Capitulo 3

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—He llamado a tu amigo.

Gun levantó la cabeza, apartando la mirada de su cerveza para mirar al barman. —¿A Joss?

—¿Tu novio?

Gun parpadeó por sus ojos borrosos. —¿Mi qué?

—Joss, tu novio. —Day dijo.

Gun sonrió y volvió a mirar a su cerveza una vez más. Distraídamente quitó la etiqueta. —Joss no es mi novio. —Gun no era tan afortunado.

No es que quisiera estar con Joss, porque eran amigos y compañeros de piso. Era la idea de pertenecer a alguien lo que le atraía. Gun estaba cansado de estar solo y al único hombre que quería, él no le interesaba.

¿Cómo era de irónico?

El hombre que él quería, pensaba que era un completo idiota.

Gun inhaló drásticamente y elevó los ojos de nuevo, una enfermiza sensación empezó a construirse en su estómago. —¿A quién has llamado?

—Busqué entre los números de tu teléfono y marqué el que ponía "Casa". Un tipo contestó y dijo que vendría a buscarte.

Gun de repente no se sintió tan mareado como hace un momento. De hecho, se sentía definitivamente más sobrio. —¿Te dio su nombre?

—Su nombre es Off.

Gun gimió y su cabeza cayó a la barra. Conocía esa voz sin necesidad de girarse para mirar atrás. Dudaba que la olvidara jamás, ya que perseguía sus sueños e incluso sus momentos de vigilia.

Apretando con sus manos la botella de cerveza, Gun envió al barman una mirada asesina. Traidor. —¿Qué haces aquí, Off?

—Creo que la pregunta adecuada es qué haces tú aquí.

—Hacer todo lo posible porque siga la fiesta.

—Creo que has tenido suficiente —Off dijo.

Gun rodó los ojos cuando la botella de cerveza desapareció de sus manos.

Aquí viene.

Off iba a comenzar a leerle la cartilla y tratarle como a un adolescente rebelde. Sólo por una vez, a Gun le gustaría que Off le viese como un adulto, preferiblemente un adulto que quisiera llevarse a casa para follarlo, pero como no iba a ocurrir nunca, se conformaría con que le tratase como a un adulto.

—Off-...

—Hora de ir a casa, Gun.

Oh, qué no daría porque fuese cierto. Pero no lo era, y necesitaba recordarlo. Su casa era un apartamento en el pueblo. La casa de Off era una casa en el campo. Y había millas de distancia entre los dos.

—Llámame un taxi.

—Chiang Dao no tiene taxis.

—Pide un coche de bomberos. —Joss podría traerlo.

—No seas ridículo, Gun.

—¿Qué si quiero ser ridículo? —Gun giró en su taburete, y se agarró al borde del mostrador cuando la habitación empezó a girar. Puede que hubiese bebido un poco de más. Sólo un poco.

—Gun, vamos.

Gun tropezó al bajar del taburete y Off le agarró el brazo y levantó. Cayó justo sobre Off. Por un momento, Gun se permitió sentir el grande y sorprendente suave cuerpo de Off contra el suyo.

Cuánto sufría por tener justamente esto.

La camisa roja que Off llevaba puesta estaba apretada, mostrando cada valle y colina del esculpido abdomen de Off.

MI VERDADERO Amor [Finalizado] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora