Capítulo 3

25 4 0
                                    

Pov Soobin.

—¿Y si me corto el pelo?

Yeonjun acababa de formular una pregunta muy sencilla, pero no podía imaginar el efecto que iba a provocar en mí. A menudo jugaba conmigo misma a "y si...". Se había pasado todo el verano haciendo ese juego.

¿Y si hubiera sido otra persona la que le hubiera enseñado a Levi la escuela el primer día de clases?

¿Y si no hubiera visto su pin de "MANTÉN LA CALMA Y SIGUE COLGADO" y no me hubiera puesto a hablar con él para descubrir qué más teníamos en común?

¿Y si el tío Beomgyu no le hubiera mencionado a la mamá de Yeonjun el problema de los miércoles?

¿Y si su mamá no hubiera estado siempre ahí cuando yo la necesitaba?

Ése es el quid del juego de "y si...". Nadie conoce la respuesta a esas preguntas. Y puede que sea mejor así.

Porque por debajo de todos esos "y si..." se esconden otros mucho peores.

¿Y si aquel día no se me hubiera olvidado el libro de ciencias?

¿Y si no hubiera estado lloviendo?

¿Y si el otro conductor no hubiera estado usando su celular?

¿Y si mi mamá hubiera tardado tres segundos más en salir de casa?

¿Y si...?

—Eh, Soo —Lee agitó la mano delante de mi cara—. ¿Qué te parece?

Se quitó la liga para soltarse el pelo.

—Tengo la sensación de que, ahora que voy a empezar octavo, debería comenzar de cero.

Me encogí de hombros.

—A lo mejor te queda bien.

—Algunos de mis amigos de casa ya se lo cortaron.

De casa.

Aunque Yeon llevaba casi un año en Seul y sus padres no tenían previsto regresar, seguía refiriéndose a California como "su casa". Como si le costara aceptar que éste era su nuevo hogar.

—¿Y bien? —preguntó.

En aquel momento me di cuenta de que estábamos delante de la peluquería del centro comercial.

—¿Ahora mismo?

Titubeó unos instantes.

—¿Por qué no?

Veinte minutos después, aguardaba sentado en una butaca, peinado con la cola de caballo de siempre. El estilista la sujetó y empezó a trabajar con las tijeras. Segundos después, la cola de caballo colgaba de su mano.

El ex pelilargo se llevó las manos a la nuca.

—Qué fuerte.

Hablaba en un tono apagado, como si no acabara de creerse lo que había hecho.

La estilista me pasó la cola de caballo. Yo me la quedé mirando, preguntándome cuánto tiempo habría tardado en crecer. Pensando en la vida que llevaba Yeonjun antes de conocerme. En aquel momento, comprendí lo que significa empezar de cero.

En cierto sentido, yo también había sentido que tendría que empezar de cero después del accidente. Sin embargo, aún me despertaba en la misma cama, iba a la misma escuela, tenía los mismos amigos. Es un alivio despertarte por la mañana y saber que estás en casa. Tenía la esperanza de que algún día, muy pronto, Yeon también tendría la sensación de que éste era su hogar.

¿Y si quedamos como amigos?|Yeonbin (CY & CS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora