Amanda Williams, una joven de 17 años, era un enigma. Tímida e insegura, pero a la vez alegre y risueña, Amanda era un cúmulo de contradicciones. Amaba las cosas suaves y peludas, y el chocolate era su debilidad. A pesar de su juventud, Amanda había experimentado más tristeza y pérdida de las que la mayoría de las personas experimentan en toda su vida.
Abandonada por su madre al nacer, su padre y único familiar, quien para ella era su héroe había fallecido cuando ella tenía apenas 6 años, dejándole solo de recuerdo un peluche que llevaba a todas partes.
Secuestrada a la edad de 7, torturada por años en una habitación sucia y siendo experimento de todo tipo de drogas que aquellas personas creaban, la sonrisa que siempre la caracterizaba había desaparecido, volviéndose una niña totalmente diferente a lo que era.
Fue rescatada a la edad de 13 años, y llevada a un orfanato donde parecían tratar a los demás de manera friolenta, su silencio y su falta de sonrisa la hacían parecer distante y apática, lo que alejaba a las posibles familias adoptivas. Su infancia iba de mal en peor hasta que decidió romper el silencio y hacer que a toda costa la botaran de allí.
A la edad de 17, faltando 4 meses para los 18, llegó a un orfanato demasiado diferente al anterior.
En Little Stars, los niños eran tratados con igualdad y se les permitía ser ellos mismos. Podían jugar, pintar, tomar de un biberón, e incluso vestirse como bebés si eso les hacía felices.
A pesar de lo colorido que se veía el lugar y lo acogedor que parecía, Amanda nunca llegó a adaptarse.
Quienes cuidaban intentaron que ella se integrara con los demás, pero nunca llegó siquiera a un hola.
Le gustaba la soledad, la hacía sentir bien, por eso siempre a la hora de jugar se quedaba en una esquina con la compañía de su cuaderno de pintar y crayolas.
Un día, cuando menos lo pensaba, la felicidad llegó a su vida, la sonrisa que antes la caracterizaba había vuelto, junto a eso las risas, ellos la hicieron sentir bien.
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Amanda
Science FictionAmanda Williams, una joven de 17 años, era un enigma. Tímida e insegura, pero a la vez alegre y risueña, Amanda era un cúmulo de contradicciones. A pesar de su juventud, Amanda había experimentado más tristeza y pérdida de las que la mayoría de las...