MUÑECA DE DIAMANTE

Capítulo 1

Disclaimer: Kimetsu no Yaiba (鬼滅の刃) es un manga escrito e ilustrado por Koyoharu Gotoge

KnY x OC (Original Character) 

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Narradora: Shimazu Nyoko

Mis piernas temblorosas dan pasos torpes, mis pies duelen; no sé cuánto tiempo llevamos corriendo hasta que los primeros rayos de sol empiezan a alumbrar el bosque en donde nos encontramos.

– Basta...– Escucho un suave murmullo provenir de Hayami, pero la ignoro y sigo jalando de su mano sin parar de caminar lo más rápido que nuestras piernas nos permiten. Ella se resiste a mi agarre lo que provoca que empezamos a forcejear hasta que caemos estrepitosamente al suelo espantando a algunas aves que salen de unos arbustos. – ¡Basta! Suéltame, no quiero que me toques – Hace un berrinche, mientras me empuja lejos de ella con sus pies haciéndome rodar.

– Cálmate, tenemos que encontrar un lugar seguro antes del anochecer– Trato de razonar serena para evitar una posible pelea, pero me hace caso omiso y empieza a correr lejos de mí, dificultosamente me levanto con mis piernas entumecidas, hago un último esfuerzo para alcanzarla y detenerla.

– Es tu culpa, todo es tu culpa – Cuando tomo su muñeca empieza a llorar y hace el vago intento de zafarse de mi agarre, trato de no oír sus palabras, solo está de mal humor por el cansancio. – Por tu culpa Chieko murió, si no fuera por ti ella estaría aquí con nosotras ¡la pudimos haber salvado! –

Estoy fastidiada, más de la mitad del camino no paró de recordarme la reciente muerte de mi hermana, no he dormido adecuadamente y he estado corriendo mientras la arrastraba por aproximadamente tres horas, mi paciencia alcanzó el límite hace rato, mi sangre hierve y no puedo evitar explotar. – ¡Cállate! No podía hacer nada más, Chieko pidió que escapáramos y eso hice. Ahora vamos a olvidarnos de esto y seguiremos viviendo como si nada hubiera pasado. Te agradecería mucho que dejaras de ser una carga y cooperes al caminar – Suelto su muñeca con brusquedad para empezar a caminar, me adelanto unos pasos, pero me doy cuenta de que no me sigue. – ¡Apresúrate, no tenemos todo el día! – Le grito sin poder controlarme, a pesar de que suelo ser lógica y calculadora siempre fui especialmente sensible hacia Hayami. La escucho sollozar, por lo que volteo y me detengo a observarla, dándome cuenta de que empieza a temblar.

– ¿Qué la olvidemos? ¿Qué vivamos felices mientras ella se pudre? – Bien, admito que lo eche a perder, realmente no quería decirlo de ese modo, pero explicarle eso ahora sería absurdo, la bomba ya había estallado. – LA QUE DEBÍO HABER MUERTO ERAS TÚ, NO TE QUIERO VOLVER A VER ASESINA ¡TE ODIO! –

Eso me tomo por sorpresa, era demasiado infantil como para tomarlo enserio, pero no puedo decir nada, siento un nudo en mi garganta que me detiene a hablar, todos los sentimientos que reprimí hasta ahora recorren mi cuerpo.

No lo soporto, por favor detente.

Pero ella no se detiene, los insultos siguen y quedo vulnerable ante ella.

Lo siento.

No fue mi culpa.

Si hubiera sido más fuerte...

– ¿Por qué tan solas pequeñas? – La ronca voz de un demonio resonó como eco en medio del bosque y su putrefacto olor inundó mis fosas nasales, estábamos tan distraídas discutiendo que no notamos su presencia.

¿De dónde salió? Se supone que ya es de día.

La distancia entre nosotras y él es larga, instintivamente reacciono y tomo a Hayami de su mano para ir hacia una pequeña parte del bosque, donde los árboles no hacían sombra y un haz de luz tocaba directamente, por suerte ella también reaccionó rápido y no quedo paralizada. El demonio alarga su brazo tratando de alcanzarnos, pero se quema al momento de contacto con el sol. Estamos salvadas por ahora, pero no podemos escapar, el bosque nos rodea, en el momento que salgamos de esta área seremos devoradas.