Un cuerpo de deseo, tan hermoso y bello.
Un cabello sedoso, una piel suave y morena, una actitud tan fría y arrogante.
Muchos quieren acostarse con él, pero nadie lo logra. Porque los droga y les roba todo antes de si quiera puedan besarlo.
¿Existir...
Los siguientes días de la semana fueron una tortura para Taehyung.
Después de la paliza que le dieron el lunes, en la cual Yoongi lo defendió, se fue a su casa. Escribió una carta y al día siguiente fue y la arrojó dentro del casillero de Yoongi. Se decepcionó un poco cuando vio que la rompió al día siguiente.
— Está bien, él es así. Solo debes insistir más hasta que se canse y por fin decida leerla — se dijo así mismo para darse ánimo.
Siempre que trataba de acercarse al rubio, este estaba rodeado de su grupo de amigos, y sinceramente la mirada amenazadora que le arrojaban todos, especialmente Hoseok le helaba la sangre. Cabe recalcar que no se le olvida la amenaza que el pelirrojo le había dado. Cada que lo miraba es como si proyectara un enorme letrero diciendo "Anda, acércate y te mueres"
El miércoles llegó y el maldito de Yoongi realmente se encargó de hacerle añicos ese día.
Llegó con el cabello peinado hacía atrás, algo muy inusual en él. Montado sobre su motocicleta, su camisa estaba abrochada hasta arriba y usaba la corbata del uniforme. Las chicas lo miraban y suspiraban como todas unas colegialas de película, algunas incluso se acercaron y se atrevieron a regalarle chocolates y él los acepto. Normalmente lo hubiera rechazado diciendo algo como "no me hacen falta" pero no, allí estaba aceptando los estúpidos chocolates y regalándoles una leve sonrisa.
¡Esas sonrisas sólo deberían ser para él!
Incluso una chica se dio cuenta como Taehyung los miraba, a lo cual ella se acercó hasta él y dijo.
— Tuviste la oportunidad y la desaprovechaste, no te pongas celoso ahora.
Y Yoongi soltó una enorme carcajada. Taehyung infló los cachetes y caminó hasta su salón. Al día siguiente logró acercarse a Yoongi durante la clase de entrenamiento físico, pero este solo lo ignoró.
Está bien, él es así. Solo dale tiempo, solo han pasado tres días. Se dijo a sí mismo para darse ánimos.
Los rumores en la escuela no ayudaban, tampoco las amenazas que recibía día a día de los estudiantes a los cuales había estafado con anterioridad, entre perseguir a Yoongi y cuidarse la espalda, el jueves pasó volando.
El jueves escribió otra carta, pero esta vez fue directo hasta la casa de Yoongi, se aseguró de llegar antes que él de la escuela, se la entregó a su madre pidiendo se la diera a su hijo, ella solo sonrió y asintió con la cabeza.
Era extraño, cada que intentaba acercarse a Yoongi este le ignoraba o le gritaba que se alejara, que no quería saber nada de él. Pero cada que los alumnos se acercaban a él para intentar agredirlo éste le defendía y les gritaba que se alejaran de él. Eso daba esperanzas al corazón de Taehyung.
"Si me acerco y Hoseok quiere golpearme, ¿igual me protegerá de él?" Se preguntó mientras manejaba de regreso a casa, pero arrojó al idea a la basura. Lo más seguro era que Yoongi solo detuviera a Hoseok y luego se fueran sin siquiera darle tiempo de hablar.
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