Capitulo 21

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Tal vez sea un monstruo...

—¡¿Qué?!.. ¡¿Por qué?!..— exclamó preocupada Lexa.

Astoria corrió hacia Hermione quien gritaba con dolor, la sangre que le brotaba era espesa.

Lexa trató de acercarse pero Astoria levantó su mano ya ensangrentada y dijo —¡No!.. ¡Solo Váyanse! ¡No ven que le están haciendo Daño!—

Harry estaba sin palabras y estático, no podía apartar su mirada de Hermione, quería ayudarla, quería abrazarla, quería besarla, la había extrañado tanto.

—¡Aaah!— gritó con fuerza Hermione apretando su cabeza para detener el fuerte dolor.

El bebe comenzó a llorar fuertemente, Lexa lo trató de calmar mientras veía a su hija sufrir.

Astoria les gritó —¡Váyanse! ¡Ahora!—

Lexa pasó saliva y tomó la mano de Harry para arrastrarlo fuera de la habitación, y comenzaron a descender las escaleras con rapidez, abajo la batalla continuaba, aunque era evidente que los Mortifagos estaban cayendo.

Exes y Ron al ver a Lexa con el bebe y Harry, comenzaron a atacar más hábilmente, logrando entre todos desmayar a todos los Mortifagos.

Justo al termino del último hechizo los gritos de Hermione perforaron los oídos de todos.

Ron quizo correr pero Harry lo detuvo y dijo —¡No! Aun no es tiempo... vámonos..—

Ron le replicó —¡Es Hermione quien grita! ¡Harry!—

Potter solo bajó su cabeza y dijo firmemente —Solo vámonos.. luego les explico..—

Todos corrieron al pasadizo de las mazmorras, escuchando los gritos de Hermione que poco a poco iban disminuyendo.

Al salir todos se tomaron de las manos y desaparecieron.














Dos semanas después de aquel encuentro, Astoria y Hermione se encontraban de rodillas frente a Lucios.

—¡¿Cómo demonios pasó?!— gritó el patriarca Malfoy.

Hermione contestó fríamente —Fue repentino.. teníamos la guardia baja..—

Lucios volvió a acercarse a la castaña y le golpeo en la mejilla por décima vez, y le espetó —¡¿La guardia baja?! ¡Maldita sea contigo niña! ¡Estamos muy cerca de obtener lo que tanto necesitamos y ustedes dos lo arruinan! ¡Dejaron que les quitaran al bebe!—

Astoria apretó la mandíbula, sentía tanta impotencia al proteger a Hermione y Narcissa, la cual había sido duramente castigada y ahora se encontraba en cama.

Lucios miró fijamente a Hermione y con su varita levitó su cuerpo hasta que su rostro quedó a la par de él, la analizó notando que la Gryffindor había cambiado fisicamente, había adquirido una forma más atractiva, notó que sus pechos habían crecido, y su rostro brillaba a pesar de los golpes que tenía, era como si una luz la tuviera envuelta.

Observó su mirada la cual parecía renovada, con las pupilas pequeñas y los párpados caídos, era una mirada que ya había visto antes, entonces su cabeza dió un clic, y desviando su mirada observó a Astoria que se encontraba temblando.

Harry Potter y la Extinción Mágica. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora