Amanda;
Ver las maletas hechas en cuanto entré en mi habitación es algo de no pude evitar en darme cuenta, su color rosa chillón en el centro de la habitación me mareaba, pero no podía deshacerme de ellas cuando eran un regalo y no podía permitirme comprar otras.
Seco mis ojos con brusquedad y me dirijo hacia una de las maletas, donde estaba mi peluche sentado esperando encima de una de ellas. Las ganas de sentir algún confort me anegaron y no pude evitar abrazarlo con ganas, suspirando hondo debido a las lágrimas que quería derramar.
Sé que es ilógico sentirme así, tendré una familia, pero la interrogante de ¿Me van a tratar bien? inundaba mi cabeza, tenía miedo y mucho, no quiero pasar por otra familia de gritos y golpes como pasé una vez a los 14, o una que se drogaba a los 16. Trato de respirar hondo una y otra vez, y cuando pensaba que me estaba recuperando unos brazos me rodean en un abrazo, unos brazos y un olor a cítrico que reconocía bien.
Me volteo hacía Louis y mis ojos se llenaron de lágrimas nuevamente, él era un poco más grande que yo, pero no pude evitar abrazarlo del cuello, haciendo que se sorprenda un poco debido al sonido que hace con su boca.
— ¿Amanda? — lo abracé más fuerte cerrando los ojos con fuerza.
Sus brazos me rodearon con firmeza y solté un sollozo al sentirme bien. Era la primera vez en años que alguien me daba un abrazo tan sincero y puro que hasta había olvidado como se sentía. Sus menos acarician mi espalda con suavidad subiendo a mi cabeza, suspiro, mi corazón regocijándose con esta acción que no hace más que empeorar mis ganas de llorar.
No, sé fuerte, sé fuerte.
— ¿Te sientes mejor? — pregunta suavemente luego de unos segundos, asiento y me separo.
Lo observo, sus ojos están inundados de preocupación y confusión. Suspiro limpiando mis mejillas y deletreo con mis manos.
"Lo...siento...por...empujarte antes"
Cuesta unos segundos en entender lo que trato de decir, pero al final sonríe.
—No importa, supongo que fue la furia del momento — asiento de acuerdo — Pero hey, no estés triste, ¡Te van a adoptar!, Si bien es una pareja muy joven para adoptar, pero son los más queridos aquí. ¡Eres afortunada!
Desvío la mirada dando a entender mi desacuerdo con ese hecho.
— Hey, sea lo que sea que te esté pasando, todo irá bien, sólo déjate llevar por el momento y disfrútalo, si te hacen algo malo, los apuñalas con un cuchillo — Que ese comentario venga de él me hace medio sonreír.
Suspiro y asiento divertida. Aunque eso no va a evitar el hecho de que me comporte distante con ellos.
Son extraños y debo tener mucho cuidado.
(. . .)
La sala de espera es sumamente aburrida a como el resto del orfanato.
Las paredes están pintadas de un color blanco, columnas grises que combinan con el mostrador de bienvenida y cuadros que con el simple mirar te daba hasta sueño de lo aburridos que son.
Observé a Logan y a Elena, quienes lucían una elegancia formal como si se dirigieran a una cena en un lujoso restaurante o regresaran de ella. Logan se presentaba en un impecable traje negro, mientras que Elena deslumbraba con un vestido azul oscuro. Su cabello caía en ondas sueltas, y su cuello estaba adornado por un collar de diamantes que capturaba la luz y atraía mi mirada de manera que me hipnotizaba.
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Amanda
Science FictionAmanda Williams, una joven de 17 años, era un enigma. Tímida e insegura, pero a la vez alegre y risueña, Amanda era un cúmulo de contradicciones. A pesar de su juventud, Amanda había experimentado más tristeza y pérdida de las que la mayoría de las...