Ha pasado una semana.
No me apetece nada.
Tarik ha vuelto ha hablarme.
Dice que no esté más triste por ella. Que algún día volverá a visitarnos.
No le creo. Porque sé que no es verdad.
Se ha ido para siempre.
Jugamos un rato con las bicis.
Y pasé por su casa.
Ahora vive una familia muy rara.
La niña se llama Danielle. Es americana.
Y es un incordio.
Tarik dice que puede ser mi nueva Elle.
Nunca lo será.