Capítulo 2

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Disclaimer: Kimetsu no Yaiba (鬼滅の刃) es un manga escrito e ilustrado por Koyoharu Gotoge

KnY x OC (Original Character)

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Narradora: Ishikawa Hayami

Apenas noto como Nyoko da el primer paso, me giro y sin mirar atrás empiezo a correr, estoy enojada con ella, sin embargo, me preocupa, incluso si quiero odiarla me es imposible, la muerte de Chieko fue culpa de nuestra propia debilidad. Las posibilidades de que Nyoko sobreviva son casi de un cero por ciento, pero yo confío en ella, sé qué hará lo posible por entretener al demonio y ayudarme a escapar.

Me tropiezo una cuantas veces en el camino, pero enseguida me vuelvo a levantar, no sé cuánto tiempo ella logré ganar, sin importar que vendré a buscarla con ayuda, así solo encuentre su cadáver viviré para vengarla y para que la muerte de Chieko no sea en vano.

Mis pies me hormiguean, llevo corriendo por un buen rato y todavía no salgo del bosque, solo falta que Nyo se haya equivocado, no, ella nunca se equivoca, su inteligencia, astucia e instinto son inhumanos.

Después de 5 minutos más logro visualizar la entrada ¡Lo sabía! empiezo a ver la entrada del pueblo del que hablaba Nyo.

Sin pensarlo mucho me adentro al lugar, pero siento la mirada penetrante de los pueblerinos que me hacen sentir incómoda, me trato de acercar a alguien para pedir ayuda, pero me evitan.

Algunos puestos empiezan a cerrar y otros cuantos empiezan a abrir, oigo las risas de unos niños que miran hacia mi dirección ¿Qué será tan gracioso?

– Ya viste su apariencia, pobrecita, tal vez se volvió loca – ¿De quién hablaran? Miro hacia los lados y no encuentro a nadie que encaje con una apariencia que de lástima.

Decido ignorarlos y voy a un pozo cercano para beber algo, será mejor estar hidratada para ser de ayuda y no un estorbo, por suerte el pozo está lleno de agua limpia, hasta puedo ver mi reflejo en el, estoy hecha un desastre.

Mi cara esta toda sucia y mis cabellos desordenados con algunas hojas y ramas, miro mi ropa y no está mejor, mi apariencia de lástima. Me rio internamente de mí hasta que caigo en cuenta de que esos niños se burlaban de mí y que las personas me evitaban por lo mismo, siento mis mejillas arder y veo mi cara totalmente sonrojada en el agua.

Bien, ahora mismo parezco una loca, solo deseo tomar agua e irme a algún lugar en donde me pueda lamentar de mi existencia por tan vergonzoso momento.

Siento como se refresca mi garganta, tomo un poco de agua entre mis manos para limpiar mi cara y brazos. Quito las ramas y hojas de mi cabello, lo mojo un poco para peinarlo en una hermosa trenza que me haga ver decente.

Me dirijo a un lugar donde me aseguro de que no mire nadie y me quito el kimono, volviéndomelo a poner al revés para que no me vea tan sucia.

Una vez lista vuelvo a las calles principales del pueblo, al acercarme a las personas estas son más receptivas que antes, que hipócritas, sin embargo, tengo que pedirles ayuda para ir a salvar a Nyoko.

Las personas parecen muy tranquilas a pesar de que está anocheciendo y la amenaza de demonios está a flote, esto me empieza a inquietar.

– Disculpe ¿por qué todos están tan tranquilos? ¿acaso no les preocupan los demonios? – Le pregunto a una mujer en un puesto de comida, que se ríe estrepitosamente de mí.

– Cariño los demonios no existen, ¿eres la nieta del loco? No le hagas caso a tu abuelo – dice la señora tomando mis preguntas como un invento ¡Ni siquiera se quién es el loco del que habla!

MUÑECA DE DIAMANTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora