8. Harry

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Louis' POV.

Fue un momento que no esperaba que se diera, pero no me molestó en lo absoluto.

Había algo en él que simplemente me hacía actuar diferente, sentir diferente.

No creo que nadie fuera tan idiota como para no notar que Harry era especial, era de esas personas que quizás solo te cruces una vez en tu vida, que debes apreciar cada segundo y nunca dejar de apreciarlo, porque si lo pierdes, nunca nada te hará sentir igual.

Existen pocas personas como harry, así que la posibilidad de coincidir en esta vida con alguien así, era simplemente diminuta.

Y yo, Louis Tomlinson, había dado con la hermosa casualidad de coincidir con Harry Styles.

Tras tomar una ducha rápida volví a casa de harry, que estaba sentado comiendo fruta.

-acaso no fui claro, styles?- crucé mis brazos.

-uhh, styles- me imitó con tono de miedo y luego se rió.

-uhh, idiota- me senté en la banca a su lado.

-uhh, grosero- giró los ojos -como sea, la fruta estaba genial, el jugo igual-.

-me alegra, no soy tan bueno con la comida pero quiero decir la fruta no es el platillo más complicado del mundo- encogí mis hombros.

-si no eres chef, entonces que sabes hacer? -.

-ser increíblemente atractivo- me miró incrédulo -bien, bien, no lo sé...quizás bailar, aunque no es mi mayor habilidad-.

-Louis Tomlinson bailando, suena bien, vamos a ver que tan bueno eres-.

Se levantó y estiró su mano para que yo la tomara.

Casi me caigo de la banca pero pude mantener el equilibrio y quedamos una vez más cara a cara.

-no prometo nada genial- dije sin apartar la mirada.

-bueno, tendré que verlo-.

Sonreí de forma inocente.

Soltó mi mano para ir a poner la música a todo volumen.

"my way, de Frank Sinatra" empezó a sonar.

-mi abuela me presentó todas mis canciones favoritas... Niall suele reírse de mi excelente gusto musical- iba acercándose con suaves y delicados pasos -pero solo es envidia- se rió.

-debo admitir que no era lo que esperaba bailar, pero me gusta- llegó a mi y puso sus brazos ligeramente sobre mis hombros.

-es mejor que cualquier cosa que pudieras imaginar-.

Bailabamos a paso lento, era el tipo de música que sin importar lo que dijera te daban ganas de amar, pero de verdad.

Estábamos prácticamente abrazados y sentía su respiración en mi nuca.

Al terminar la canción comenzó a sonar "La vie en rose".

-demasiado cliché, diría yo- susurre cerca de su oído.

-demasiado tonto, diría yo- respondió con una risa corta.

Al empezar a sonar las trompetas lo separé de mi y le di una vuelta, él hizo lo mismo y antes de que acabara, lo incliné un poco.

"fly me to the moon" comenzó a sonar.

-creo que te gusta un poco frank- dije aún manteniéndolo inclinado.

-oh, claro, justo es mi hombre ideal-.

Me quedé embobado mirándolo.

"in other words.... Baby kiss me"

-tengo que obedecer, al señor Sinatra- lo acerqué a mi lentamente y finalmente me dejé llevar.

Nuestros labios chocaron, suavemente, con delicadeza.

De repente sentí que eso era justo lo que había esperado toda mi vida, esa clase de conexión.

El beso a pesar de ser ansioso, no era salvaje, de hecho parecía que quienes bailaban ahora eran nuestros labios, curioso.

Separamos nuestros labios, pero nuestras frentes mantuvieron el contacto, mientras seguíamos bailando lentamente.

Harry tenía una sonrisa en su rostro - please, be true- cantó a la par con la canción.

-creo que soy bastante real- me reí.

-juralo, porque siento que no me he despertado del desmayo-.

Lo mire, sus ojos cerrados, su  sonrisa -lo juro- nuevamente uní mis labios a los suyos.

No lo culpaba pues yo también sentía estar en una fantasía, por la situación, por él, por lo que se sintió el momento exacto en que cortamos la distancia entre nosotros.

Harry en general parecía ser un sueño, una fantasía.

Pero no desaparecía, no se esfumaba, cerré y abrí mis ojos un par de veces para comprobar que estaba bailando conmigo.

Y siempre era la misma respuesta, si, ahí estaba.

Cuando puso su cabeza en el pequeño espacio de mi cuello, miré hacia arriba.

"Gracias", repetí en mi interior.

Parecía una estupidez, pero después de tantos años, de tanto espacio vacío, de tanto dolor, ese momento me hacía sentir bien.

Por fin había algo positivo, algo que no se iría de la nada, algo que no me podían arrebatar.

Me sentía feliz, geninuamente feliz.

Sonreía hacia el techo, "gracias harry, gracias por aparecer".

El momento se vio interrumpido por "all you had to do was stay, de Taylor Swift".

Me alejé un poco sin soltarlo con una mirada cuestionante en mi rostro.

-qué? No creías que porque me gusta frank Sinatra no me iba a gustar taylor, o si?- me encogí de hombros -soy una persona normal, Louis, por supuesto que iba a estar en mi Playlist- me reí.

Se alejó de mí y empezó a bailar por todo el salón.

Cantaba, y sólo saltaba por todas partes.

Recordé que mientras bailabamos a veces escuchaba como cantaba en voz baja, su voz era hermosa.

-te han dicho que cantas genial?- harry se detuvo un momento.

-me lo han dicho antes, pero fue mi madre, así que no le dí importancia-.

-no mentía-sonreí.

Cuando la canción terminó harry estaba encima del sillón así que bajó.

-y tu Tomlinson, eres genial para el baile lento, pero pésimo para dejarte llevar del resto de música- se hizo justo delante de mí.

-gracias, trabajaré en eso- ambos sonreímos.

Esta vez fue él quien cortó la distancia entre los dos, con un beso dulce.

-sabes? Deberías quedarte conmigo, no puedo dejarte solo, al menos no hasta que estés bien del todo y yo pasó mucho tiempo solo, más del que me gustaría, los dos ganamos- acomodé uno de sus mechones de cabello.

-y tu tía?-.

-no se va a quedar, tiene que volver a la ciudad, básicamente vivo solo-.

-suena bien, puedo hacer ese esfuerzo-.

Me reí y lo solté finalmente.

Esperé que alistara sus cosas y cuando estuvo listo fuimos a mi casa.

-es una locura, no?- dijo entre risas -llevamos menos de un mes conociendonos, eres prácticamente un desconocido y acabo de aceptar vivir contigo un tiempo-.

Me detuve -si, estás completamente loco por aceptar, pero en mi defensa, no eres un desconocido, eres nieto de la señora styles, y desde que te conocí siento que te conozco de toda la vida- me encogí de hombros -así que no estamos taaaan locos, o si?-.

Soltó una carcajada y simplemente entramos en casa.

Tal vez si estábamos locos, pero eso era lo que lo hacía especial.

Horses - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora