1. Aire

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Harry's POV:

No soy un chico negativo, es casi imposible verme con una cara estirada, realmente no suelo quejarme de la vida.

Pero de camino a casa de mi abuela, parecía que lo fuese, cualquier persona que me hubiese visto pensaría que soy el típico "niño" que lo tiene todo y piensa que no tiene nada.

Quiero decir, hasta yo mismo he juzgado a personas por la calle sin saber absolutamente nada de sus vidas, cuando quizás estaban en una situación similar a la mía, no eres un imbécil solo "porque si", sabes?
(Aunque bueno conozco a más de uno que te hace pensar que si existe esa clase de gente) a veces solo puedes tener un mal día y reflejar todo eso.

En mi caso era un mal mes, maldito septiembre, bueno, en realidad no, no hiciste nada malo septiembre, solo te tocó mi peor época, supongo.
Lo siento.

Me faltaba fuerza, estaba perdiendo peso, básicamente parecía que moría, vaya, pero no lo hice, mi doctor solo me dijo que podría ser el estrés, que debería tomar un descanso y
... aquí estoy.

Iba en mi motocicleta nueva, mi madre casi me obliga a subirme a su auto y dejar que me trajera, pero como pude la convencí de que necesitaba venir solo, amaba las motocicletas desde que era un niño, es de esas cosas que simplemente no puedo ni quiero perder.

Cuando llegué me saqué el casco y me dirigí a la puerta.

-cariñooo!- no alcance a dar ni un golpe cuando mi abuela abrió la puerta, como si estuviese esperando hace horas.

-abue- dije siendo asfixiado lentamente por su abrazo -no me entra aire-.

-ay, lo siento, es que te echaba mucho de menos- dijo apenada pero no pude contener mi risa.

-y yo a ti abue, no sabes cuanto- le di la sonrisa más pura que pude, en verdad necesitaba verla.

Desaté la mochila de la motocicleta y la deje en la habitación que seria mía durante unos meses...o bueno hasta que quisiera marcharme si no me avergonzaba usar la misma ropa dia tras día.

Comí como por 2 años ya que la abu decía que me veía "flaquillo" como cuando tenía 9 años y era un "rebelde de la comida".

Luego de hablar un rato, tomar una ducha y arreglarme un poco, fui hacia el pueblo, o como muchos lo llaman, la zona comercial.

-eh que ya estoy aquí, me he demorado un poco porque vine caminando- le avisé a la persona al otro lado del teléfono.

-podrías ser un poco más rapido harry, pero apuesto que la comida te hace pesar el triple- dijo soltando una carcajada.

-bueno, no estás del todo equivocado horan- cuando le vi a lo lejos lo salude con la mano y terminé la llamada.

-mírateee, te has apuntado al gimnasio?- se reía y me miraba con nostalgia.

-niall- lo abracé con todas mis fuerzas -no, de hecho estoy más delgado, pero no tiene importancia-.

-claro que tiene importancia, eso quiere decir que te sigo pateando el trasero en surf- su cara retadora nunca había sido tan en serio.

-claro, claro, hablalo con mis medallas rubio- me detuve en el hecho de que ya no era rubio -no tan rubio, que rayos, ¿dónde dejaste el color?-.

-AJAJAJA- tomó un trago de su cerveza y soltó un suspiro -ha pasado mucho tiempo, no? Demasiado...-.

Sonreí con ese sabor agridulce que te dan normalmente los recuerdos, habíamos crecido, ya no teníamos 15 años, no salíamos de la escuela y corríamos a la playa para surfear al menos 30 minutos y después recibir un sermón de nuestros padres, ya no perdía esa apuesta en la que debía dejarse teñir por mi, ya no ayudabamos a nuestros padres a preparar todo para las barbacoas de los fines de semana...ya no eramos quienes solíamos ser, teníamos 20 y 21, yo no vivía en kyland, ya no hacía surf y lo peor de todo, la tragedia más grande...niall ya no era rubio.

Horses - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora