Te atrapé, pequeño glotón.

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Jimin, un chico de mejillas regordetas y manos pequeñas se escabulló hacia la cocina con una sonrisa llena de picardía. Tomó un banquito y lo recostó para subirse en él, alcanzó el compartimiento en el que guardaba su tesoro más preciado y chilló de la alegría al tenerlo en sus manos.

Su Hyung se encontraba en el trabajo así que supo que tendría mínimo cinco horas para disfrutar de su "golosina" favorita mientras él no estaba. Yoongi odiaba cuando el menor se encaprichaba con algún alimento, la semana pasada fue chocolate y el pequeño terminó con un severo dolor de estómago.

El chico se sentó en el sofá, vestía unas medias bucaneras blancas y un camisón verde oscuro. Tomó su tarro de miel y lo destapó, con una cuchara comenzó a vertir de esa deliciosa y dulce esencia en sus labios. Le parecía obsceno y jodidamente caliente imaginar el miembro de su Hyung cubierto con aquel tesoro dorado, mientras el engullía su falo con fervor y disfrutaba del dulce sabor de la miel.

Sus boxers apretaban debajo del gran camisón que estaba portando. No sería un gran problema sino fuera porque escuchó como la puerta principal era abierta dejando ver a su apuesto novio entrando en la casa, su rostro ardió con fuerza al darse cuenta de que su erección se marcaba cada vez más, pero como no hacerlo. Su hyung portaba un traje negro y su cabello perfectamente peinado hacia un lado mientras sostenía con sus venosas manos aquel maletín.

Reaccionó inmediatamente cuando su novio lo miró con el seño fruncido mientras cerraba de un portazo.

Yoongi había olvidado uno documentos en su oficina, pero jamás esperó encontrar a su pequeño con un gran tarro de miel entre sus manos y una notable erección en su entrepierna. Tragó saliva y suspiró.

-Bebé - Llamó al menor - ¿Que se supone que estás haciendo?

El rubio trató de ocultar el tarro en un intento fallido por pasar desapercibido.

-Hyung, llegaste temprano - Una risa nerviosa se escapó de sus labios seguida de un suspiro, no podría ocultar para siempre lo que ocultaba bajo su ropa interior - ¿Porqué me mira así Yoonie hyung?-

Min se aproximó al sofá en donde se encontraba el menor. Una sonrisa ladina escapó de sus labios antes de posicionarse sobre su tierno novio.

-¿Que hacías con esto Minnie? ¿Lo comías a escondidas? - Su tono de voz se escuchó más ronca de lo normal, causando que el menor mordiera su labio inconscientemente y juntara sus piernas.

El mayor tomo el frasco con una mano y con la otra se dedicó a sujetar el mentón de su dongsaeng y lo obligó a mirarlo a los ojos, acercó su rostro al contrario y lamió el labio inferior de su chico, quien solo se estremeció en su lugar. El sabor a miel de sus labios deleitó al mayor, el cual mordió suave el labio del pequeño para introducir su lengua en la boca del menor, era dulce y se convirtió en obsceno cuando comenzó a hacerle un impuro blowjob a su lengua.

Jimin se sujetó del traje del mayor mientras se removía en su lugar, juntando sus piernas para rozarlas con su erección, necesitaba atención y la quería ahora.

Yoongi notó el fuerte deseo de su bebé en sus ojos y en el frenético movimiento de sus piernas contra su hombría. El menor trató de bajar su mano ante la atenta mirada de su mayor pero este lo detuvo.

-No, Jiminie has sido un chico muy malo, ocultar cosas demasiado buenas mientras estoy en el trabajo, como esto - señaló el bote de miel con una sonrisa - y como esto - bajó su mano a la erección de Jimin y apretó con dureza.

El menor gimió en protesta y trató de bajar su mano para autocomplacerse, pero el más alto de ambos no se lo iba a permitir, tomó ambas manos con la suya y le dio vuelta acostando de espaldas al más chico en el sillón.

-Hyung ah, toqueme hyung - La dulce voz del chico activó un sexto sentido en el mayor.

A la mierda el trabajo.

-Bebé, ¿Quieres chupar la polla de Daddy?

Besos de miel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora