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Alessia DeSantis

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Alessia DeSantis

Llevo pocos segundos encima de esta tarima, y no sé cómo me mantengo de pie, siento todo a mi alrededor dar vueltas, así que tomo leves respiraciones, ya los efectos de aquella droga empiezan a espabilar.

Paseo mi vista por el lugar, intentando ignorar el ruido a mi alrededor. A los lejos llego a ver a alguien que se me hace vagamente familiar, más sigo con mi recorrido mientras la lucidez vuelve a mí y empiezo a reconocer este lugar. Al caer en cuenta en donde estoy busco nuevamente aquella figura y lo encuentro en el momento justo en el que la mirada de aquel sujeto se levanta y choca con la mía.

Dunkel

Capo alemán

Socio de la mafia italiana

Pero para mí, simplemente Adler.

Inmediatamente nuestras miradas se conectan no puedo evitar sonreír. Empiezo a creer que definitivamente ya saldré de aquí, y desde mi punto admiro como su mirada pasa por diferentes fases hasta volverse tan oscura y siniestra, demostrando la rabia que empieza a nacer en su interior, o al menos eso creo. Dejo que mi vista siga detenidamente cada uno de sus movimientos y en el justo momento que se levanta siento que pierdo la pequeña pizca de esperanza que albergaba.

Mi mente se comienza a llenar de dudas, no debía ser coincidencia que esté aquí, que mi seguridad no me haya encontrado estando en territorio aliado y si todo este tiempo los deseos de Adler ha sido romper la unión entre nuestras familias.

Se levanta y sale de la sala mientras la subasta sigue y es así como de verdad estoy sintiendo como me rompo, no por estar aquí y es que siento que está traicionando años de amistad y generaciones de lealtad entre familias, por unos millones más y una guerra que seguro se desatará.

Es absurdo.

No, no lo creo, Adler puede traicionar a mis padres... pero a mí nunca.

Bajo la mirada aún más decaída que cuando llegue a esta especie de tarima, y con alguna especie de rabia creciendo en mí —a este punto ya estoy lucida—. El simple hecho de estar parada me pone con un nivel de debilidad que me desespera, escuchar como las apuestas son cada vez más grandes provocaba que mi sangre se caliente a una rapidez tal, que solo podía pensar en el momento que aniquilaría a todos.

Por un momento dejo de escuchar el bullicio que provocaban las apuesta, lo que significaba que ya había sido comprada y tenía "dueño" o al menos eso era lo que rodaba en mi mente hasta que escuche la irritante voz del presentador.

—Lamentablemente estimados señores.

Viejos decrépitos quera decir

—Esta puta ha llamado la atención de nuestro Dunkel y la quiere solo para él, sí que obtuvo un pez gordo —empieza a reír mientras a mí me ayudan bajar de la tarima ofreciéndome una especie de bata que no cubre nada, ya que aun así se ven mis bragas —despidamos con aplauso a la nueva perra del jefe.

Se gira y me da una especie de sonrisa la cual no correspondo ignorando totalmente su presencia. Las personas, dos hombres realmente musculosos, que me ayudaron a bajar comienzan a guiarme por un pasillo muy distinto al que llegue anteriormente. La diferencia es bastante notoria, ya que este se encuentra iluminado y conduce a una segunda planta, al llegar a dicha planta puedo escuchar los reclamos que se le están haciendo a alguien, al final del camino nos encontramos con la puerta de alguna oficia la cual al ser abierta vuelve aquella voz reclamante más fuerte, me insistan a pasar mientras escucho a Adler a hablar con un hombre que no reconozco y otros más que están en el cuarto.

—Entonces nadie me va a explicar que hacía la hija de los DeSantis aquí —se detiene para reparar de mi presencia y toma una respiración antes de seguir hablando con furia— y no se atrevan a decir que no sabían quién era, todos aquí son unos malditos inútiles desde seguridad hasta a tú, Antonio, que no tuviste al tanto de esto.

»Creen que pueden hacer lo que se antoje justo frente de mí y no me daré cuenta —se detiene y comienza a reír de una manera tal que provoca que me erice la piel, cualquiera que lo escuche pensaría que disfruta de un buen chiste, alguna broma, pero el que lo está viendo puede sentir que esa risa es un preludio de la desgracia para alguno de los presentes debido a la mirada que se carga mientras ríe, es totalmente siniestro, puede despertar temor u otras cosas dependiendo la persona —sabes Emiliano te daré unos minutos para explicarte y tal vez no te vaya tan mal en tu partida al infierno.

Justo cuando termina de hablar saca de su espalda baja una Glock y la coloca justo en la mesa antes de empezar a chocar sus dedos uno por uno en la madera en un signo de espera.

—Señor, pensé que sería un buen prospecto – comienza hablar el hombre que aún no reconozco, pero supongo que es el tal Emiliano, mientras mira ansioso el arma —es una joven hermosa, sus padres no le tienen el aprecio que merece una heredera es obvio que era un estorbo...

Justo antes de que pueda terminar de hablar, un tiro certero llega al punto medio de su frente haciendo que el cuerpo caiga al piso, por unos momentos me aturdo para luego una sonrisa se apodere de mis labios, deberían hacerle lo mismo al presentador de mierda.

—Eso es muestra de que no deben pensar por sí solos en este lugar —le habla a los presentes— expongan su cuerpo como un traidor y salgan todos de mi oficina, Alessia tú te quedas.

Veo a todos salir, mientras los dos hombres que me acompañaron hasta acá levantan el cuerpo inerte del piso para salir juntos a los demás. En el momento que el último individuo sale y cierra la puerta veo como Adler se comienza acerca a mí con paso lento y despreocupado, muy contrario a su rostro que ahora no hace reparo en evaluarme y observar cada parte de mí. Su mirada me hace sentir indefensa por lo que me muevo intentando acomodar un poco más mi vestimenta y cubrir mis piernas.

—¿Estás bien? ¿No tienes mucho aquí? —me empieza a avasallar de preguntas mientras toma mi rostro y arrastra un poco del maquillaje— ¿Por qué estás tan pálida? Alessia en serio lo siento, no debiste pasar ni una hora aquí.

—No te preocupes Adler —me coge en un abrazo que para mí significa un mundo y algo más—agradezco que llevaras a tiempo.

—Por ti siempre llegaré a tiempo.

Dunkel: significa oscuro, es un termino alemán que dentro de la historia será interpretado como máximo jerarca de la mafia y crimen organizado de Alemania

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Dunkel: significa oscuro, es un termino alemán que dentro de la historia será interpretado como máximo jerarca de la mafia y crimen organizado de Alemania.

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⏰ Última actualización: Jul 13 ⏰

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