MI VERDADERO Amor [Finalizado]

Capitulo 9

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Off se apoyó en el marco de la puerta de la cocina mientras veía a Gun limpiar los platos de la cena. Podía ver las furtivas miradas que Gun le daba cuando el hombre creía que no le miraba, excepto que siempre estaba mirando. Después de esta noche, dudaba que dejara de mirarle nunca.

Seriamente dudó que pudiese apartar sus ojos de Gun el resto de sus vidas, e iba a ser el resto de sus vidas si él tenía algo que decir. Off hizo todo lo que pudo para mantenerse alejado de Gun. Hizo todo lo que pudo para dar al hombre la oportunidad de luchar en la vida lejos de él y las intensas cosas que quería. Se terminó. Gun parecía anhelar las cosas Que Off quería incluso más que él. Gun había vuelto a la vida bajo sus manos. Off gruñó y su cuerpo se apretó al recordar la forma en que la piel de Gun se sonrojó por el deseo.

El hombre estuvo impresionante.

Si Off tuviese algo que decir, Gun estaría expuesto para él antes de que la noche terminase. Quería el hermoso cuerpo de Gun extendido sobre su edredón negro, sus brazos extendidos sobre su cabeza y sujetas sus muñecas por las esposas de cuero que guardaba en un armario especial. No podía esperar a envolver restricciones similares en los muslos de Gun, elevándolos, separándolos, poniendo todo lo que Gun tuviese que ofrecer para el disfrute de Off.

Y lo disfrutaría. Había tantas cosas que quería hacer al cuerpo de Gun que se sentía mareado por la falta de sangre. Toda se había drenado a su dura polla. -¿Estás terminando ahí, Gun?

Incluso sabiendo que Off estaba de pie mirándole, Gun saltó.

-Hey. -Off dio los pasos necesarios para cruzar la cocina y ponerse directamente tras la espalda de Gun. Rodeó con sus brazos el cuerpo de Gun, atrayendo al hombre hacia él y bajando su cabeza al hueco de la nuca de Gun, mordisqueándole un poco. -¿Qué te tiene tan tenso, Gun?

El encogimiento de hombros de Gun no dio a Off una pista. Subiendo a Gun a sus caderas, Off le sentó en el centro de la isla en el medio de la cocina. Sujetó las pálidas mejillas de Gun en sus manos y llevó la cara del hombre hacia la suya. -¿Qué está mal, Gun?

Los ojos azules de Gun estaban líquidos, cautelosos. -¿De verdad quieres ir a hablar con Xiseks para que nos case?

Oh, ¿era eso?

-Gun, nos vamos a casar. Cómo quieres casarte se puede discutir. Pero el que nos casemos o cuándo, no entra en discusión. Va a ocurrir y va a ocurrir tan pronto como pueda conseguirnos una licencia para tener tu pequeño sexy culo ante un pastor.

La frente de Gun se arrugó. -¿Por qué ahora?

-Te dije por qué, Gun. Estaba asustado. -Y no estaba avergonzado de decirlo. -Eres perfecto, tan dulce, listo y bonito, y yo no. Soy áspero y duro y... áspero.

-Has dicho áspero dos veces.

-Porque lo soy, Gun. -Dios, cómo podría meter esto en la cabeza dura de Gun sin aterrorizarle. -Quiero morder cada centímetro de tu piel, Gun. Quiero poder mirarte y ver las marcas de mis dientes marcando tu perfecto cuerpo.

La respiración de Gun se enganchó con cada palabra que salía de la boca de Off. Sus ojos comenzaron a ensancharse. Off no sabía si se debía a miedo o excitación.

-Quiero martillear mi polla dentro de tu pequeño y dulce culo hasta que olvidemos donde termino yo y comienzas tú. -Off agarró un puñado de pelo de Gun y tiró para atrás su cabeza no muy gentilmente. -Quiero atarte a mi cama y mantenerte allí para jugar con cada centímetro de tu cuerpo.

Gun parpadeó una vez y otra más. -De acuerdo.

A lo mejor no lo entendió. -Quiero hacerte mi juguete.