[ único ]

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Cuando la puerta del consultorio se abrió de un golpe y Tsukishima vio a Yamaguchi entrar con los ojos llorosos supo que había sido una mala idea haberle colocado como su contacto de emergencia.

Incluso en casos como eso, habría sido mejor que contactarán a su hermano que a alguien tan emocional y apegado como lo era Yamaguchi cuando se trataba de él --¡Tsukki! --finalmente profirió con voz preocupada al verlo sentado sobre la camilla.

El rubio suspiró y desvió la mirada, al menos hasta que fue inminente cuando Yamaguchi se encontraba a su lado --¿Qué ocurrió? --murmuró él aún con las manos temblorosas, su primer reacción fue llevar sus manos al rostro del más alto, buscando alguna magulladura o golpe.

Suspiró ligeramente aliviado al no encontrar nada de ello, aunque eso solo duró un segundo al bajar su mano al pecho del rubio, en dónde se encontró con su brazo inmovilizado, debajo de un par de vendas blancas.

--¿Tsukki?

--Tsukishima se encontraba entrenando con el resto del equipo cuando ocurrió un accidente --el chico finalmente comenzó a prestar atención al doctor en turno del lugar, aunque aún no alejaba la mano de la mejilla del rubio --Es una ligera torcedura.

--¿Va a estar bien, doctor? --preguntó de inmediato Yamaguchi, aliviado al ver una sonrisa aparecer en los labios del profesional.

--Por el momento bastará con un par de días de descanso, recetaré un analgésico en caso de que Tsukishima presenté dolor; también lo evaluaré cuando regresé del reposo, si se encuentra mejor podrá volver a los entrenamientos muy pronto.

Yamaguchi asintió y agradeció mientras tomaba la receta médica que el médico le brindaba, todo eso mientras Tsukishima aún se encontraba sobre la camilla, mirando el intercambio en completo silencio.

Su vista no podía alejarse de Tadashi, por la forma en que su chaqueta se encontraba torcida y su tarjeta de empleado aún se encontraba colgando de su cuello podía casi afirmar que había salido corriendo del trabajo apenas había recibido la llamada.

Una llamada que él habría preferido no hacer pero su entrenador fue lo suficientemente terco para tomar su teléfono y hacerlo sin su permiso, honestamente creía que todos estaban exagerando, no era la primera vez que se lastimaba durante una práctica.

Eso venía sucediendo desde la preparatoria.

Como el doctor ya lo había afirmado, solo necesitaba descansar por un par de días, hacer el mínimo esfuerzo y estaría de vuelta en el equipo --Vamos, Tsukki --el rubio parpadeo descolocado cuando sintió la mano suave de Yamaguchi tomando su mano sana --Volvamos a casa.

Él asintió aún sintiendose un poco descolocado sobre lo que habían hablado, pero la idea de volver a casa junto a su prometido por primera vez en mucho tiempo sonaba mejor que seguir desperdiciando su tiempo en ese pequeño consultorio.

Tsukki salió aún sosteniendo la mano del más bajo y se despidió con una leve reverencia del doctor que le había atendido. Mientras caminaban por el pasillo hasta la salida del recinto, Tsukishima observaba la espalda del más bajo, enternecido por su decisión al caminar.

--Yamaguchi --murmuró interrumpiendo el silencio que solo era llenado por el eco del sonido de sus pasos, él se volvió confundido --Necesito cambiarme antes de irnos.

El más bajo, de nuevo confundido le dio una mirada de arriba abajo, sintiendo su rostro caliente al siguiente segundo --Lo siento --murmuró avergonzado --lo olvidé por completo, no creo que puedas cambiar tu camisa, ¿necesitas ayuda?

A pesar de que no contesto Yamaguchi ya se encontraba arrastrándole hasta los vestidores del equipo, en dónde prácticamente le obligó a guiarlo y lo ayudó a cambiarse el short deportivo por sus pantalones y colocó su abrigo sus hombros.

nothing feels like home ; tsukiyamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora