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Solo han transcurrido dos semanas desde que William y yo finalizamos nuestra relación, y no voy a negar que lo extraño profundamente. Sin embargo, sé que es lo mejor; no puedo permitir que esta situación continúe.
Lo que facilitaba las cosas era que en la universidad nuestras interacciones eran escasas, dado que estoy dos años por delante de él en la carrera de Arquitectura. Cuando nos encontrábamos, simplemente lo ignoraba.
Mi mejor amiga y yo estábamos sentadas en el césped del patio trasero de la universidad, disfrutando de un día soleado, pero como siempre, algo perturbaba la calma.
—No te ha quitado los ojos de encima —comentó, refiriéndose a mi ex, quien estaba sentado con sus amigos en una banca frente a nosotras.
Entreabrí los ojos al escucharla. No me importaba lo que William hiciera mientras me dejara en paz.
—Solo cállate y no hablemos de él —respondí, concentrándome en el libro que tenía en mano.
—Amelia, ¿William no ha seguido insistiendo? —preguntó, curiosa por mi respuesta.
—No lo negaré —respondí, agachando la cabeza—. Me ha buscado desde que cortamos, pero no puedo estar con él, al menos hasta que no cambie —terminé, frunciendo el ceño y con tono serio—. Y ya, silencio, te dije que no quería hablar de él.
—Está bien, ya no hablaré de William —sonrió—. Por cierto, ¿sabes quién te está mirando ahora mismo?
—¿Quién, Isabella? —pregunté con desinterés, aún absorta en mi libro.
—El delicioso Oliver —respondió, pasando su lengua por sus labios de una manera que ella consideraba sensual, pero para mí resultaba cómica.
Aunque esa actitud no era inusual en mi amiga, su exageración me provocó risa. Isabella tenía una forma peculiar de describir a los hombres; nunca los llamaba simplemente "guapos" o "atractivos".
—No seas estúpida, Isabella —reprimí, con el semblante tenso—. No saldré con Oliver...
No pude completar mi frase cuando una voz familiar gritó mi nombre. Me puse nerviosa y evité mirar hacia adelante, aunque resultó imposible.
—Amor —susurró el chico de cabello oscuro, posándose a mi lado—. ¿Podemos hablar?
—Qué falta de dignidad, William —se burló mi mejor amiga.
—¡Cierra la boca! —le gritó William.
Este era uno de sus grandes problemas: no sabía controlar su temperamento con los demás, a excepción de mí.
—No tenemos nada que hablar, William —agaché la cabeza para ocultar mi tristeza—. Ya puedes irte.
—Sí tenemos de qué hablar, amor —se arrodilló frente a mí—. No me castigues así, te necesito. ¡Maldita sea! ¿Es tan difícil entenderlo?
—William, por favor, no hagas esto —susurré—. Ya no podemos seguir juntos, solo déjame.
—¡No! —gritó, furioso—. No permitiré que te vayas de mi lado. ¡Joder! ¡No permitiré que nadie más te toque!
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Toxic (Resubiendo)
Teen FictionWilliam y Amelia han estado juntos más de tres años, pero tras la fachada de su aparentemente perfecta relación se ocultan celos, inseguridades y manipulación. William, emocionalmente inestable, lleva a Amelia a un torbellino de dudas y sufrimiento...