Capítulo 3

227 21 2
                                    




~Narra T/N~

Cuando entré en la clase de pociones, me encontré con la mirada decepcionada de mi padre, que no paraba de abrir los ojos cuando me vio entrar con los tres chicos de Gryffindor.

Snape no era muy partidario de las amistades entre casas, y mucho menos consentía mi amistad con Potter. "Ese chico sólo te traerá problemas" me dijo después de la ceremonia de selección, pero como buena Slytherin que soy, hice caso omiso y seguí con mis ideales.

Ese mismo año me hice muy amiga de Harry, Ron y Hermione. Una vez, antes de que empezara nuestra amistad, los vi entrando en el pasillo prohibido y decidí seguirlos. Obviamente sabía a donde dirigía ese pasillo. Después de toda una vida en el castillo, no esperarán que no haya investigado todos y cada uno de sus rincones, por muy 'secretos' que fuesen. Silenciosamente los acompañé en su excursión por aquel tenebroso castillo, hasta llegar a la habitación donde se encontraba Fluffy. En todo momento guardé la distancia, no quería que me descubrieran espiándolos. Un tiempo después de que entraran por la trampilla, me escabullí por el pequeño agujero del suelo, siguiendo el ruido de sus voces, llegué al tablón del gigante ajedrez mágico, allí estaban Hermione con Ron tendido en el suelo, le hice un sencillo hechizo para curar sus heridas más superficiales y les recomendé que se marcharan hacia la enfermería, que yo me ocuparía de Harry. Cuando ambos se marcharon, seguí mi camino hasta llegar a la gran habitación donde se encontraba el espejo de Oesed. Me escondí detrás de una de las altas columnas doradas, observando la situación. Cuando Harry se colocó frente al espejo visualicé la piedra detrás del profesor Quirrel, así que solté un inaudible 'alohomora' y conduje la piedra hacia e bolsillo de Potter sin que el profesor se percatase. Mi padre nunca se había fiado de aquel profesor, así que no fue ninguna sorpresa encontrarlo en aquel lugar junto al elegido. Cuando Quirrel prendió la habitación y comenzó a abalanzarse sobre Harry, entré en pánico y le lance un hechizo. No me di cuenta de cual lancé hasta que vi a Potter convertir en cenizas las manos y cara del profesor. Una vez todo acabó y salió de él una humareda tenebrosa, vi como Harry se retorcía de dolor, e instintivamente (o al menos eso pensé yo) me comencé a marear y un fuerte dolor de cabeza irrumpió todos mis pensamientos. Una vez ambos salimos de allí sentí como un fuerte vínculo había crecido entre nosotros. Desde entonces, e incluyendo a Ron Y Hermione, nos hicimos amigos inseparables.

-Os he asignado un lugar para el resto del curso. Los nombres aparecerán en los asientos. No acepto quejas.-dijo mi padre con tono serio sin dejar de mirarme con desaprobación.

Me fui acercando a todos los taburetes, esperando ver mi nombre en alguno, hasta que, en una de las mesas del fondo, lo vi. Mi nombre apareció junto al asiento de Pansy Parkinson, una Slytherin, más conocida como 'la amiguita de Draco'. Esa chica era como su mascota, lo seguía a todos lados y era totalmente insoportable, por lo que supongo que esa será la razón por la cual mi padre la ha colocado tan atrás. Pero aún no comprendo el porqué Snape ha decidido ponerme junto a ella, a no ser que realmente quiera una pelea en clase.

Pero pronto lo comprendí. Justo en la mesa de delante se encontraba la persona que mas odiaba en el mundo, y que casualmente es la persona con la cual mi padre insiste con que me lleve bien, Malfoy.

Echando un rápido vistazo, vi que nuestras disposiciones iban regidas según nuestras casas. Los de Gryffindor estaban en la arte izquierda delantera del aula, los Hufflepuff en la parte derecha delantera, los Ravenclaw en la parte izquierda del fondo y los Slytherin a la derecha en el fondo. Pronto comprendí que nos había colocado estratégicamente, los Slytherin lo mas alejados posible de los Gryffindor.

...

La clase se me hizo eterna. Pansy no paraba de ligotear con Malfoy, y este se pasaba todo el tiempo haciendo bromas con Goyle sobre mi o sobre la clase en sí.

-Y para terminar la clase, espero ver a los Slytherin en las pruebas de Quidditch esta tarde, deberíamos de ser un ejemplo para las demas...-hizo una pequeña pausa para dirigir su mirada a Potter- casas...- y seguidamente, todos los alumnos se levantaron y se fueron de clase.

Mientras recogía mis libros y me preparaba para salir, una voz me lo impidió.

-T/N, ¿puedes venir un momento?- me acerqué hasta la mesa del profesor.-Supongo que ya habrás  llegado a la conclusión de por qué te he situado en ese lugar.

-Verás, tengo algunas hipótesis. La primera es que creo que quieres que pegue a Goyle. La segunda es que creo que quieres que mate a Pansy. Y la tercera es que creo que quieres que Malfoy simplemente desaparezca.

-De eso justamente se trata.

-¿Qué?-dije casi atragantándome con mi propia saliva.

-Haber, no me malinterpretes, no se trata exactamente de eso, en realidad, se trata solamente de Malfoy...-hizo una eterna pausa- necesito tenerte cerca de el.

-¿Cómo?-mi rostro reflejaba una pequeña sonrisa de incredibilidad que se borró al instante.

-Necesito que te ganes su confianza.-Su rostro no mostraba ningún indicio de que fuese una broma -Hay unos motivos, los cuales no te puedo explicar en este momento.

Resoplé frustrada y me fui. Simplemente cogí mis cosas y me fui de allí. No podía creer que mi padre me estuviese pidiendo eso. Está loco si cree que voy a hacerlo...

O ¿debería?

Addicted || Draco Malfoy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora