El golpeteo frenético de la puerta hizo que un peliblanco dejará el mundo de los sueño, se puso de pie y camino pesadamente hacia la entrada de la Mansión Chimenea, abrió la puerta unos cuantos centímetros cuando dos figuras femeninas entraron de golpe tumbandolo en el proceso, no eran nada más ni nada menos que las gemelas amazonas de la familia Loki, no pasaron ni cinco segundos cuando escucho a una de las chicas hablar
-¡¡A-ARGONAUTA-KUN, NECESITAMOS TU AYUDA!!-Tiona giraba su cabeza de lado a lado intentando encontrar al conejo
-Aqui abajo-dijo desde el suelo, la amazona le extendió la mano y lo ayudo a ponerse de pie-¿Que ocurre?
-Es Aiz, le pasó algo...grave-contesto la mayor de las hermanas
-Venimos a llevarte a nuestra sede-informo la gemela plana
-¿Eh? De-Denme un minuto-pidio antes de salir corriendo escales arriba
Subió directo a la habitación de su diosa, tocó fuertemente la puerta dos veces antes de escuchar un 'pase' de parte de su diosa, solo asomó la cabeza por la puerta para ver a su diosa sentada en su cama frotándose los ojos.
-Lamento despertarla, kami-sama-se disculpó brevemente-tengo que salir, por favor avísele a los demás que vayan al calabozo sin mi
-¿Eh? ¿A dond...-antes de poder terminar la frase se escucho un portazo-¡¡OYE!! ¡NO ME DEJES HABLANDO SOLA!-grito a todo pulmón pero aún así el peliblanco no la escucho
Corrió por los pasillos hasta llegar a su habitación, se cambió tan rápido como pudo y bajo corriendo las escaleras para volver con par de hermanas, no se detuvo solo empezó a caminar velozmente hacia el hogar de su novia (si, en este one-shot ya son novios).
Las amazonas le siguieron el paso y en cuestión de minutos ya estaban frente a la entrada de la familia mata gigantes, los guardias los dejaron pasar al instante y guiaron al peliblanco hasta la habitación de Aiz, Bell entró de golpe sobresaltando a una elfa peliverde quien estaba sentada de espaldas a la puerta.
-¡¿Bell Cranel?!-dijo confundida al ver la figura de su casi yerno
La rubia se asomó sobre el hombro de la elfa dejando en shock al albino, ahí estaba su amada novia pero algo no estaba bien, su cuerpo se había encogido casi a la mitad de su tamaño normal, sus envidiables curvas habían desaparecido por completo, sus hermosas facciones eran infantiles y vestía una camiseta negra que le quedaba grande junto a unos calcetines blancos lo cual la hacia ver excesivamente, tierna era como ver una versión miniatura de la espadachína.
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-¡¿PERO QUE?!...¡¡A-AI-AIZ!!-exclamo el ojirojo-¿Qu...que fue lo que pasó?
Al escuchar la pregunta de Bell las dos amazonas se giraron hacia Riveria esperando una respuesta pues ellas tampoco sabían que había pasado exactamente, antes de que la peliverde pueda responder se volvió a escuchar la puerta y una Lefiya avergonzada entró en la habitación.
