Mujer Exitosa

Puros Llantos

Estabamos en su auto y le deje un mensaje a Cristina para que no piense otra cosa y que no se preocupara de mí.
Estaba viendo por la ventanilla mientras en la radio se escuchaba la canción "Careless Whisper" de George Michael. En ese momento solte una leve risa y jackson gira la cabeza ñara mirarme.

-¿De qué te ries?

-No, de nada importante solo que recordé cuando estabamos en el bar y tu amigo te mandó al frente.

-Ash, olvidate de eso por favor. Me avergüenza.

-Está bien, si tu lo dices.

-¿No te sientes mal por tu pareja?

-No, va eso creo. Tal vez me quiero hacer la fuerte y en verdad estoy destruida.

-Sabes, si llegas a ver algo armate de valor y ponte los pantalones que él nunca se puso y mandalo a vender limones.

Reí ante su comentario. Aunque me de pena al decir que lo sigo amando y que puedo perdonarlo, pero si hay algo que Jackson no sabe es como eramos Alex y yo.
De un momento a otro ya me encontraba en la puerta de mi departamento. Tome aire agarre el picaportes inserté la llave y me enderesé para luego girar el pomo. Me andentré a mí departamento y camine por los pasillos, como lo supuse las luces estaban prendidas, todas y realmente todas.

-Aah..~ A-alex..~

No lo podía creer, lo que estaba escuchando a medida que me acercaba a mi habitación. Con los ojos cristalizados me senté en al lado de la puerta y cada vez que los escuchaba algo en mí se rompía, le di todo a él, amor, dinero, hogar, comida, mis abrazos matutinos, las caricias cuando terminabamos cansados por hacer el amor y mucho más.
En ese momento me sequé las lágrimas, me levante del piso y me armé de valor. Abrí esa maldita puerta y le grité al maldito que tenía el pene dentro de la morocha esa.

-¡ERES UN MALDITO HIJO DE PERRA!

-D-dalila, te lo puedo explicar. S-solo escúchame, ¿sí?

-¡¿ESCUCHAR QUÉ?! ¡¿CÓMO ME MATABA TRABAJANDO PARA QUE AMBOS TENGAMOS UN HERMOSA VIDA JUNTOS?!

Rompí en lágrimas, jamás me sentí de esta manera. Pensé que con ver las fotos ya no sentía nada por él, pero era mentira. Todos los recuerdos que tuvimos juntos me pegaban como mil golpes en la panza, tenía ganas de vomitar. Verlos coger en la cama donde dormiamos ambos era algo repugnante. No estaba escuchando lo que me decía, estaba tan sumida en mis pensamientos que me acerqué a él y le solte una piña en la nariz. En ese momento mi elegancia y educación se habían ido, no dije nada más y salí de ahí cuanto antes. No pensaba quedarme ni un momento más bajé por el ascensor y me dirijí al auto de Jackson, él me miraba con pena y preocupación pero antes de acercarme completamente a él, vomité en una planta.
Me repugnaba hasta cierto punto de querer bañarme porque me sentía sucia.
Había vivido toda mi vida con Alex, fuimos amigos, mejores amigos, novios y ahora no eramos nada.
Caí al piso y no paraba de llorar me sentía debastada así que volví en mí cuando escuché la voz de Jackson.

-Demos irnos. Quedarnos aquí no servirá de nada.

-Llevame a la casa de mis padres, por favor.

-Está bien. Dime la dirección y te llevaré.

Me ayudó a levantarme y me sentó en el lado del acompañante. Me puse el cinturón de seguridad y marchamos rumbo a la casa de mis queridos padres. Arrancó el auto y no me hizo ninguna pregunta y en verdad se lo agradezco de todo corazón.
Me acomedé y volvi a mirar por la ventanilla y estaba vez sonaba "Say You, Say Me" de Lionel Richie.
A medida que iba pasando el tiempo yendo a la casa de mi padres me iba quedando dormida.

JACKSON POV'S

Ella estaba realmente triste y no quería tocar para nada el tema porque sabía que quería estar en paz o mejor dicho en silencio. No sabía bien lo que había pasado con ellos, pero estaba seguro de que no era bueno entrometerme en su relación y opinar lo que pienso.
Miro su rostro por un segundo y ella estaba contra la ventanilla. Se podían ver sus ojos cristalizados y la punta de la nariz rosada.
Vuelvo mi vista hacia delante y acelero un poco más mi auto, ella ya me había dicho la dirección de sus padres.
Freno en un semáforo y las luces de la gran ciudad se reflejan en las calles mojadas por la lluvia.
Qué loco hace un momento juré que estaba el clima bien. El silencio era tranquilo, no es un silencio incómodo.

Luego de 40 minutos la dejo en la puerta de la casa de sus padres y salgo del auto para poder tocar el timbre de la casa. Cómo estaba lloviendo no quería que ella se mojase, la puerta se abrió dejando ver a una señora de cincuenta y cinco años supongo que es la madre porque tiene razgos similares ella.

-Hola, buenas noches ¿Se le ofrece algo?.- dijo muy amable y con una sonrisa en su rostro.

-¿Qué tal? Soy Jackson Ronalls, podría decirse que soy cercano a su hija.

-Oh, pasa cariño. Está lloviendo y se puede resfriar.

-Muchas gracias, señora. Pero vine a traer a su hija.

Me acerco al auto y le abro la puerta para que pueda salir y así poder taparla con mi saco.
Así que la acompañé hasta la gran puerta y pude verla entrar.

-Gracias Jackson. ¿Quieres pasar?

-No, gracias estoy bien. Creo que deberías estar con tus padres.

-Ay cielo, solo pasa y toma un poco de café para que tu ropa se seque un poco y puedas irte cómodamente.- dijo su madre

-Bueno, no me queda de otra. Permiso.

Entro a la casa tímidamente y miro cada rincón de esta y se apreciaban un montón de fotos familiares.

-¿Quieres cambiarte? Tengo ropa de mi padre.

-No, estoy bien. Gracias igual.

-Ven a tomar algo de café para calentarte un poco.- dijo la señora

-Por cierto soy Miriam Sentella, madre de esta niña. Espero que no te haya dado tantos problemas.

-Ay madre por favor, no me avergüences.

-Wow no me digas que es el inigualable Jackson Ronalls de Tecnology Ronalls.- dijo un señor que podía deducir que es el padre.

-Un gusto señor Danello. Es un placer conocer a una celebridad como usted.

-Oh me halagas hijo. ¿Qué te trae por aquí?- me mira un poco curioso.

-Solo vine a dejar a Dalila.

El padre me mira y me hace una seña con la cabeza para que lo siga. No me negué y lo seguí, abre dos puertas y me hace una seña para que pase.
Pude apreciar una gran y hermosa oficina. Me señaló el sillón frente a su escritorio y me senté en aquél.

-Bien ahora que estamos juntos cuéntame lo sucedido, porque no creo que mi hija tenga que venir a mi casa porque ella tiene la suya.

Lo miré a los ojos y me di cuenta que tenía que contarle lo que sabía.

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Holaaaa, espero que les haya gustado y no se olviden de votar, comentar lo que piensan y compartir la historia.
Realmente me costó un tiempo actualizar pero ahora ya tenemos un nuevo capítulo. Gracias por su apoyo🤧💕💕💕