BYD

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El recuerdo de lo qué pasó me torturaba hasta el cansancio y me sentía aún peor al pensar que el se había rendido conmigo, pero, después de todo, supongo que me lo merezco pues todo este tiempo fui el único que huía y dejaba que sus inseguridades lo dominaran.

La noche anterior recuerdo haber pensado en que esta vez no estaría para cuidarme y comenzar a llorar, recuerdo  haber dado su dirección porque quería verlo y disculparme con el, realmente lo extrañaba, recuerdo escucharlo decir que mis palabras no le importaban si eran por el alcohol volviéndome valiente, incluso el me consideraba un cobarde.

-me canse de sentirme confundido entre esas notas y tus constantes rechazos -intenté mantenerme calmado mientras lo seguía escuchando, pero era imposible no sentir ganas de llorar

-lo siento

-si las cosas iban a terminar así jamás hubieras dejado la primer nota

-lo siento

-te parece bien venir y torturarme de esta forma?

-lo siento

-crees que decir lo siento ayuda de algo? - su rostro era una mezcla entre tristeza y enojo, algo que jamás imaginé ver

-me odias?

-no puedo odiarte, pero tampoco creo que pueda estar cerca de ti, al menos no por ahora - estaba molesto conmigo mismo por no darme cuenta antes, pero lo estaba aún más por herirlo - lo mejor será que te vayas -esta quizá sea mi única posibilidad de arreglar las cosas, irme sería mi mayor

-no

-disculpa?

-dije que no -era mi momento de dejar de ser un cobarde

-no sé a qué

No lo deje seguir hablando y junte nuestros labios, algo torpe, pero para mi suerte el no me rechazó.

-la próxima vez no preguntes si puedes besarme, solo hazlo -sorpresa y confusión era lo que veía ahora pero solo fue por pocos segundos

-y qué pasa si no hay una próxima vez?

-yo me encargaré de que la haya

-porque debería creer en tus palabras?

-no lo hagas, dame la oportunidad de demostrártelo

el chico de las notasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora