Toxic (Resubiendo)

Capitulo 2

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Aquellas palabras fueron la gota que colmó el vaso. Estaba harta de la actitud posesiva de William; ya no toleraría más esto.

—¡Deja de creer que eres mi dueño, William! —grité, conteniendo las lágrimas que asomaban en mis ojos—. Ya hemos terminado, puedo hacer mi vida con quien desee.

—¿Terminado? Esto no ha terminado —respondió con voz ronca, evidenciando su creciente impaciencia—. Esto termina cuando yo decida. Eres mía, Amelia; no lo olvides.

Para ser sinceros, era cierto que de alguna manera le pertenecía: mi cuerpo, mi alma, mi vida entera estaban atadas a él. William era el único que había tenido acceso a mi intimidad, lo que quizás alimentaba su obsesión.

—Déjame ser feliz —susurré, esforzándome por no llorar frente a todos—. ¿No entiendes que me haces daño?

—Amelia, amor —dijo con esa voz suave que me cautivaba, casi suplicando—. Solo puedes ser feliz conmigo, lo sabes.

Aquello era, lamentablemente, la verdad. Intentar ser feliz con alguien que no fuera él parecía un esfuerzo inútil; nadie más conocía mis gustos como él.

—Solo lárgate, William —grité, furiosa, temblando ante la intensidad de mis emociones—. Déjame en paz.

—Me iré, pero dejarte en paz... eso no estoy tan seguro —respondió, levantándose.

Con esas palabras, se alejó, dejando a una peli rubia al borde de las lágrimas. Isabella, al notar la tristeza en mi rostro, se acercó para consolarme.

—Amelia, ¿estás bien? —preguntó, con un gesto de preocupación.

—Sí, estoy bien, Isabella —respondí, forzando una sonrisa—. Por cierto, ¿me dijiste que salías con el mejor amigo de Oliver?

—Sí, se llama Lucas —dijo, sonriendo radiante—. Me propuso que saliéramos los cuatro al cine o a algún lugar en una cita doble, pero siempre mencionas que no estás interesada en Oliver. Además, con lo de hoy, no creo que tengas ánimos de salir.

—Acepto, saldré con ustedes —dije, recogiendo mis pertenencias y poniéndome de pie, lista para entrar a la universidad.

—¿Qué? —preguntó Isabella, sorprendida—. ¿Acabas de aceptar?

—Sí, acepto salir con ustedes —respondí, aunque en realidad no quería hacerlo. Necesitaba despejar mi mente tras lo ocurrido con William.

No podía negar que lo hacía por despecho, pero tenía que actuar. Al salir con alguien más, esperaba que William comprendiera que ya no quería su presencia en mi vida.

—Nos vemos a las ocho y media —respondí, preparándome para mi siguiente clase.

—Está bien, Amelia —contestó su mejor amiga con una gran sonrisa.

—Bien, nos vemos más tarde —me despedí, mientras ambas regresábamos al aula.

—Adiós, Amelia —me guiñó el ojo con complicidad—. Nos vemos más tarde.

Después de un abrazo y un beso en la mejilla, cada una tomó su camino: Isabella hacia casa, ya que no tenía más clases, y yo hacia mi última clase del día.

"Espero que todo salga como deseo", pensé, mientras me sentaba en mi pupitre a esperar la llegada del profesor.

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