ʟᴏᴠᴇ ɪꜱ ʜᴜᴍᴀɴɪᴛʏ (SAVE + AU MDZS) [TERMINADA]

Capítulo 2: Xiao-di

Cuando Luo Yadian cumplió los seis años y medio de edad, viajaron por fin fuera de los territorios de Lianmeng Shan. Su padre le mencionó el hecho de que hace unas décadas atrás, nuevas Sectas resurgieron en el mundo de la cultivación, pero ellos se mantenían alejados de aquellas Sectas pues como siempre la sociedad no comprende del todo la existencia de la humanidad.

O sea, aún tienen pensamientos primitivos y solo se preocupas por ellos, no existe la preocupación por el otro o no existe en sí el amor de unos a los otros.

Dentro del Palacio de la Luna, casi todos son personas de piel. Incluso hasta el más fríos de los fríos, literalmente, el esposo de su Shang-shishu. Con los años aprendió qué es el afecto, además, viniendo de otro mundo Shen Qingqiu y Shang Qinghua tenían otro tipo de vivencias, fue fácil pegársela al resto ya que Luo Binghe en efecto fue muy pegote con su esposo desde que su relación nació.

En resumen, las nuevas Sectas no tienen conocimiento sobre lo que realmente es el amor. Sumándole el hecho de que viven entre demonios. Obviamente no sería bien visto para otros. 

Llegaron a una pequeña aldea bastante civilizada, el mercado estaba lleno de armonía y niños corrían de un lado a otro. Luo Yadian le iba a preguntar el nombre del lugar a su baba, cuando de la nada escuchó el llanto de un niño.

De inmediato su inclinación a mamá gallina se activó, y alzando su oreja con la ayuda también de su instinto demoníaco, siguió el llanto del infante siendo guiada hasta un callejón.

Lo que vio, le rompió el corazón en mil pedazos.

Un pequeño niño que no parecía tener más de cuatro años, yacía hecho ovillo contra la pares del callejón tratando de cubrirse de una jauría de perros rabiosos. Él lloraba a gritos pidiendo ayuda, lanzando pataditas con sus cortas piernecitas para alejar a la bestias. Y, aunque la escena en sí dentro de su cabeza le resultaba familiar, no tomó importancia ya que actuó de inmediato lanzando un ataque a los perros enviándolos a volar.

Ella corrió hasta el pequeño que estaba encogido en su lugar, gracias a los cielos los perros no tuvieron oportunidad alguna para morderlo o algo parecido; era tan diminuto que podrían herirlo fácilmente y Luo Yadian jamás se lo perdonaría.

Sin problema alguno lo alzó en brazos, permitiendo que el menor dejara su rostro escondido en su cuello. ㅡShh, ya se fueron, ellos no te harán daño XiaoXiao... ㅡacarició su espalda en pequeños círculos.

Luo Yadian a pesar de tener seis años, era alta para su edad gracias al cuidado de sus padres y además a la sangre que recorre por sus venas. Contando también con su actividad física por sus entrenamientos, ha crecido saludablemente.

No fue un problema cargar a un infante, ni menos cuando el niño en sí era demasiado pequeño. ㅡEstá todo bien, ¿de acuerdo?

El niño gimió con suavidad. Unos momentos después, se alejó lo suficiente para mirarla a la cara. ㅡMuchas gracias Jiejie...