He's not bad - Asahi x Lectora (Beast AU)

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-"Mmh..."

-"Oh, ya despertaste" Acariciaste su rostro levemente

-"Uh? Ah!"

Primero te observó y una vez que te miró bien se asustó y termino apartandose cayendose de la cama.

-"Oh... Sigues aquí... Pensé que te irías..." suspiró

-"Primero me dejas quedarme y luego esperas que me vaya? Eso es muy grosero" dijiste como una broma con una sonrisa

-"Ah! No era esa mi intención!! Lo siento mucho!" respondió escondiéndose entre las sabanas

Este no puede ser la bestia de las que todos hablaban y todos temían, si es un dulce.

Pensaste mientras lo mirabas con una pequeña sonrisa, apoyaste tu mano en su cabello.

-"Cómo está tu espalda?"

-"Mi espalda?" se pasó una mano por su espalda un poco sorprendido

-"Oh bien, parece que no te duele" tomaste una bandeja y le mostraste las balas que antes se encontraban atrapadas en su piel

Él se asustó un poco por la sangre un momento, te miró apenado.

-"Gracias"

-"No hay de que" le sonreiste

Lo viste levantarse y ponerse su camisa, luego te extendio su mano, la cual no dudaste en tomar.

-"Debes estar cansada, y hambrienta! Ya debe ser hora de cenar" dijo mirando por la ventana notando la oscuridad de la noche

Te llevó con cuidado guiandote tomando tu mano hasta una cocina que había en la planta baja.

-"Ah- quédate aquí por favor" te acercó a una mesa y te hizo sentar en una silla mientras volvió a la cocina a buscar algo en las alacenas

Lo observabas ver como tomaba algunas hojas de distintas plantas que tenía, junto con otras especies que tenía en frascos.

Te parecía muy tierno.

Ahora que lo pensabas, nunca alguien más te había preparado algo para comer desde que eras niña.

Desde que tuviste edad de aprender por tu cuenta empezaste a hacer todo de esa manera.

-"No es mucho, pero espero que te guste" comentó Asahi sacandote de tus pensamientos

Había colocado un plato con un omellete y un vaso de jugo de naranja exprimido.

Olía muy bien todo.

-"Gracias por la comida" dijiste y comenzaste a probar, te sorprendiste un momento de lo bueno que estaba "Está delicioso!"

-"Me alegra que te guste" respondió con una leve sonrisa

Notabas que la porción era demasiado grande para ti, cortaste un poco.

-"Di aah" le dijiste

-"Eh?" cuando dijo eso lo tomaste de las mejillas y abriste un poco su boca, luego él ya abriendola

-"Ah, no eh" Reiste leve y le diste una porción "Ves que está muy bueno?"

Ofreciste que compartieran la porción, cosa que te costó convencerlo pero al final lo hiciste.

Alguien tan grande como él debe tener un apetito muy grande.

Pensaste una vez acabaron de comer.

-"No tienes más hambre?"

-"Oh, no te preocupes, como demasiado en el día y la noche no tanto ya que la uso más para descansar" respondió sonriendo

Quisiste ayudarlo a levantar lo utilizado para lavarlo pero él te lo impidió.

Hiciste un leve puchero ya que pensabas que debías ayudarlo, después de todo él te salvó y te ofreció lugar donde quedarte.

-"Lo que habías dicho, era en serio?"

-"Qué cosa?"

-"Lo que querías compartir cama conmigo..."

-"Si" dijiste sincera

Notaste una leve sonrisa con algo de tristeza en sus labios.

-"Si a ti te parece bien, entonces no tengo problema"

No dijiste nada al respecto, solo diste una sonrisa confirmando que estabas bien con eso.

Así regresaron a aquel enorme cuarto.

Te ofreció ropa para cambiarte, era algo vieja y bastante grande para ti.

-"Oh! Puedo usar esto?" apuntaste a una camisa y un short que parecían de tu talle

Notaste la duda por un momento, mezclado con algo de pánico, dio un suspiro profundo.

-"Claro" aceptó al final

Lo tomaste para cambiarte, y efectivamente, te quedaba a la perfección, y era bastante cómodo.

Asahi te miró con algo de nostalgia, pero no dijo nada, simplemente se recosto en la cama dándote la espalda.

Ladeaste la cabeza y te acomodaste en la enorme y cómoda cama, parecía que en ese segundo que te acostaste todo el cansancio del día cayó sobre ti y caiste dormida en un momento.

Cuando Asahi notó que ya estabas completamente dormida se dio la vuelta mirando tu figura durmiente.

Acarició levemente tu mejilla.

Para él, te veías tan frágil a su lado, tenía miedo de quebrarte.

Lentamente colocó su mano en tu hombro e hizo que te acerques a él.

Inconcientemente rodeaste su figura con tus brazos, apegandote a su calor.

Él imitó la acción, pasando su brazo con cuidado por tu espalda.

Se siente bien.

Pensó con algo de tristeza.

Hacia mucho que no sentía este calor.

Fue su último pensamiento antes de ceder al sueño.