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Adler Meyer

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Adler Meyer

—Todo está listo para partir, mi señor —empieza hablar mi Berater pidiéndome que me dirija al jet para emprender el viaje de vuelta Olivio, capital de Volvos, un país pequeño del caribe el cual de no todos sabían de su existencia por aún ser considerado una reciente república, lugar perfecto para establecer la sede del crimen organizado alemán y trabajar sin ser descubiertos— la colección de chicas para la subasta ha sido completada ayer, en total se subastara treinta señoritas entre veinte y veintiséis, de distintos rincones de la república y nos aseguramos que sean chicas dispuestas ayudar a sus familias.

—Perfecto —respondo con una sonrisa llena de soberbia. Me satisface escuchar que todo va en orden, y que no hay ninguna chica que no esté allí en contra de su voluntad. Esa es la gran diferencia de nuestra organización es que al traficar mujeres evaluamos bien su situación y le proponemos esto con tal de ayudar a su familia, mejor que terminen siendo puta de uno, a puta de muchos en la esquina— ¿Qué hay de la reunión con los DeSantis? ¿Le hablaron de la propuesta que tengo para ellos?

—Sí, señor Meyer, alegaron que le gustaría que la reunión sea con su hija en el país.

—¿En qué momento salió del país y por qué no me informaron?

Me fastidia no saber la ubicación de meine Dame y futura esposa, más cuando se supone que tengo seguridad a su alrededor obviando la de sus padres, Alessia DeSantis es la mujer que quiero a mi lado desde que tengo uso de razón, sus padres y los míos siempre han sido socios comerciales hasta que ellos murieron y yo tome el control, control que no voy a perder, ni desestabilizar por culpa los ineptos que tengo.

— Escucha bien, Antonio – le susurro a mi Berater mientras lo tomo del cuello de su pulcra camisa blanca – me valen mierda las explicaciones, van a ubicar Alessia se aseguran que está bien y disfrutando unas cálidas vacaciones, porque si no es así no solo va a correr sangre de los ineptos de seguridad, también la tuya caerá y terminará dañando la camisa Brioni que traes, entendido.

–Si señor - responde firme – permiso para retirarme

Le permito que se retire hacer sus obligaciones e ingreso por fin al jet pidiendo un whisky a la roca para bajar la desazón que me dejo la reciente desaparición. Alessia puede huir de sus padres en vacaciones improvisados que suele hacer, pero nunca las organiza sin decirle a su "amigo" así como me considera ella, es su manera de estar segura al saber que alguien tiene su ubicación y tiempo de duración, si sobre pasa ese tiempo y sin comunicarse es una clara señal de que algo ocurrió.

Suspiro y solo espero que meine Dame no se haya metido en problemas.

Suspiro y solo espero que meine Dame no se haya metido en problemas

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A su MercedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora