Un par de años después...

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De casa al trabajo y del trabajo a casa, esa era mi rutina desde el momento en el que me gradué. Seguí viviendo en Corea, después de graduarme, a pesar de las constantes insistencias de mi familia para que volviera a Japón.

-estoy en casa -no obtuve mas que silencio en respuesta, cuanto me molestaba este silencio

Me tumbe en el sofá y afloje mi corbata, odiaba tener que usar traje, pero si para pagar el alquiler tenia que usarlo, no quedaba de otra.

-necesito una cerveza - me levante y camine hasta el refrigerador, pero no había ninguna

El alcohol era una de las pocas cosas que me relajaba en estos días, sobre todo si era fin de mes. Uno pensaría que trabajar con sus amigos aligeraría la carga, pero era todo lo contrario.

En lugar de volver al sofá tome una ducha, eso también me relajaba.

Justo cuando salía del baño, la puerta principal se abrió y camine hasta esta.

-donde estabas? -lo abrace a penas lo vi y el me devolvió el abrazo

-me extrañaste?

-no sabes cuanto

-tuve un proyecto grupal y terminamos tarde, ya cenaste? -negué - entonces cocinemos algo

Muchas cosas habían cambiado desde que comenzamos a salir, por ejemplo ahora vivimos juntos. Cuando me gradué y conseguí un buen trabajo pude pagar un mejor lugar, aunque mi idea inicial era vivir aquí solo, cuando nos dimos cuenta ya había mas cosas suyas aquí que en su propia casa, así que decidimos simplemente hacerlo, claro no sin antes tener la aprobación de sus padres.

-que te parece si mañana salimos? hace mucho que no hacemos algo solo tu y yo

-quedamos de salir con nuestros amigos

-lo había olvidado, el domingo?

-iremos a cenar con mis padres, definitivamente te regalare una agenda

-no podemos simplemente quedarnos en casa?

-no, por cierto, tu madre me llamo -cambio de tema

-y que dijo?

-pregunto si riamos a visitarla en navidad o su hijo de nuevo preferiria a su familia coreana

Mi familia habia aceptado bien nuestra relacion, incluso nuestros padres se habian vuelto buenos amigos, al final fue mas importante la felicidad de sus hijos que sus deseos, o eso me gusta pensar.

-si vuelve a llamarte, dile que comprare los pasajes a penas pueda

Nuestra vida se habia vuelto esto, quiza la emocion de cuando recien comenzamos ya no estaba, pero el amor seguia siendo el mismo, no necesitabamos notas, regalos, sorpresas, demostraciones publicas, eran los pequeños detalles que teniamos el uno con el otro que nos hacian saber que nuestros sentimientos no habian cambiado.

Jamas terminare de estar agradecido con Bang YeDam por poner aquella primera nota en mi casillero, por poner la segunda, tercera y todas las demas, a nuestros amigos por apoyarnos, a nuestra familia por aceptarnos, a nosotros, por atrevernos a intentarlo a pesar de lo que las personas pudieran decir, le agradezco cada segundo a mi lado, cada cuidado, cada detalle, cada sonrisa, cada pelea, cada reconciliacion, cada lagrima, porque eso es lo que nos trajo a donde estamos ahora y espero que podamos seguir llorando, riendo, peleando, amandonos, durante muchos años mas.

Fin

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Bueno esta soy yo, la autora, me sorprende lo mucho que se alargo esta historia y tambien me sorprende que llegara a su fin.

Mi idea principal era hacerla de 20 capitulos, maximo, y termino teniendo mas de eso, aunque hay partes que odio y partes que amo, no habria seguido con ella de no ser por las personas que la leen, tambien quiero agradecerles por esperar tanto, esta no es solo, posiblemente, mi ultima historia, es tambien la primera que termino.

Realmente me aterra la idea de ponerle final a algo, pero aqui estoy, deseando que les guste tanto como a mi, que llevo escribiendo esto al menos cuatro meses, pero he pasado por cosas muy dificiles, que me negaba a esforzarme o a darle la importancia que ni yo sabia que tenia.

En fin, aun falta que suba (aunque aun no lo se) las partes del MAshiKyu y es AsaHyuk, espero que realmente amaran esta historia como lo hice yo, me diverti tanto escribiendola, como leyendo sus comentarios.

el chico de las notasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora