Algún día se suponía que tenia que pasar.
Ya saben,los científicos dan su vida haciendo experimentos extraños,uno de esos término causando el caos en la tierra,precisamente ahora todos corríamos y rogabamos ppr seguir vivos y teníamos la poca fe de encontrar a nuestros seres queridos.
Eso mismo,era lo único que me mantenía en pie.Encontrar a mi hermano y sobre todo encontrar a mi hija,hace días que comenzó el caos en la tierra,la gran destrucción que cambio todas las vidas de todos los malditos seres humanos.Ahora solo corría,me escondía y rogaba seguir en pie para acabar con esos putos caminantes.
Creo que una de las peores partes que es me encuentro con mi maldito uniforme escolar,ya saben,la típica camisa arremangada hasta los codos,los botes de mi pecho un poco abierto y mi pollera que milagrosamente cubría mi culo.No podían faltar mis medias y mis zapatillas negras.
Por suerte encontré una capa café claro con una capucha,eso permitiría que nose pudiera ver muy bien mi rostro,una de las mayores suertes que considero fue encontrar una hermosa katana con su funda.
Ah,me olvidaba del detalle,tengo dieciocho años y no,no es que no haya terminado la secundaria,lo hice el año pasado.Pero la hermosa vida apocalíptica se le dio por comenzar cuando los idiotas de mis compañeros tuvieron la idea de hacer una "junta de egresados".Eso no me molestaba,lo que me molestaba era que obligatoriamente teníamos que ir con los uniformes escolares.
Había dejado a mi pequeña hija de tres años con mi tía en su casa,pero cuando volví por ella no encontré a ninguna de las dos.Sí,losé,con dieciocho años y con una niña de tres años.La edad en la que di a luz no fue la mejor,pero no me arrepiento.
Subí las escaleras de un gran edificio dónde unos caminantes gruñían eh intentaban por la puerta mal cerrada.Suspiré acomodando mi capucha y saqué mi katana colgada de mi espalda.Solté un pequeño silbido haciendo que los caminantes llevaran toda su atención a mi,estos gruñeron y comenzaron a caminar hasta mi con ganas de quitarme hasta el alma.
Uno,dos,tres,cuatro,cinco y seis cabezas fueron cayendo al suelo.La puerta de metal tenia una cadena mal colocada,así que me fue fácil pasar entre medio y sentir la luz de las nubes grises en mí.
Unos gritos eh insultos convinado con gritos de ayuda llamó mi atención por completon,era un hombre con su mano esposada a un tubo que gritaba por ayuda y soltaba muchos insultos.Creo que tenía algo de suerte,una pequeña llave plateada estaba en mi pie izquierdo.
-Preciosura,necesito que me saques de aquí,te daré lo que quieras pero sácame esta mierda de la muñeca.
Ese sujeto me miraba con desesperación y deseo,pobre idiota.Con la poca buena onda que me quedaba me acerque a él y tome la esposa mientras colocaba la pequeña llave en el,fue fácil dar unas pequeñas vueltas quitárselo de la muñeca.El loco se quito la esposa y se levanto del suelo mientras la tiraba lejos,parecía que lo estaba quemando.Sus ojos me miraron de arriba hasta abajo con una de par en par.
Bueno,entiendo que la vestimenta no sea la mejor pero no necesita mirarme de esa forma,lo bueno era que tenia mi capucha,al menos no veía mi rostro.
-Tengo que admitir que nunca imagine que una colegiala ardiente me salvaría el culo.
No tuve la necesidad de responder.
-Me llamó Merle Dixon pero tú hermosa,puedes llamarme amorcito.
Su sonrisa arrogante pero sincera me hacia pensar que era un idiota...
Pero sincero.
-Miley...Miley Rose.
Bajé mi capucha y deje ver mi cabello y rostro a ese loco desesperado.
Como les dije en la anterior novela,los errores serán corregidos cuando esta de por finalizado.
#Baby-Skywalker
