Todo falló.
Mamá bajó a por el rastrillo.
Y la vio.
Prometió no decir nada, pero nos dijo que estaba mal lo que estábamos haciendo.
Dijo que los padres de Elle lo tenían que estar pasando mal.
Así que salió del escondite y se fue a su casa.
Vi las maletas.
Se iba de verdad.
No pude despedirme. Subió al coche antes de que pudiera gritar su nombre.
Creo que no he llorado más en mi vida.
¿Qué hago ahora?
España está muy lejos.