Un Poco

1.3K 203 28
                                    

Marzo 18  [....]

El silencio gobernaba, pero el ambiente era tranquilo, acogedor, era perfecto.

El peli negro leía un libro.

El rubio trataba de atrapar mariposas.

El silencio se vió interrumpido por las voces de, al parecer, dos chicas que pasaban caminando cerca del bosque.

- ¿Te gusta ese chico, enserio? - Comentaba la desconocida entre risas.- ¡Pero si es mayor que tú!

- ¿Y qué? Lo amo.- Aclaró, para después reír con su amiga.

Las voces se iban alejando, dejando todo en un completo silencio, como yacía antes.

“Amor...” - Pensó el rubio dejando ir a la mariposa que había logrado atrapar.

- Jack.

- Dime.- Dijo sin apartar la mirada de su libro.

- ¿Cómo se sabe si amas a alguien?

Cerró su libro, mirando a su amigo.

- ¿Por qué estas interesado en saber eso?

- Es simple curiosidad.

Suspiró pesadamente, nisiquiera él mismo sabía que era amar a alguien.

- No lo sé, solo tengo 13 años ¿Por qué sabría eso?

- Para el amor no hay edad, mi querido Conway.

- Tienes mi edad, idiota, tú tampoco sabes.

El rubio rió, tenía razón.

La noche se hacía presente, dando a entender que era hora de despedirse.

- Chao, Gustabo.- Habló el peli negro con dirección a su casa.

- Hasta mañana.- Dijo con un tono triste, si fuera por él, se quedaría una vida entera con Jack, pero no sabe por qué.

Caminó a paso lento hasta su casa, el viento le daba en el rostro, era tranquilo.

Estaba apunto de entrar a su casa, hasta que vió a una pareja caminando mientras reían. Tenían las manos entrelazadas, pero no se veían nerviosos, no se veían incómodos, se veían felices.

“Amor”- Volvió a aparecer en sus pensamientos.

Entró a su casa, encontrándose en la sala con su tan querida tía.

- Bienvenido, cariño.- Saludó dulcemente mirando a su sobrino.

- ¡Volviste! - Se lanzó a los brazos de su tía.

Rieron juntos, y su abrazo cesó.

- Creí que nunca volverías, te fuiste por un mes entero.- Reclamó el rubio.

- Prometo que te visitaré más seguido, ahora ve a lavarte las manos, ya está la comida.

- Enseguida.

[....]

Comían tranquilamente, pero otra vez esa palabra invadió la cabeza del zafiro.

“Amor”

- Tía, tengo una pregunta...- Tomó un sorbo de su jugo antes de seguir.- ¿Cómo sabes si amas a alguien?

- Depende.

- ¿Depende?

Rió al ver la inocencia del pequeño.

- Hay diferentes formas de amar. Puedes amar a tu familia, así como puedes amar a una persona ajena a esta. Son maneras distintas ¿Entiendes?

- El amor debe ser increíble, todo el mundo habla de él.

- No siempre se hablan de las cosas por ser increíbles, también cuando son tristes o aterradoras. Aunque se podría decir que el amor es todas esas cosas, y eso lo hace increíble.- Dijo, acariciando la cabeza de su sobrino.

- ¿Cómo es estar enamorado?

- Oh, jajajaja. No sé cómo explicarlo, pero podría darte cierta idea; Cuando estás enamorado, esa persona se vuelve tu felicidad y, piensas todo el tiempo en qué estará haciendo o en qué estará pensando, te preguntas si estará pensando en ti así como tú piensas en ella y, quieres tocar a esa persona, pero al mismo tiempo el tacto de esta te pone nervioso y te provoca sensaciones extrañas, y aveces solo quieres romper en llanto, y cuando no es correspondido sientes que se te acaba el mundo, sientes que podrías morir.- Soltó una risa nerviosa.- Creo que no me entendiste, bueno, voy a recoger la mesa, termina de comer.- Dijo la mujer, llevando sus platos al lavabo.

Gustabo parecía estar perdido en otro mundo.

Por alguna extraña razón, mientras su tía hablaba, no podía dejar de comparar cada palabra con su amigo Jack. Solo pensaba en él.

Terminó de comer, lavó sus platos y se dirigió a su habitación.

Se sentó en su cama, preocupado, aterrado, nervioso.

¿Acaso estaba enamorado de su amigo? No era posible, los dos son chicos. ¿Dos chicos pueden amarse? No lo sabía, nunca vio una pareja de dos chicos.

Las preguntas le carcomían la mente, no tenía respuesta a ninguna, estresado salió de su habitación y volvió a la sala donde se encontraba su tía mirando la televisión.

- ¿Qué haces despierto? Pensé que ya estabas dormido.

- Tengo... Tengo otra pregunta.- Admitió algo apenado.

- Vamos, dime cuál, pero después te vas a dormir porque ya es tarde.

Hubieron unos segundos de silencio hasta que se decidió a hablar.

- ¿Dos.. Dos chicos pueden amarse?

- ¿Te refieres a personas del mismo sexo?

- S-Sí...

La mujer lo miró extrañada.

- Claro que dos chicos pueden amarse, no hay una razón por la que no podrían. Sigue siendo amor, no cambia nada, así sean del mismo género, nadie tiene prohibido amar a quien quiera.- Dejó de mirar al chico y dirigió su mirada a la televisión.- Así que deja de preocuparte, ama a tu chico y vete a dormir que ya es tarde.

El rostro de Gustabo se volvió completamente rojo.

- ¡NO AMO A NADIE!

- Y ese tal Jack ¿Qué?

- T-Tú... ¿Cómo sabes de él?

- ¡JA! Con que es él.

- ¡Dime cómo sabes de él!

- Siempre están juntos, y te conozco, no me preguntarías ese tipo de cosas si no fuera por algo. Aparte de eso siempre que estas con ese chico te portas como niña enamorada.

- No soy una niña enamorada.

- Ve a dormir haber si así se te quita lo enamorado, anda.

- ¡No estoy enamorado! - Gritó mientras subía las gradas hacía su cuarto.

“No estoy enamorado”

.
.
.

“Quizás sólo un poco”.

Hanahaki | Intenabo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora