Recordar

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9:36 am

El sonido de la puerta tratando de abrirse por medio de la cerradura de una forma desesperada  alarmo al chico de cabello negro la cual  se encontraba observando fijamente a dicha pelirroja dormir en dicha posición tan incomoda. Levantándose sigilosamente y agarrando su navaja para colocarse a lado de la puerta, era de mañana ya tenía alrededor de dos días encerrado ahí la cual la única sustancia que consumía eran esas asquerosas latas y un poco de agua. Talvez a él no le molestaba ya que estaba acostumbrado, pero los quejidos de la pelirroja pidiendo comida hacia que su lado psicópata saliera. Si tendría que matar a la persona que estaba afuera por querer entrometerse, lo haría.

La puerta se abrió y este agarro el cuerpo dejándolo inmóvil en sus brazos mientras apuntó directamente su cuchilla haciendo que quedara en el cuello de aquella alta pelinegra impidiendo que se moviera, al visualizar los ojos de esta ampliamente abiertos soltó su agarre y río nervioso colocando nuevamente la cuchilla entre sus pantalones.

_Hasta que te dignas a aparecer - Susurro aquel pelinegro, la chica alta solo se apoyo contra la puerta mientras se agarraba el cuello gotas diminutas de sangre corrían ya que el pelinegro logró hacer un poco de presión en el área haciendo que esta respirara erraticamente.

_Que mierda piensas que hacías? - Mencionó - Pudiste haberme matado - Dijo exaltada, el pelinegro simplemente frunció levemente el ceño mostrando un rostro de confusión.

_Tengo dos días aquí con esta - Miro de reojo a Rosé que seguía dormida - Casi la comida se acaba, y estoy en contra del canibalismo - Sonrió de lado

_Eres un matón, dudo que ese fuera el último de tus asesinatos.

_Creo que no fue mala idea hacerte pasar un susto después de olvidarnos en este lugar - Comentó mientras tensaba su mandíbula. Yuju bufo.

_No los olvide - Mencionó - Pero sería beneficiable para el mundo que ambos desaparecieran. - el pelinegro giro los ojos y suspiro, esta coloco una bolsa en la mesa en la cual había comida y tal como un león hambriento Seungri atacó la bolsa y empezó a comer de una forma desesperada, la pelinegra se acercó a el cuerpo de la Rosé y se agachó para quedar a su estatura.

_Porque su ropa está tan rota? - Pregunto mientras con sus uñas trazaba la ropa Rasgada de la chica,  enfocandose en el pelinegro necesitado por comida, notando como de la parte trasera de su cabeza había sangre seca expandida en su cuello. - ¿La ibas a matar antes de tiempo solo por un simple rasguño? - Pregunto mientras reía y observaba a la chica que se encontraba de una forma desagradable, se podía decir que no había lugar la cual no tuviera moretón o cortadas.

Yuju sólo pudo pensar que sí Seungri no la mataba ella moriría sola por tanto daño en su organismo, aún así susurro eres fuerte chica.

_Es una puta, pero la verdad es que su cuerpo es lo mas hermoso que he visto - Mencionó mientras este igual enfocaba su mirada a la entrepierna de la australiana, Yuju lo noto y simplemente coloco rostro de desagrado, ella no debía ser una genia para saber lo que él pelinegro había realizado.

_Eres asqueroso - Susurro está.

_Al menos yo no drogo a la persona que me gusta para tener sexo con ella. - Sonrió el pelinegro esta lo fulmino con la mirada y se alejo de la australiana ahora sentándose en el escritorio.

_Hay un cambio de planes compañero - Mencionó, Seungri alzó una ceja - Me reencontrare con Lisa, siento que tendremos problemas. No tanto por la australiana son problemas directo con la rubia.

_Como están las cosas allá afuera? - Curioseo mientras tenía su boca llena.

_Tarde o temprano se darán cuenta - Ella sabía que era imposible que no se enteraran - Talvez no encuentren nada en las cámaras de seguridad ya que la desactivamos pero no podremos hacer nada con otros inconvenientes.

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