Naruto Uzumaki muere después de un ataque por parte de los aldeanos de Konoha. El joven rubio se encuentra con el Rikudo Sennin, quien le da una oportunidad de revivir.
En su nueva vida él decide desaparecer del pueblo, solo para regresar a la alde...
Habían pasado dos semanas desde que Naruto dejó la aldea de Konoha, tiempo que Kurama aprovechó para enseñar a Naruto las maneras básicas para sobrevivir en un bosque pues a partir de ese momento el estaría viviendo en uno. Lo primero en lo que el rubio fue versado fue en la habilidad para conseguir comida, en este caso fruta proveniente de algunos árboles y arbustos que rápidamente aprendió a identificar. Debido a su altura le fue imposible conseguir fruta de los árboles pero su biju vio este obstáculo como una manera de enseñarle las bases del shurikenjutsu. Aunque el rubio no contará con arma alguna pudo practicar utilizando piedras que encontraba en el suelo del bosque. Lo segundo que Naruto aprendió fue el donde y como esconderse, después de todo necesitaría un lugar para dormir seguro de animales salvajes, ninjas o asaltantes. El fue especialmente talentoso en esto, parecía tener un don natural para el sigilo a pesar de ser un chico normalmente ruidoso e hiperactivo, además su ingenio y gusto por la naturaleza lo hizo aprender a aprovechar todo a su alrededor para esconderse, el chico bien podría haber sido un camaleón en otra vida. Con estos nuevos conocimientos adquiridos Naruto comenzó a viajar con el propósito de conocer todos los bosques de la tierra del fuego, mientras el disfrutaba del viaje era inconsciente guiado por Kurama hacia un lugar en específico.
Dos meses después: Naruto se encontraba cada vez más lejos de casa, pero el no sentía remordimiento ni tristeza pues el sabía que su casa era cualquier lugar donde lo llevara el viento siempre y cuando Kurama permaneciera a su lado. Este último tiempo de viaje fue relativamente tranquilo pero no significa que hayan sido vacaciones sino que todo lo contrario, Naruto se esforzó día a día para mejorar sus habilidades de supervivencia al límite, con el conocimiento de Kurama, su talento impredecible y suerte divina logró aprender de memoria los nombres y usos de cada hierba que encontró en su viaje y por mera curiosidad infantil logró fabricar elixires y venenos que sí bien no eran la gran cosa para un shinobi si lo eran para cualquier civil promedio. Sin duda el niño era un genio del trabajo duro que aprendía día a día a base de prueba y error.
-gaki, parece que estamos cerca del lugar que te mencioné cuando te sugerí salir de la aldea-. La kyubi comentó en la mente del rubio quien sólo asintió, pues para el ya era bastante común escuchar a su inquilina hacer comentarios repentinos a cada hora del día.
El rubio continuó avanzando y al cabo de un par de días finalmente encontró el lugar a donde Kurama tanto deseaba llevarlo "el valle del fin". Se trataba de un valle plano con un pequeño lago en medio, alrededor habían montañas donde sí eras observador podías ver a la perfección una imagen tallada de dos grandes shinobis, el Shodaime Hokage de Konoha (Hashirama Senju) y el ex líder del clan Uchiha (Madara Uchiha), dos grandes amigos que debido a las circunstancias terminaron siendo rivales desarrollando así su última batalla en este lugar que originalmente era un bosque más pero que debido al poder de ambos monstruos terminó siendo lo que era ahora.
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-bien Naruto-Kun, a partir de ahora comienza tu entrenamiento shinobi de verdad, espero que te esfuerces al máximo para ser un gran shinobi, pues no seré para nada flexible solo porque eres un niño, al contrario seré estricta contigo para que aprendas a la perfección-. La kyubi declaró con orgullo mientras Naruto simplemente observaba el paisaje anonadado sin siquiera prestar atención pues jamás fue bueno para escuchar discursos que eran largos y aburridos en su opinión.
