Solo en París se puede olvidar

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"Cuando tú mundo se desmorone,
ven al mío"
-Cazadores de Sombras

† † †

París, 2 de mayo de 2007

Un atardecer de mayo en París Alexander Lightwood fumaba por el balcón de aquel apartamento que había comprado su gran amigo Mark Blacktront (Alec aún se preguntaba por qué lo había sacado del Instituto diciendo que tenían un problema en Los Angeles), suspiro una vez más observando el paisaje que tenía ante sus ojos. Desde niño a Alec siempre le había tranquilizado el paisaje de París, cada vez que necesitaba respirar y recuperarse de todos sus problemas iba a París; y está vez lo necesitaba más que nunca, pues Magnus Bane el Gran Brujo de Brooklyn y su pareja había terminado con el, por haberle creído una absurda mentira ha Camille¹.
Alec sacudió la cabeza y volvió a tomar otro cigarrillo y lo encendió.

- ¡Deja de pensar en eso! - grito Mark, apareciendo de repente atrás de él.

- Hola, ¿No ibas a salir? - le pregunto Alec tranquilamente volviéndose hacia el.

Mark le dio una mala mirada mientras agarraba un cigarrillo y se sentaba en el barandal esperando una respuesta.

- Sabes que no puedo simplemente olvidarlo - le respondió Alec mientras ambos empezaban a fumar - yo bueno... aún no puedo olvidarlo, éramos pareja, vivimos grandes aventuras... y un día solo cree en las mentiras de otros... envés de a mí...

- ¡Fue un ridículo! - rugió Mark exasperado - ¡Tiberius, las hadas y yo estuvimos ahí. Camile fue la que te ofreció quitarle la inmortalidad a Magnus y tú lo rechazastes! - tomo una calada de su cigarrillo - ¡y luego viene ella, usa un traje seductor y le dice mentiras al brujo. Y él como se deja llevar por la belleza de cualquiera le cree y termina contigo!

Duraron un rato en silencio; pero no uno incómodo; sino uno necesario, rato en el que contemplaron el atardecer mientras fumaban.

- No me arrepiento - dijo derrepente Alec y Mark se le quedó viendo - desde que comenzó nuestra relación yo me dije que "sin importar cuánto dure, yo jamás me arrepentiría y le desearía suerte en el futuro".

Mark iba a responder pero Alec lo interrumpió inmediatamente - además que, por más que no me ame igual lo extraño - dijo con una mirada triste y una gran sonrisa.

Mark ante eso se quedó completamente cayado mientras lo observaba y Alec apoyo su cabeza en su hombro, así se quedaron horas viendo la noche sirniendoce en el horizonte y las estrellas apareciendo para acompañarla.

‡ ‡ ‡

Nueva York, 29 de abril de 2007

Alec había resibido una llamada urgente de Magnus, este pensando que era alguno de eso nuevos ataques repentinos de demonios fue corriendo a su apartamento en Brooklyn para ver si estaba bien. Alec al llegar a su apartamento se quedó un momento afuera para recuperar su respiración y luego subió las escaleras y abrió la puerta, una vez adentro encontró a Magnus sentado en un sillón de terciopelo rojo, bastante molesto.

- ¿Hola, estás bien? - le pregunto pasando a la sala mientras Magnus lo miraba.

- Tenía que hablar seriamente contigo - dijo él aún viéndolo serio.

- Si claro, de que se trata - le respondió este aún confundido.

Magnus se levantó del sillón y tomo aire.

- Deberíamos terminar - le soltó este sin poder mirarlo a los ojos.

- ¿Porque? - fue lo único que pudo decir Alec ante tal sorpresa.

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