Como dice el titulo, One shots y relatos de temática yandere, ya sea del tipo Yandere!Character o Yandere!Reader
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🥀 Recue...
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La habitación estaba a oscuras por completo, una puerta pesada se abre haciendo eco en la habitación al igual que los pasos lentos y cansados de una persona, mira el cristal haciendo anotaciones en su Tablet, toma algunos datos de su computadora, suspira frustrado, sus ojeras marcadas demuestran los casi nulos periodos de sueño que ha tenido.
—Debo acelerar el proceso, no puedo seguir esperando más tiempo, no quiero seguir esperando— dijo en tono nervioso.
Por un momento creyó escuchar a lo lejos en el pasillo los pasos de otra persona, con cuidado tomo sus cosas y salió del lugar, buscando no llamar la atención ni que fuera descubierto, subió por las escaleras tratando de regresar a su habitación.
Cuando estaba a punto de entrar a su cuarto se encontró con Ortho.
—¡Hermano, has salido de tu habitación! — exclamó sorprendido.
—O-Ortho, b-baja la voz por favor...— dijo en tono preocupado.
—Perdona, pero no podía evitar emocionarme después de que pasaras tanto tiempo encerrado— dijo bastante contento y en voz baja.
—Oh s-sí, decidí que era momento de seguir adelante— Idia se quedó pensativo, no quería hablar al respecto, al parecer Ortho lo captó en ese momento.
—Será mejor que duermas, ya es algo entrada la noche— sonrió —Que descanses hermano— y se alejó por el pasillo.
Idia suspiró cansado, en definitiva, no iba a descansar, se quedaría trabajando durante lo que quedara en la noche, igual ya estaba acostumbrado a esas largas rutinas de trabajo, solo esperaba que todo ese esfuerzo rindiera frutos.
Y al final funcionó.
Sus ojos abrían lentamente, los signos vitales se regulaban con el paso de los segundos, por fin había despertado.
—¿Idia-san? — la chica se levantó de aquella cama con confusión —¿Dónde estoy? — Idia estaba en silencio, no sabía cómo reaccionar debido a las mil emociones que había en su interior.
Pero instintivamente la abrazó con fuerza, lo que confundió aún más a la chica.
—¿Qué sucedió? — dijo viendo que estaba en una camilla, y con algunos cables conectados a su cuerpo.
—Fue un accidente, te golpeaste muy fuerte la cabeza y no despertabas, casi te perdemos— dijo sin soltarla, el hombro de la chica se humedeció por las lágrimas que Idia derramaba —No importa, me alegra que estés bien ahora— lloraba de felicidad.
