Drugs

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Las horas pasaron desde que había sido vendido por su progenitor y comprado por un pedófilo dueño de un prostíbulo.

No habían pasado más de 2 horas cuando ya sufrió lo que ningún niño, niña, joven, adolescente, adulto o ser vivo debía sufrir. Aunque haya sido alimentado como recompensa después de aquel suceso, su parte trasera seguía algo irritada, pero muy adolorida, no tenía fuerzas en sus piernas como para levantarse de esa cama llena del "néctar" de ese hombre, el dolor ahí era demasiado como para no llorar, para rematarla, ese asqueroso mounstro disfrutaba verlo llorar de dolor mientras abusaba de él.

Había despertado después de una hora de dormirse, por lo que parecía ser una mujer, pudo despertarse, ya que la misma lo despertó lentamente. Cuando pudo abrir bien sus ojos, vió a una mujer de cabello tintado de color rojo, vestida de forma algo reveladora, pero no como las otras mujeres y hombres que había visto antes de entrar en esa maldita habitación.

Recepcionista: Hola niño.... Soy la recepcionista de este lugar, mi nombre es Koemi. ¿Cómo te llamas tú?.

•la mujer parecía ser buena persona, que no le haría daño, aunque veía su mirada, una que jamás había sentido, una mirada de preocupación. Dicha mirada lo hizo sentir leve confianza para poder asentir.•No eres de hablar.... Te-tengo algo aquí que... Puede ayudarte a tus dolores.

Las palabras de Koemi lo alarmaron con positividad, si podía deshacerse de ese dolor, conseguiría la forma de hacerlo a toda costa, así que prestó más interés a las palabras de Koemi.

La mujer sonrió al ver cómo el infante le prestó atención, así que de un costado de su "uniforme", saco un pequeño frasco con un estampado con el título "Morfina", dicho frasco llamó la atención del pequeño.

Koemi: Este frasco contiene morfina, no es necesario decirte que tiene... Solo te diré el alivió que te da, solo tengo en solución líquida, ven, dame tu brazo, no te haré daño.

La mujer tenía razón, no le hizo daño, solamente le colocó la inyección de morfina en la vena, dejándolo en un estado placentero de alivio, no quería salir de dicho estado.

Aunque la mujer no lo supiera, empezó con los días a hacer adicto al niño al darle dichas dosis de morfina cada vez que el dueño lo tocaba o le hacía algo, faltaba poco para que él niño haga su acto de "presencia" en el bar, así que guardaría la morfina para que no se le acabará antes de que llegara ese día.

DÍAS DESPUÉS

"Damas y caballeros, delincuentes y políticos. El día de hoy, tenemos algo preparado para ustedes, una sorpresa, la razón del costo del acceso el día de hoy. Sabemos lo enfermos que están todos en este lugar, así que tanto hombres como mujeres, recibanlo con un fuerte aplauso! ¡Él es.... Midori!"

Tras los aplausos de las personas algo confundidas al escuchar un nombre masculino, todos se callaron unos momentos al escuchar unos pasos leves, temerosos de salir a luz, pero cuando lo hizo, los babeos por ambas partes de un público depravado no se hicieron esperar.

Tras los aplausos de las personas algo confundidas al escuchar un nombre masculino, todos se callaron unos momentos al escuchar unos pasos leves, temerosos de salir a luz, pero cuando lo hizo, los babeos por ambas partes de un público depravado no...

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Además de Mí (BNHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora