Capítulo 27 "¿Donde demonios esta mi novio?"

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• Narra Selena…

Algo iba mal.

Podía sentirlo.

No sabía lo que era o que podía ser pero estaba allí. Esa sensación de hundimiento que siempre aparecía cuando algo terrible había ocurrido…el desgarramiento de tus entrañas siendo dividido desde dentro mientras el hundimiento de tu corazón quitaba todos tus deseos de pensar positivamente.
Ello me hizo revolver mi estómago. Sin saber que estaba pasando a tú alrededor o ni siquiera tener la remota idea de cualquier pista sobre lo que era que te estaba advirtiendo de no descomponerte.

Cuando Bruce llamó, no sabía que pensar. El casi nunca llamaba y la única vez que lo hizo fue para preguntarme sobre Justin y eso era algo que nunca él había hecho antes. Una cosa es que me preocupe, pero otra es cuando es al revés y Bruce es el único tratando de mantener la calma, sabes que algo no va bien.

Andando por el suelo de mi apartamento, sostuve la parte baja de mi estómago mientras pasaba distraídamente los dedos de mi mano libre por mi cabello, tirando de los extremos y examinándolos de vez en cuando.

- Necesitas quedarte quieta antes de té de un ataque de ansiedad - Carly sugestionó tranquilamente mientras ella se ponía a un lado de mí, sus ojos miraban cada movimiento mío mientras caminaba delante de ella.
- Sacudiendo mi cabeza, la ignoré, sin ni siquiera molestarme en responder mientras golpeaba mis manos a mis muslos con agravamiento - ¿Dónde demonios está? ¡Él dijo que iba a estar aquí hace media hora!
- Relájate, el probablemente se retrasó y necesitaba más tiempo para arreglar las cosas. Estoy segura que todo está bien, simplemente estas exagerando - Carly suspiró, cruzando sus brazos contra su pecho.
- Sabía que no debería de haberle dejado ir - Murmuré, negándome a prestar ninguna atención a Carly - Él todavía tiene que recuperarse de lo que pasó la última vez y yo solo... pensé que el sería capaz de manejar algo por su cuenta... - Haciendo una pausa, sacudí mi cabeza - Solo espero que él esté bien.
- Dándome una simpática sonrisa, Carly se apartó de la pared mientras ella hacia su camino hacia mí - Estoy segura de que él está bien - Reposando una reconfortante mano en mi espalda, ella la frotó hacia arriba y abajo en un movimiento suave.
- Pero Bruce ni siquiera sabe dónde está... - Empecé de nuevo - Él incluso llamó, Carly. El nunca llama especialmente cuando se trata de Justin.
- Él probablemente quería asegurarse de que las cosas estaban bien. Ya sabes cómo las cosas han estado estos últimos días. Todo el mundo está al borde con lo que está pasando - Abrazándome, Carly reposó su cabeza en mi hombro - No pienses demasiado en ello. Apuesto a que Justin entrará por esta puerta en cuestión de segundos - Ella me dio una sonrisa
- Lamiendo mis labios, me encogí de hombros, apartando mi mirada - Si tú lo dices - Apartándome, arrastré mis pies hacia el sofá mientras me dejaba caer en él, mis pies rápidamente golpearon contra el suelo de madera-- algo que suelo hacer cada vez que estoy nerviosa.
- Mira… - Carly empezó antes de detenerse, sus ojos se estrecharon hacia la ventana mientras daba un paso hacia ella - Espera... ¿es ese el coche de ellos?
- Saltando sobre mis pies, corrí hacia donde estaba Carly de pie, mirando por encima de su hombro para ver que era - ¿Que está haciendo aquí?
- Quizás Justin cogió ese coche en vez del suyo - Carly sugirió mientras me dirigía una mirada con mala cara por el desconocimiento.
- Solo hay una manera de descubrirlo - Pasando por delante de ella, salí apresuradamente por la puerta y bajé las escaleras casi tropezando con mis dos pies mientras hacía lo que dije.

Siguiéndome detrás, Carly cerró la puerta detrás de ella.

La puerta del coche se abrió mientras yo contenía la respiración, esperando y rezando de que fuera Justin pero no tardó en decepcionarme cuando en su lugar, Bruce salió, con una expresión indescifrable en su rostro.


- ¿Bruce? - Pregunté en voz alta mientras daba unos pocos pasos vacilantes hacia él, sorprendida de que él hubiera venido aquí - ¿Donde esta Justin?”

Mirando a todo menos a mí, Bruce frotó la parte trasera de su cuello mientras el tragaba saliva duramente.

- ¿Bruce? - Supuse, el silencio que nos envolvía me estaba ahogando.

Sacudiendo su cabeza, el volvió su atención hacia el suelo mientras el miraba la punta de su zapato rozando contra el cemento.
Mirando hacia atrás a Carly con una expresión de preocupación en mi cara, ella simplemente mordió su labio, sin saber que decir. Girando mi cabeza alrededor, deje escapar un lamento frustrado.

- ¿Vas a responderme? ¿Qué demonios está pasando?”

Encontrándose con mis ojos por primera vez desde que él vino, casi me quedo sin aliento ante el enrojecimiento que delineaba sus ojos, había una mirada distante en los soles de sus irises mientras él me miraba inexpresivamente.

- Lo siento - El susurró, su voz era ronca.
- Bruce... - Me interrumpí - ¿Qué quieres decir? ¿De que estas hablando? ¿Que sientes? - le miré, desconcertada. Poniéndome de pie sobre las puntas de mis zapatos, traté de mirar más allá de él, - ¿Donde esta Justin? ¿Está contigo? ¿Él llamó?
- Selena… - Bruce me interrumpió - Para.
- ¿Qué quieres decir con para? ¿Dónde demonios esta mi novio? ¿Qué mierda está pasando Bruce?- Escupí, sin importarme un bledo en absoluto a estas alturas si los vecinos me escuchaban, mientras apresuradamente lanzaba una pregunta tras otra.
- Si puedes, simplemente ven conmigo - Bruce agarró mi codo - Te explicaré en el camino…
- ¡No! - Soltándome de su agarre, di un paso hacia atrás - ¿Que me estas escondiendo? ¿Qué es eso que no me puedes decir ahora?”

Continuando ignorando mis desesperadas súplicas, Bruce simplemente se quedó de pie allí, perdido en la transición.

- Bruce… - Empecé antes de que viera el residuo rojo manchado en la parte delante de su camiseta. Jadeando, golpeé una mano en mi boca - ¿Eso es…es sangre? ¿Estas sangrando? Oh Dios mío, ¿qué te pasó?
- Selena… - Bruce sacudió su cabeza, la tristeza le abrumaba mientras él se acercaba a mí -Estoy bien, no soy yo quien…
- ¡¿Qué quieres decir con que estas bien?! ¡Estas sangrando Bruce! - Grité, mirándome fijamente con incredulidad como si él hubiera perdido la cabeza - Oh Dios, ¿ellos volvieron? ¿Los Snipers volvieron? ¿Te hicieron daño? ¿Justin lo sabe?
- ¡Selena! - Bruce gritó, silenciándome de inmediato - No es mi sangre - El murmuró suavemente, tomándome por sorpresa.
- Frunciendo mis cejas juntas en confusión, ladeé mi cabeza hacia un lado con asombro - ¿De que estas hablando? ¿Qué quieres decir con que no es tu sangre? Lo he visto con mis propios ojos Bruce; esta en tu camiseta - Señalé; la perplejidad iba más allá de la idea sobre lo que estaba pasando.
- Cerrando sus ojos, Bruce tomó una profunda respiración a través de su nariz - No es mi sangre porque yo no fui al que le dispararon esta noche...
- Procesando las palabras que acababan de salir de su boca, sentí mi estómago caer al suelo - ¿Disparado? - Susurré, las palabras salían distantes en mis oídos - ¿Alguien fue…? Si a ti no te dispararon entonces ¿a quién...?”

Encontrando mis ojos una vez más, traté duramente de no colapsarme justo en ese momento y allí. La cantidad de emociones que corrían a través de Bruce a la vez y viajaron hacia mí, era intensa y fue entonces cuando finalmente me di cuenta de lo que él había estado tratando de decirme todo el tiempo.

- Justin... - Murmuré más para mí misma que para nadie más, pero, no obstante, Bruce me escuchó y en el momento en el que su nombre salió de mis labios en realización--a pesar de que esperaba estar equivocada… un fruncimiento tiró de los extremos de mis labios, dándome toda la confirmación que necesitaba - No.. - Negué con mi cabeza - No, él está bien. Tu estas mintiendo.
- Selena… - Llegando a mí, quité la mano de Bruce con brusquedad.
- ¡No! - Espeté, negándome a creer nada - Lo vi Bruce, solo hace unas horas. Él estaba bien, él estaba muy bien...
- Traté de convencerle de no ir solo Selena, pero el no quiso escucharme. Él era persistente en ocuparse de ello él mismo - Bruce se acercó más - Marcus fue el único que le encontró. Lo siento. Por favor, tienes que venir conmigo. No tenemos mucho tiempo…
- No te creo - Susurré con un fuerte temblor de mi cabeza - No es posible. Como pudo… como pudieron hacerle daño si él estaba bien justo antes… no tiene ningún sentido. No tiene sentido. Si los Snipers se fueron, ¿quién trataría de hacerle daño?
- Hay una fila de gente que está dispuesto a hacer cualquier cosa para derribarle. Selena, no podemos preocuparnos por esto ahora mismo. Tenemos que irnos - Agarrando mi codo, más fuerte esta vez, Bruce empezó a arrastrarme hacia su coche. Abriendo la puerta del lado del pasajero, el me sentó dentro antes de cerrar de un portazo la puerta y hacer su camino alrededor.

Esperando hasta que Carly se sentó en el asiento de atrás, Bruce no dudó antes de conducir a toda velocidad por la calle, sin ni siquiera preocuparse por los policías mientras el corría a través de los dos semáforos en rojo, sus ojos estaban fijos en la carretera delante de él.

Girando hacia un carril separado, el dobló una esquina antes de cambiar de marcha y pisar aún más el acelerador mientras le impulsaba hacia delante. Arreglándoselas para no golpear a ningún coche, Bruce se desvió hacia un lado del trayecto antes de bajar de velocidad cerca de la salida que nos conducía al hospital. Conteniendo mi respiración en el momento en el que las letras rojas en las que se leían SALA DE EMERGENCIA brillaron antes mis ojos, me aparté de ellas, negándome a dejar que el hecho de que estábamos aquí, se apoderara de mí.
Apagando el motor en frente de la entrada, Bruce saltó del coche, tirándole las llaves a Marco que estaba de pie esperándonos y ni siquiera se dio cuenta. Agarrándolas, Marco tomó el lugar de Bruce mientras él salía a toda velocidad para aparcar el coche una vez que Carly y yo salimos de él.

Agarrando mi brazo, Bruce me condujo a través de la puerta y hacia el ascensor. Una vez dentro, el golpeó repetidas veces el número doce, su pie estaba golpeando contra las baldosas del suelo con impaciencia. 
Cuando la campanilla que indicaba que habíamos llegado a la tercera planta, se escuchó, Bruce apenas esperó a que se abrieran las puertas mientras salía apresuradamente e iba a través de las puertas dobles abiertas, donde una serie de médicos estaban en torno a una camilla, gritando frases unos a otros mientras ellos comprobaban el pulso de la persona que estaba tumbada sobre ella. Mirando de nuevo, casi me desmayé una vez que me di cuenta que la persona que yacía inconsciente era Justin.

- Oh Dios mío - Sollocé; cediendo mientras mis rodillas se debilitaban. Apartándome del agarre de Bruce, empujé a los doctores que rodeaban a mi chico mientras corría a su lado – Justin - Jadeé, sin ser capaz de creer a mis ojos mientras me daba cuenta de la máquina de oxígeno y los incontables cables que estaban conectados a él. Mirando las manchas de sangre en su pecho, apreté mis ojos cerrándolos una vez que vi la herida cubierta, lo que supuse que era donde le habían disparado.
- Disculpe señorita - Una enfermera fue hacia mí, había una expresión de desconcierto en su cara - Pero no puede estar aquí…

Abriendo mi boca para tomar represalias, Bruce me hizo callar mientras él se volvía hacia la enfermera, hablándole en susurros, haciendo que ella retrocediera.
Sintiendo todos los ojos en mí, los ignoré mientras miraba hacia los ojos cerrados de Justin. Desesperadamente queriendo que se despertara, dejé escapar un estrangulado sollozo.

- Estoy aquí. Estoy aquí y te vas a poner bien. Vas a luchar contra esto porque eres fuerte... eres fuerte y tú no puedes… no puedes morir - Acercándome otra vez, pasé temblorosamente el dorso de mis dos dedos contra la leve barba en su barbilla, con cuidado de no tocar los cables mientras lo hacía – Necesitas… necesitas mantenerte con vida porque allí… - Ahogándome, tragué saliva duramente - Hay gente esperándote. Hay gente que te quiere... - Apartando su pelo, lamí mis labios - No puedes irte... no puedes irte, ¿De acuerdo? - Dejando escapar un suave gemido, sacudí mi cabeza - Por favor no te vayas - Supliqué, desesperada porque todo esto fuera una horrible pesadilla. Apretando su mano, pasé mi pulgar a través de ella - Tu siempre me decías que era una luchadora y estoy luchando. Estoy luchando por ti. Ahora mismo, ¿Si? Pero tú tienes que resistir, tienes que aguantar porque tú también eres un luchador. Tienes que luchar. Tienes que luchar para vivir cariño. Tienes que vivir. Hay mucha gente que te necesita... - Una forzada sonrisa se escapó a través de mis lágrimas - Yo, más que nada. ¿Sabes? Eres todo para mí. Tu solo… solo tienes que…
- La presión ha bajado - Una enfermera llamó al médico mientras ella clavaba una aguja en la línea IV que estaba conectada a las venas de Justin - He abierto fluidos.
- Señorita, tenemos que llevarle a operar - El doctor exclamó mientras él se ponía de pie al otro lado de Justin - Voy a pedirle que por favor se aparte y nos deje hacer nuestro trabajo.
- Levantando mi mirada para mirarle a él, asentí con mi cabeza mientras lamía mis labios, volviéndome hacia Justin - ¿Escuchas eso cariño? Ellos van a ayudarte. Ellos van a traerte de vuelta a mí - Susurré mientras inestablemente trataba de encontrar un lugar donde pudiera acariciarle para hacerle saber que estaba presente y para que con suerte, él pudiera sentir mi presencia a su lado
- Señora, por favor, no tenemos mucho tiempo - El doctor dijo con sinceridad mientras él me insistía retroceder.

Dando un paso hacia atrás, rodeé mis brazos alrededor de mi cuerpo, mi puño estaba escondido bajo mi barbilla mientras veía como se llevaban a Justin. Se sentía como si allí hubiera habido un gran vacío en mi corazón. Me sentía perdida, con miedo... sol. La única persona que podía ayudarme a mantenerme bajo control y pensar con claridad estaba ahora en una cama en la sala de emergencias siendo preparado para operar y nadie de nosotros tenía ninguna idea de si él iba a sobrevivir o no.
No estaba acostumbrada a esto. No sabía que hacer... no tenía ni idea si debería de esperar, averiguar que estaba pasando, rezar en la capilla que había aquí en el hospital, preguntar si podría ver la operación o esperar en la habitación a que Justin llegara después de que ellos le operaran.

No sabía si iba él lo iba a lograr.

No sabía si él iba a despertar alguna vez.

No sabía si la última vez que había hablado con él hoy, sería absolutamente la última vez que le diría algo a él o volvería a ver sus ojos de nuevo. No sabía si el sabría que se sentía estar en sus brazos, como se sentía besarle o si alguna vez le escucharía decir que me ama... no sabía nada y me estaba comiendo viva.

Ya nada tenía sentido para mí.

Se sentía como si hiciera lo que hiciese, no importa cuántas veces al día rezara por que las cosas simplemente volvieran a la normalidad, todo estaba destinado a estar destruido. Toda esta idea de que las cosas buenas pasan a la gente buena y como serán recompensados por todas las cosas que ellos han hecho en este mundo, parecía perdida. Hay demasiado buena gente, con buen corazón; personas amables que hacen mucho y todavía sufren mucho más que aquellos que merecen lo peor, que hacen a todo esto demasiado bueno para ser verdad. Cada día pasa y nosotros ignoramos como de rotos estamos todos y lo jodido que este mundo resultó ser. Nos convencemos a nosotros mismos de que todo va a estar bien y que estamos bien pero ello no está bien… no estamos bien. Y una vez que lo aceptas, no hay vuelta atrás. No hay más esperanza, no hay más fe. Solo lo sabes, admites el hecho de que las cosas simplemente no van a ser las mismas nunca más.


- Vamos a necesitar más ayuda - Una voz se escuchó desde mi derecha y mientras me volvía, me di cuenta de que era de una de las enfermeras que estaba atendiendo a Justin momentos antes - Contacta con la enfermera Angeline inmediatamente seguida por Diane, Anne y Willis. Es urgente y necesitamos hacer esto ahora. No tenemos mucho tiempo, ¿está la enfermera Gomez?

Una repentina bombilla se encendió en mi cabeza, trayéndome de vuelta rápidamente a la realidad mientras la realización se filtraba en mí. Ni siquiera esperé a escuchar lo que la otra enfermera tenía que decir antes de que girara sobre los talones de mis pies y me precipitara a través de las puertas dobles y yendo por el pasillo ignorando las llamadas de Bruce para que volviera. Mirando de izquierda a derecha, decidí girar a la izquierda, sabiendo que había un conjunto de escaleras que conducían a la siguiente planta (siendo la única impaciente en no querer coger el ascensor). Corriendo por el tramo, me sostuve a mí misma contra la pared, tratando de contener mi respiración mientras doblaba una esquina, empujando a unas enfermeras que estaban de pie hablando entre sí, hasta llegué a su oficina central.


- ¿Puedo ayudarte? - Una mujer delgada que llevaba el nombre de Josie… debido a la etiqueta de su nombre, me preguntó con las cejas levantadas, había una delicada sonrisa en sus labios. Sus ojos, sin embargo, mostraban preocupación mientras ella se daba cuenta de las lágrimas secas en mis mejillas.
- Ignorándola, mire alrededor de la habitación - ¿Esta Amanda Gomez aquí?
- Ella se acaba de ir hace una hora... ¿estás bien querida? ¿Te gustaría un poco de agua? - La preocupación estaba atada a sus palabras
- No - Espeté, mis ojos se deslizaban a través de los de ella - Solo la quiero a ella - Murmuré a pesar de las lágrimas que amenazaban con caer - Quiero a mi madre.
- ¿Eres la hija de Amanda? - Sus labios se entreabrieron mientras ella digería la información. Sacudiendo su cabeza para librarse de la sorpresa, sabiendo que no estaba de humor para perder tiempo, ella aclaró su garganta - ¿Te gustaría que la mandara llamar para ti?
- Por favor. - Consentí desesperadamente, mis hombros caían mientras miraba a Josie presionar unos pocos números en su buscapersonas.

Ni siquiera un segundo después, mi madre entró a través de las puertas dobles justo al otro extremo de la habitación, mirando hacia abajo a su portapapeles en sus manos.

- Josie, ¿qué es tan urgente que no pudiste esperar hasta que terminara con mi paciente?
- Mamá - Sollocé, mirando mientras ella levantaba su cabeza rápidamente con desconcierto.
- Selena… - Ella exclamó, sorprendida. Había pasado un largo año o así desde que la vi por última vez y eso es el tiempo más largo que hemos estado sin vernos - Cariño, ¿qué estás haciendo aquí? ¿Que está mal? - Metiendo su portapapeles debajo de su brazo, ella aligeró su paso para llegar a mí.
- Corriendo hacia ella, lancé mis manos alrededor de su cuello - Tienes que ayudarme, por favor. Por favor mamá… - Lloré - Tienes que asegurarte de que él va a estar bien. Tienes que ayudarlo - Hice un gesto hacia el pasillo detrás de mí - Tienes que… tienes que mantenerlo con vida mama, porque lo necesito - Agarrando sus hombros, me aferré a ella por apoyo - Lo amo mucho, por favor mamá - Desesperadamente ahogada entre gritos mientras me aferraba a ella como si me fuera la vida en ello, con miedo de que si me soltaba, ella se marchara.
- Selena - Ella agarró mis manos, dándoles un suave apretón - Uno por uno. Cálmate, respira por mi cariño. Respira y dime que pasó.
- Es Just…Justin… - Negué con mi cabeza, tratando de formar una frase lo suficientemente coherente para que ella la entendiera - Algo pasó y le dispararon mamá… Le dispararon y no sé porque, no sé nada - Cubrí mi cara con mis manos, temblando mientras le abrazaba una vez más - Todo lo que sé es que le van a operar y necesito que le ayudes. ¿De acuerdo? - Le miré a los ojos, internamente suplicando con todo mi ser para que ella me escuchara - Tienes que ir allí y asegurarte de que ellos no lo arruinan. Tienes que asegurarte de que lo traen de vuelta conmigo porque lo necesito - Mis dientes se hundieron en mi labio inferior mientras inhalaba una profunda respiración - Por favor, tienes que hacer esto por mí. Sé que lo odias. Probablemente me odias a mí también y no te culpo pero él es todo… todo para mí - Negué con mi cabeza mientras me desplomaba en sus brazos, sin ser capaz de soportarme a mí misma por más tiempo - Por favor.
- Hundiéndose en el suelo sosteniéndome, mi madre dejo caer el portapapeles, mientras ella envolvía sus brazos proyectivamente a mi alrededor - Shh cariño, shh, no pasa nada. No te odio cariño, nunca podría odiarte - Ella tranquilizó en mi oído, sus dedos apartaban mi pelo hacia atrás mientras ella frotaba el lado de mi mejilla - Todo va a estar bien. Me voy a asegurar de que la operación sale bien. Voy a dar lo mejor de mí para garantizar su seguridad, pero voy a necesitar que respires porque Justin no será el único en la habitación de un hospital si continúas así - Ella se acercó severamente con un tono de voz duro aunque con la gentileza que ella siempre llevaba a través de situaciones serias.
- Como puedo… como puedo parar de saber que él, Dios, ni siquiera puedo terminar esa frase - Bajé mi cabeza, aferrándome al brazo de mi madre mientras continuaba llorando en su hombro - ¿Por qué…porque esto siempre tiene que pasar? ¿Porque no podemos ser simplemente felices? No lo entiendo mama. No hago nada malo. Yo… ¿porque la gente no puede simplemente dejarnos en paz?
- No podemos cuestionar los motivos de Dios, cariño. Todo lo que podemos hacer es rezar y creer en Dios para que Justin salga bien de la operación. - Limpiando mis lágrimas, ella acarició mis mejillas con sus pulgares - Vamos, ¿piensas que si Justin estuviera aquí ahora mismo, quería verte llorar?
- N…No - Murmuré, sollozando.
- Bien, entonces ven conmigo - Poniéndose de pie, ella me ayudo a levantarme antes de agarrar su portapapeles del suelo y entregárselo a Josie - Asegúrate de que le dan a Katherine estos registros y dile que tengo un asunto urgente para atener en el quirófano.

Cogiendo el portapapeles, Josie escaneó los documentos mientras ella asentía con su cabeza, sin ni siquiera emitir una sola palabra de su boca.

- Amanda - Alzando la vista, resulto ser la señora de arriba con la que estaba hablando la enfermera - Tenemos una operación de urgencia ocurriendo en estos momentos. Un paciente acaba de llegar justo ahora con una bala en el pecho…
- Haciendo una mueca ante sus palabras, mire como mi madre levantaba una mano para silenciarla - Ya se sobre la situación. Dile a él Doctor Francise que estaré allí inmediatamente. Tengo un par de cosas de las que ocuparme en primer lugar.
- Amanda…
- Mi hija me necesita Janice - Ella agarró mi mano - Estaré en la sala de autopsias en solo un par de minutos.
- Por supuesto - Retrocediendo, mi madre le dio un simple gesto antes de conducirme fuera de la habitación y llevarnos a la planta doce.

Conduciéndome hacia la sala de espera en el vestíbulo principal de la sala de urgencias, ella me sentó en la esquina del sofá.

- Voy a entrar ahora. Este proceso lleva un tiempo así que voy a necesitar que me esperes allí, ¿De acuerdo? Va a llevar horas asegurar que todas las acciones necesarias se llevan a cabo.”

Metiendo un mechón de mí cabello detrás de mí oreja, acurruqué mis piernas detrás de mí en el cómodo cojín, cogiendo una de las almohadas y abrazándola contra mí pecho.

- Vale - Susurré.
- Limpiando mi mejilla izquierda de lágrimas, ella presionó un suave beso en mi frente - Te veré pronto.
- Nos vemos - Murmuré - ¿Y mama?
- ¿Si cariño?
- Por favor tráelo de vuelta conmigo.
- Sus ojos cayeron en un gesto triste - Daré lo mejor de mí - Acariciando mi rodilla suavemente, ella se levantó, dándome una última mirada de consuelo antes de marcharse por la esquina.

DANGER'S  BACK {JELENA} segunda temporada. {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora