Capítulo siete

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Al terminar las clases, el teléfono de repuesto de Taehyung vibró, revisó la bandeja de mensajes y se encontró con un nuevo mensaje de... ¿Hoseok?

"Hey Dongsun! Soy Hoseok, saque tu contacto del teléfono de Yoongi. Quizá ya sabes, pero el 9 es el cumpleaños de Gigi y le estamos organizando una fiesta sorpresa, quería que nos ayudaras a distraerlo mañana para decorar su casa, ¿qué dices?"

Taehyung caminó hasta su auto y entró, se sentó allí pensando en lo que debía hacer, con todo el desastre en su cabeza había olvidado por completo el cumpleaños de Yoongi, estaba decidido a confesarle a este su identidad, pero tampoco quería arruinarle el cumpleaños, -lo mejor será decírselo pasando la fiesta- pensó, sacó nuevamente su teléfono para responder el mensaje.

Sí, me parece bien.
¿Hasta qué hora debo distraerlo?

Hablamos con la señora Min, nos dejó usar su patio trasero para la fiesta. ¿Podrías llamarle desde temprano para salir y regresar a su casa para las 5:00 pm?

Sí está bien, ¿necesitan ayuda con algo más?

Mientras distraigas a Yoongi hasta esa hora es suficiente Dongsun. ¡Te veo mañana!
Gracias por la ayuda.

De nada.

Taehyung guardó el teléfono y manejó de regreso a casa, guardó el auto en la cochera y antes de bajar sacó nuevamente su teléfono de repuesto y llamó a Yoongi. 

"¿Qué quieres?"

— ¿Acaso no puedo llamar a mi novio?

"Solo dime qué quieres."

— Hoy no podré verte, no estaré en mi departamento así que no pierdas el tiempo en visitarme.

"¿Y por qué no estarás?"

— Tengo cosas que hacer, pero te veré mañana temprano.

"¿¡Ehh!?"

— Pasaré por ti a las diez de la mañana. Nos vemos caramelito.

"¡A quién mierda le llamas caramelito hijo de..."

Taehyung cortó la llamada mientras soltaba una carcajada, la razón por la que no quería ver a Yoongi hoy era porque estaría preparándole un regalo.

Así es, Taehyung iba a preparar su regalo, no le compraría nada, sino más bien él mismo lo haría. Porque siendo realistas tanto él como Yoongi venían de familias adineradas y cualquier cosa que desearan podrían comprarla, por ello decidió hacer el regalo él mismo, eso era mucho más valioso que cualquier regalo que le pudieran dar.

Se pasó toda la tarde y parte de la noche preparando las galletas, horneando muchas y de diferentes sabores para elegir cual le gustaba más y darla como obsequio a Yoongi. Al final no se decidió por ninguna así que guardo todas en una pequeña caja especial que decoró con un listón rojo, la guardó y se fue a dormir.

Al día siguiente se bañó, guardó ropa en su mochila para salir temprano e ir hasta su departamento, donde se cambió de ropa, quitó su piercing para maquillarse, se pintó el cabello y por último se colocó los pupilentes junto con el parche. Le pidió prestado su auto a Namjoon, quería ir él personalmente por Yoongi pero por obvias razones no podía ir en su auto o le rubio lo reconocería inmediatamente, así que por el día de hoy él y su hermano cambiaron de auto.

Una vez frente a la casa de Yoongi sacó su teléfono para enviarle un mensaje.

Estoy afuera, sal.

El castaño salió por la puerta del frente y miró hacia los lados, el pitido del auto atrajo su atención y miró como el vidrio bajaba automáticamente. Una leve sonrisa apareció en su rostro y caminó hasta subir el auto.

Subió al auto y besó a Taehyung en los labios.

— Bonito auto.

— Es de mi hermano.

— ¿Tienes hermanos?

— Sí, ahora cierra los ojos.

— ¿Por qué mierda lo haría?

— Cállate y cierra los ojos — Yoongi gruñó pero hizo caso. — Bien, ahora ábrelo — el mayor abrió los ojos y vio a su lindo novio con una caja con un listón rojo formando un moño. — ¡Feliz cumpleaños! — Taehyung extendió la caja y Yoongi la tomó, en cuanto la tuvo en sus manos Tae se arrojó contra él y le abrazó.

— No tenías que darme nada — dijo y devolvió el abrazo.

— Entonces devuélveme el regalo.

— ¡Lo que se regala ya no se quita! ¡Es mío ahora!

Taehyung rio por lo infantil que podía ser Yoongi. Se separó y se besaron, después de eso lo llevó a un restaurante a desayunar, donde el menor le dijo a los meseros que era su cumpleaños y pronto todos se juntaron a cantarle las mañanitas. Fue divertido para él ver la cara de vergüenza de Yoongi.

Después de salir del restaurante caminaron por el parque tomados de la mano y se sentaron frente a una banca junto al lago.

— ¿No vas a abrirlo? — le dijo.

— Tsk... Es mi regalo y estás más desesperado tú por abrirlo — Yoongi soltó el moño y tiró del listón para abrir la caja, vio que estaba llena de galletas de diferente color y textura, miró a Taehyung. — ¿Las hiciste tú?

Taehyung asintió con la cabeza y Yoongi sonrió levemente.

— De seguro tienen veneno.

— ¡¿Qué?! Sólo trágatelas.

— Entonces me quieres poner gordo.

— Sí.

— ¿Eh?

— Así nadie te va a querer.

Yoongi chasqueó la lengua divertido y tomó una galleta para darle un mordisco. Eran dulces, pero tampoco tan empalagosas, crujientes, pero no duras, eran perfectas.

Miró a su novio y no pudo evitar acercarse para besarlo. Justo en ese momento pasaba una señora con su hijo de la mano frente a ellos, ella le tapó los ojos inmediatamente a su hijo.

— No mires, podrían contagiarte.

Yoongi rompió el beso y le gritó.

— ¡Así es anciana estamos enfermos de amor, así que llévese a su renacuajo lejos o le voy a pegar el sida!

La señora tomó a su hijo en brazos y corrió. Taehyung soltó una carcajada divertido por la reacción de su novio, lo abrazó y se acurrucó contra su pecho inspirando fuerte su aroma. Se sentía tan bien, tan cálido y confortable, no quería alejarse jamás.

Duraron así un buen rato, después continuaron caminando por el parque tomados de la mano, fueron a pizza planeta y jugaron un buen rato hasta que por fin dieron las cinco de la tarde y Taehyung llevó de vuelta a Yoongi hasta su casa.

— Aún es temprano, ¿tan pronto te quieres deshacer de mi?

— Anda vamos.

Taehyung bajó y tomó la mano de su novio hasta llegar a la puerta, donde tocaron y se abrió enseguida.

— ¡Felicidades!


Double Sided 【YT】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora