ℑ𝔱'𝔰 𝔱𝔬𝔬 𝔩𝔞𝔱𝔢?

Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ Úɴɪᴄᴏ

¿Cómo sabes cuándo es momento de dejar ir a alguien?
Bakugō Katsuki no lo sabía, no estaba seguro antes de tomar una decisión, pero aún así lo hizo, escogió creyendo que sería lo mejor.

El rubio cenizo se alejó de Midoriya Izuku, un peliverde con una sonrisa más brillante que el mismo sol. Desesperadamente deseó no arrepentirse al enterrar los sentimientos sin confesar que tenía por el chico. Y funcionó, al menos eso creyó hasta que le vió sonreír con amor a otra persona, fue ahí cuando cayó en cuenta de la realidad.

No porque quieras olvidar a alguien, lo harás. No es tan sencillo.

-Kacchan, me gusta Shinsō, me voy a confesar al salir. ¿Crees que sea correcto?

-Seguramente ese idiota cae rendido a tus pies, ve a por ello, nerd.

Eso ocurrió en el último año de la Academia U.A. Decir que no le dolió sería una total mentira, aún así, simplemente lo dejó pasar, él ya había perdido su oportunidad, no molestaría a Deku.

No cuando estaba felizmente saliendo con Shinsō.

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Habían pasado 3 años desde que quiso alejarse de Izuku, pero aún no podía sacarse de encima a esa garrapata que se aferraba a él como si de ello dependiera su vida. Era el caso de ese día, en donde Izuku sonriente entraba en su departamento.

-¡Hola, Kacchan!-volvía a empezar su tortura, una vez más.

-¿Qué mierda quieres?

-¿Viste las noticias? ¡Somos tendencia! Con el hashtag Wonder Duo estamos siendo buscados ambos, es impresionante la cantidad de personas que nos están siguiendo. Ah, aunque puede que a ti no te gusten los tweets porque son de ambos, puede que-...

-¡Cállate, maldito Deku! Estás murmurando demasiado, ya lo ví, es obvio que esté enterado de esto.

-¡Ahora somos el Wonder Duo! Es tan asombroso, Kacchan.

-No pensé que incluso como héroes profesionales te seguiría teniendo como mi sombra-sonreí de lado.

-Admito que fue un poco raro el vernos tanto en las redes sociales, Shinsō incluso sintió un poco de celos-dijo el maldito nerd riendo.

Solo eso bastó para devolverme a la realidad, Midoriya Izuku llevaba 2 años de noviazgo junto a Hitoshi Shinsō.

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-¡Me voy a casar!-un sonriente pecoso me dijo esas palabras.

¿A quién había fastidiado tanto como para que me hicieran sufrir de esa manera? Tal vez fue a la bruja de mi madre.

-Felicidades, Deku, lo lamento por ese pobre infeliz que quiere compartir su vida con un inútil como tú.

-Que cruel, Kacchan-con un puchero en su lindo y pecoso rostro, se alejó de mí. Todo su ser expelaba felicidad.

Doliendo en mi interior, sentí alegría por el arbusto andante, esperaba que pudieran ser felices, después de todo, se amaban, un brillo aparecía cada vez que se veían a los ojos, eran un par de tórtolos enamorados.

Su corazón se despedazaba un poco más cada vez que el par se llamaba mutuamente con motes cariñosos; aunque también le daba asco.

Muy en su interior, en un espacio muy sellado, aunque lo negara enormemente, quería escuchar al peliverde decirle apodos tiernos; a la vez que él le dedicara risas burlonas y de vez en cuando, caricias llenas de amor.