy bien, ¿vale?—Le interrumpí bruscamente, “Estas pasando demasiado tiempo con John. Tu trabajo es llevarme a donde quiera, cuando quiera y asegurarte de que estoy a salvo. En ninguna parte de la descripción del trabajo dice que tú puedas vigilarme como si fuera una niña.
—Solo estoy diciendo que…
—Nada, tú no estás diciendo nada porque esta conversación está terminada y acabada—Obstinadamente, crucé mis brazos contra mi pecho, negándome a hablar más.

Derrotado, el dejó escapar un suspiro, sacudiendo su cabeza mientras él se volvía en silencio hacia la muy familiar calle. Finalmente llegando a la casa después de lo que se sintió como horas, salí del coche antes de que él ni siquiera tuviera la oportunidad de aparcar correctamente, asegurándome de cerrar la puerta de un portazo detrás de mí, mientras hacía mi camino rápidamente hacia el camino y la puerta delantera. Hurgando en mi bolso por mis llaves, me las arreglé para encontrarlas.
Dejando caer mi bolso en el suelo junto a la esquina del hall que se volvía hacia el living, estaba lista para subir las escaleras para descansar algo cuando la tenue iluminación se emitió sobre una mesa hermosamente expuesta con una tela blanca cubriéndola, los pedales se escurrían alrededor de ella y las sillas, sentí mi corazón hincharse con la sorpresa. Vacilante, hice mi camino hacia ello, mis ojos encubrían con asombro. Cogiendo las flores en un florero delgado en medio de la mesa, había hermosa porcelana colocada en frente de cada silla con comida acompañando a la vez, el vino estaba en un recipiente con hielo en la esquina asegurándose de que la negatividad que sentí momentos antes se desvaneciera en el ligero aire.

—¿Te gusta?—Levanté mi cabeza rápidamente para ver a Justin entrando en el living mirando como si él estuviera recién salido de una revista con un par de jeans ajustados, una camiseta en cuello V blanca y una americana negra.
—¿Gustarme?—Susurré, mirando a todo una vez más con admiración—Me encanta Justin, ¿hiciste todo esto tú mismo?—Miré boquiabierta mientras él sonreía cálidamente hacia mí.
—Sí, me sentí mal como las cosas terminaron entre nosotros antes y sé que no hemos tenido verdadero tiempo tú y yo en mucho tiempo, así que pensé que ahora sería hora de compensarlo por eso—Agarrando mi rostro entre sus manos, salté por el repentino contacto, obviamente ante lo rápido que él se aproximó hacia mí. Después de apartarme del beso, el me miró hacia abajo con una confundida expresión en su rostro—¿Estas bien?—Deslizando sus manos por mis brazos él los frotó a los dos reconfortantemente de arriba a abajo, agachándose para que sus ojos estuvieran en frente de los míos, el los buscó—¿Cariño?
—Reaccionando, negué con mi cabeza—Si, estoy bien. Simplemente no te vi venir hacia mi tan rápido—Reí—Supongo que me aturdí un poco... realmente me sorprendiste esta noche—Forzando una sonrisa, me incliné hacia delante, dándole un casto beso—Me gustaría poder haber tenido un aviso o algo, parezco un desastre total.
—Te ves hermosa no importa lo que pase—Agarrando mis manos en las suyas, Justin sonrió de oreja a oreja, sus ojos brillaban—¿Tienes hambre?

Mirando hacia abajo a los platos llenos con comida, y luego a él, mi estómago gruñó mientras las palabras de Spencer sonaban en mis oídos, Te has puesto más menuda, sonreí.

—Muero de hambre—Esperando mientras el sacaba mi asiento hacia afuera, me senté mientras Justin tomaba uno en frente de mí—Parece delicioso.
—Gracias, yo lo hice—Él mantuvo su cuello hacia arriba, rozando sus hombros en broma.
—Ignorándole, solté una risita—¿Tu hiciste esto?—Señalé hacia el plato lleno con bistec, judías verdes y patatas.
—Bueno con ayuda de mi madre por supuesto—Sonriéndome, el abrió una botella de vino, vertiendo un poco dentro de ambos de nuestros vasos—No quería terminar haciéndolo todo yo mismo y arruinarlo
—Es perfecto, no importa el qué—Tomando un trago después de que el me diera el vaso, gemí en satisfacción por la fría sustancia corriendo por mi garganta, refrigerándome hasta los huesos—¿Cómo está tu madre, de todos modos? ¿Está bien?
—Sí, ella todavía está conmocionada pero ella ha llegado a un acuerdo con todo—Limpiando sus labios contra su servilleta, el me miró hacia mí—¿Cómo fue la Universidad?
—Fue... bien, la Universidad. Nada diferente, es todavía molesta y una pérdida de tiempo—Me encogí de hombros, lamiendo mis labios.
—Ladeando su cabeza hacia un lado, el entrecerró sus ojos hacia mí con recelo—En otras palabras, podrías haberte quedado en casa conmigo todo el día.
—Justin... —Reí.
—Solo estoy diciendo—El levantó sus manos—Pero entonces, no hubiera podido hacer todo esto—El hizo un gesto alrededor de nosotros—así que supongo que estoy contento de que decidieras marcharte—Él sonrió.
—Supongo que no—Rodando mi cabello en un giró detrás de mi cabeza, agarré el tenedor y el cuchillo, cortándome a mí misma una pieza de bistec antes de, cuidadosamente, llevarlo dentro de mi boca y morderlo. Masticando lentamente, sostuve mi cara neutral, de manera que no le regalara nada a Justin, que actualmente me estaba mirando con curiosidad.
—Así que... —Justin empezó—¿Como esta?
—Esta... —Tragándolo, incliné mi cabeza hacia un lado mientras lo consideraba—Realmente bueno. ¿Quién sabía que podrías en realidad cocinar un poco? —Sonreí, riendo mientras Justin me disparó una mirada de odio.
—Bueno, yo nunca dije que no pudiera, solo que no lo he intentado realmente, para ser honesto. Salir afuera era simplemente más fácil y consumía menos tiempo.
—Y poco saludable para ti—Señalé, en voz alta mientras tomaba otro sorbo de vino.
—¿Qué hay de malo en algunas hamburguesas de queso y patatas fritas? No entiendo las teorías de alguna gente. Quiero decir, sabe bien, ¿a quién le importa cuántos carbohidratos tiene?
—Eres tan chico.
—Tomaré eso como un cumplido, porque en realidad, exactamente no me gustaría ser considerado como una mujer, así que—Él se encogió de hombros, tomando un mordisco de su pan mientras él sonreía infantilmente hacia mí.
—Definitivamente no eres una chica, puedo decir eso aunque tiendas a quejarte como una. Eres peor que yo la mitad del tiempo.
—Lo sabrías—Él sonrió engreídamente, moviendo sus cejas—Y exactamente yo no consideraría que tu fueras una mejor que yo. Eres un dolor en el culo cuando lo quieres ser…Haciendo una pausa, el torció sus labios hacia un lado—O todo el tiempo, para ser exacto.
—Idiota—Murmuré lo suficientemente claro para que él lo escuchara
—Tú me quieres—El bromeó sabiendo que no podría estar en desacuerdo exactamente con eso.

Suspirando en derrota, apuñalé el bistec con mi tenedor resistente, cortándolo antes de llevarlo a mi boca. Mirándome con nada más que adoración y diversión en sus ojos, Justin rió en voz baja, mirándome por encima del borde de su vaso.

