Dos: El cielo en tus ojos

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—Kagamine Len —repetí tu nombre en un susurro.

Mire los medicamentos que estaban escritos en una pequeña hoja de papel. Hasta ahora, no había mejoras en tu salud y ya habían pasado tres semanas desde aquella noche.

Una chica rubia entró por la puerta principal a pasos apresurados y se acercó hasta donde estaba, mientras trataba de recuperar el aire.

—Hola Kaito, ¿Cómo está Len? —pregunto la chica con preocupación.

Suspire y me lleve una mano a la nuca, para comenzar a acariciar mi cabello.

—No hay mejoras.

Rin miro el piso decepcionada.

—Lamento que tengas que quedarte más tiempo. Conseguí un nuevo trabajo de mesera y-...

—Ya te dije que no te preocupes, yo te ayudare con los gastos —la interrumpí.

—Aún así me gustaría poder ayudar con algo. Haz hecho mucho por nosotros.

Sonreí.

—Len despertará pronto. Te lo aseguro.

Sonrió levemente y su rostro se lleno de lágrimas.

—Gracias por todo.

Las semanas continuaron pasando, fue entonces que un día sábado, recibí una llamada mientras ordenaba unos documentos.


—¿Bueno?

Escuche un sollozo del otro lado del teléfono.

—Len... el despertó —Rin soltó una suave risa entre lágrimas.

—¡¿Despertó?! E-estaré ahí en media hora. Nos vemos —colgué la llamada y comencé a recoger los papeles que había tirado en el piso por la sorpresa.

En cuanto terminé, salí de mi oficina, con rapidez.

—¿Señor Shion? —pregunto la secretaria quien sostenía una taza de café en sus manos.

—¡Kasane! ¡Cancela la reunión con Megpoid!

—¡Ah! ¡Como usted diga, señor Shion! ¿Y-y que hago con esto? —pregunto con nervios, refiriéndose a la taza de café.

—¡Puedes tirarlo a la basura o mejor quédatelo! —grite saliendo de aquel pasillo.

¿Remember? | KAILen (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora