—¿Estás segura, Hermione?— Preguntó Harry, entre asustado, nervioso y furioso.
—Lo estoy, Harry, unas vacaciones son lo más necesito ahora—suspiró Hermione.
—¿Y qué hay de Margareth?— Cuestionó Harry jalando su cabello.
—Ella viene conmigo— Dijo Hermione, inexpresiva mientras miraba la pared color durazno.
Harry se sentó en la cama, aún con la cabeza entre las manos. Habían llegado a casa y habían dejado a Margareth viendo televisión en la sala mientras ellos hablaban de lo ocurrido; todo marcha bien hasta que Hermione habló de que quería irse unas semanas a Francia.
—No puedes...— Dijo Harry levantando la vista.
—Oh, claro que sí— Interrumpió Hermione—, ella es hija mía, tú solo eres su padrastro. No tiene nada tuyo más que tu apellido.
—Aún así puedo quedarme con ella. Y tú me la darás— Peleó Harry frunciendo el entrecejo.
—Yo jamás te daría a Margareth— Contradijo Hermione—, además son solo unas vacaciones, Harry.
Harry se levantó de golpe y se acercó peligrosamente hacia Hermione, quien retrocedió un paso. Si bien habían pasado dos meses sin golpes, aún estaba siempre a alerta.
—Si quieres irte, vete, pero Meg se queda conmigo—habló.
—No, ya pedí licencia en el Ministerio y en el colegio de Margareth, no pienso dejarla sola—comenzó a negar con la cabeza mientras se dirigía a su armario; le había quitado la varita a Harry cuando estaba ebrio y le había echo creer que la había perdido, y no debía dársela, no podía permitir que la tomase estando enojado. No era como si ella representara una amenaza, él le había quitado la varita también; estaba completamente indefensa, solo necesitaba usar la varita de Harry.
—No te atrevas a llevarte a mi hija—se acercó a ella a paso lento—, si me das a Meg, consideraré la idea de devolverte tu varita.
—¡Antes muerta que darte a mi hija, Potter!— Escupió Hermione arrugando la nariz.
¡Plam! Harry le dió una bofetada en la mejilla, provocando que Hermione cayese al piso sorprendida...la décima golpiza después dos meses. «No será la primera, ni la última vez» recordó las palabras de su madre cuando le contó que Harry le había levantado la mano poco después de comenzar su noviazgo. Al principio no lo culpaba, todas las noches él la llamaba, desesperado por saber si estaba bien, buscando su consuelo antes las pesadillas, ambos se refugiaban en el otro cuando los recuerdos de la guerra volvían. No creía que sería capaz de beber ni fumar, y aunque al principio lo aceptaba, dejó de hacerlo cuando le levantó la mano estando ebrio. Solo por eso no lo culpaba al principio, porque estaba ebrio, herido; y ella estaba ciega. Cuando comenzó a golpearla sin estar ebrio supo que debía ponerle un alto y poner a salvo a su hija aunque eso le costase la vida.
—Empaca las cosas de Margareth, ella se viene conmigo a Grimauld Place—ordenó Harry abriendo la puerta y saliendo de la habitación.
«Sí, como no» Pensó Hermione levantándose para ir al baño a mirarse al espejo.
Una vez que llegó al baño, vió que tenía la mejilla roja con las marcas de los dedos de Harry; pronto sería un moretón. Suspiró profundamente y comenzó a maquillarse para disimular. No para seguir recibiendo golpes cada vez que desafiara a Harry, sino para que Margareth no supiese nada, y así huir tranquilamente con su hija. Ya se había cansado de recibir golpes, abusos, gritos, engaños, peleas, borracheras y vomitadas por parte de su marido. Estaba harta de él.
Salió del baño y caminó rápidamente hasta su habitación, cerró la puerta y tomó dos maletas: una para ella y otra para Margareth. Se irían esa misma tarde de ser posible. Debía hablar con él, ya sabía lo que haría Harry, siempre lo hacía. La última vez que perdió un embarazo bebió a más no poder, luego... luego ella estuvo en cama por una semana, los golpes le impedían moverse, lloraba en silencio intentando borrar lo que le hacía por las noches. Mientras las lágrimas caían empacó todo lo que pudo y escondió las maletas bajo la cama, las cubrió bien para que Harry no viera nada, y bajó a preparar el almuerzo.
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Siempre y cuando estemos juntos (EN EDICIÓN)
FanfictionHermione ama a Ron, él ama a Astoria. Draco ama a Astoria, ella ama a Ron. Hermione deja de amar a Ron, y comienza a amar a Harry. Harry comienza a beber, y Hermione huye con su hija. Una mujer llega a la vida de Draco para cambiar toda su vida. Y...