—Así que—Empecé, queriendo cambiar de tema—Estaba pensando en que me podría hacer útil a mí misma por aquí, ya sabes, con todo lo que ha pasado...
—Ya te dije Selena, no tienes por qué preocuparte por eso—El agitó una mano con desdén a pesar de que yo pude sentir el interés burbujeando en su interior.
—Sí, si y ¿cuándo te he escuchado alguna vez a lo que tengas que decir?—Sonreí inocentemente.
Gruñendo en voz baja, Justin rodó sus ojos, sabiendo que yo tenía razón.
—De todas forma, no puedo cocinar, lo que ya te he establecido por mis numerosos intentos fallidos en la cocina, pero si me pudieras dar una pistola…
—Ahogándose, Justin casi escupe el trago de vino que el acababa de tomar, hacia afuera—¿Que acabas de decir?
—Sin prestar atención a su pregunta, continué con lo que estaba diciendo—Podría probablemente hacer algo de daño, si alguna vez necesitas un apoyo, sé que necesitas alguna gente y siempre podrías llamarme a mí.
—Selena…—Justin negó con su cabeza, completamente sorprendido, sin palabras por no decir menos.
—¿Qué? es un gran negocio. Ni siquiera tienes que pagarme. Podría espiar para ti o algo así. Soy pequeña, podría esconderme fácilmente.
—O hacer que te maten fácilmente—Poniendo sus manos sobre la mesa, Justin lamió sus labios, tratando de dar sentido a lo que estaba diciendo, sin tener en cuenta la creciente sonrisa en mi cara.
—Justin...
—Ya te dije que no te quiero en cualquier lugar cerca de mi negocio, ¿estás loca?—El divagó.
—Justin...—Reí.
—Ya es lo suficientemente peligroso como están las cosas, lanzarte en la mezcla no hará las cosas más fáciles para nosotros o para mí, para el caso...
—Justin... —Empecé de nuevo, tratando de capturar su atención, sin ninguna suerte.
—Si algo te pasa alguna vez a ti…
—¡Justin!—Reí mientras el levantaba su cabeza rápidamente, mirándome directamente a los ojos—Solo estaba bromeando—Sonreí—Quiero decir, entiendo que tu trabajo está completamente fuera de límites y para ser honesta contigo, no querría... —Arrugando mi rostro en disgusto, negué con mi cabeza—¿Sabes? Tú haces lo que haces y eso está bien. Esa es una parte de estar contigo, a pesar de que lo odio.
—Mirándome hacia mí con escepticismo, Justin presionó sus labios juntos—... y ¿estas segura de que estas bien con eso?
—Justin—Reí—De verdad solo estaba bromeando. No quiero ser parte de ello; estoy bien simplemente siendo tu novia—Cruzando mis piernas, tiré un pedazo de pan en mi boca, guiñando un ojo juguetonamente hacia él.
—Dejando escapar una respiración que él ni siquiera sabía que había estado conteniendo en todo este tiempo, él se recostó en su silla, desviado—Eres un personaje, ¿sabes eso?
—Vaya, gracias—Sonreí—Tomaré eso como un cumplido—Bromeé, lanzando sus propias palabras hacia él.
—Echaba de menos esto—El confesó—Solo nosotros, cenando como solíamos hacer, menos ocultarnos y andar a escondidas.
—Eso siempre fue angustioso. Quiero decir, ¿qué es lo peor que te podría haber pasado? Echarte, mientras yo probablemente me hubiera metido en muchos problemas... —Sacudiendo mi cabeza, reí—Recuerdo cuando viniste el día que fuiste apuñalado y a la mañana siguiente mi madre entro en mi habitación y vio que tenían un chupetón y tuve que mentirle diciendo que me quemé. Quería matarte.
—¿Entonces, porque no lo hiciste?
—Reflexionando el pensamiento, conecté mi dedo índice en mi barbilla—No lo sé—Riendo, luché largo y duro para recuperar la memoria—Supongo que me olvidé—Me encogí de hombros.
—O simplemente parecías recordar lo buen besador que era y al instante me perdonaste—Él sonrió arrogantemente. 
—Sí, no creo que fuera eso.
—¿Porque tienes que ser así?—El bromeó—¿No podías simplemente admitirlo?
—¿Y hacer a ese ego tuyo incluso más grande?—Arqueé mis cejas sugestivamente—No gracias.
—No eres divertida—Justin hizo un puchero.
—Eres tan niño—Sacudí mi cabeza—Dime, ¿cómo es que tienes veintiuno?
—¿Puedes explicarme como es que tienes veinte? Podría haber jurado que tenías todavía dieciséis—El respondió.
—Ouch—Siseé en tristeza falsa, cerniéndome sobre mi corazón con una mano—Eso hiere mis sentimientos—Comenté sarcásticamente.
—Bien—Justin se rió, el silencio nos envolvía; cómodamente tomando el control mientras nosotros dos estábamos allí, mirándonos el uno al otro.
—Sonriendo, mordí mi labio. Viéndole con vida y sano en frente de mí, era todo una bendición en sí—Gracias—Susurré—Por todo... esto realmente fue increíble. Realmente te superaste a ti mismo esta noche—Admití tímidamente mientras metía un mechón de cabello detrás de mí oreja.
—No te mereces más que lo mejor—Justin se encogió de hombros, sus ojos brillaban bajo la tenue luz—Siempre—Él murmuró suavemente. Inclinándose, Justin agarró mi mano en la suya, deslizando el pulgar sobre la parte superior de ella, imaginando algo—¿Selena?
—¿Hm? —Apartando mis ojos de nuestras manos, le miré, sintiendo mi corazón contraerse ante el tipo que significaba el mundo para mí.

Mordiendo la comisura de su labio, el sacudió su cabeza, las venas en su cuello se apretaban mientras su nuez de Adam se movía lentamente hacia abajo por su garganta, las cejas se volvieron hacia dentro en dura concentración.

—Justin—Reí ligeramente—¿Estas bien?
—¿Sabes qué? —El susurró, reaccionando mientras cubría sus labios con su lengua—Podrías en realidad hacer algo por mí.
—Abriendo mis ojos, le sonreí—¡Eso es genial! ¿Qué es lo que necesitas que haga yo?—Levantándome, empecé a agarrar los platos, considerablemente encargándome por mi misma para terminar la cena, siendo que los dos acabamos—Puedo finalmente hacer algo por ti. Ya sabes, estaba empezando a pensar que te estabas cansando de mí, siempre tratando de ayudarte y eso era completamente injusto…
—Selena…—Justin se entrecortó, riéndose mientras yo continuaba tocando las cosas de la mesa. Agarrando mis muñecas, el me impidió continuar. Cogiendo los platos de mí, él los puso de nuevo abajo, antes de capturar mis manos en las suyas.
—Confundida, sentí mi corazón ir a toda velocidad mientras yo me ponía de pie con toda mi longitud—¿Que está mal?—Susurré, sintiéndome un poco mareada en el momento—¿Está todo bien?
—Todo está bien—El sacudió su cabeza—Yo solo...—Mirando más allá de mi como si yo fuera un fantasma, pude ver que él estaba perdiéndose en el pensamiento—No sé cómo hacer esto.
—Justin... —Reí nerviosamente, mis palmas al instante se humedecieron ante el pensamiento del imposible hilo por mi mente.
—Lo siento—Él dijo después de unos momentos de silencio.
—Tejiendo mis cejas juntas, miré hacia arriba a él desconcertada—¿Por qué? —Negué con mi cabeza—Tu no hiciste nada.
—Por todo—Él se encogió de hombros, la decepción era evidente en los soles de sus irises—desde el principio de nuestra relación no ha sido nada más que una montaña rusa y tú no mereces eso... tu mereces algo mucho mejor que lo que yo te puedo dar.
—Lo que tú me das es más de lo que yo pedí—Declaré sinceramente—Tú me diste un hogar, una familia aparte de en la que nací. Tú me mostraste algo que nunca hubiera podido descubrir sin ti... tú me mostraste que se siente al enamorarse.
—Yo arruiné mucho de lo que tu vida debía de ser—El murmuró en voz baja, con la intención de que solo sus orejas escucharan, pero yo me las había arreglado por escucharle a él también.
—No sé cuántas veces tengo que decirte que no puedes simplemente tirar todo sobre ti. No es tu culpa. Tu vida, lo que representa... entiendo lo que haces y porque lo haces y sé que tú no puedes controlarlo. Lo que pasa... —Haciendo una pausa, sentí mi garganta picar ante la intensidad de esta conversación—No voy a sentarme aquí y mentirte en tu cara y decir que estoy feliz con lo que se ha convertido todo, pero sabiendo que te tengo a ti, hace a todo que valga la pena porque sé que al final, siempre te tendré.
—Tú me tienes—El endureció su agarre en mis manos—Eso nunca cambiará.
—Entonces, ¿porque estás diciendo todo esto ahora mismo?—Dije, refiriéndome a la otra parte de esta conversación.

DANGER'S  BACK {JELENA} segunda temporada. {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora