No, no debes preocuparte. Ni amargarte, ni mucho menos torturarte.
Sabes que tú lo has dado todo. Has querido de la mejor forma que se puede hacer.
Te están rompiendo y sabes que no debes dejar que nadie lo haga. Tienes que ser fuerte.
Pero ha debilitado todos tus muros, ha hecho que todo tambalee. Nada es seguro. Ahora puede atacar porque tú le has dado ese poder, pero, ¿Realmente se lo merecía?
Lo sé, ahora te duele y no tienes la certeza de nada. Eso es lo que te provoca estar así. Ha hecho que nuevos sentimientos salgan a la luz. Unos maravillosos pero que ahora mismo se están viniendo contra ti.
Hay que aprender a manejarlos.
Lo que te pasa es que nada está bajo tu control y eso te asusta. Ya todo llegará y pasará.